Una semana. Una botella de ron. Un bebé de silicona. Algunos eventos extraños. Dos personas que se odian a muerte.
¿Podrá salir algo bueno de eso? ¿O permanecerá la enemistad intacta?
Estado: COMPLETA.
•Spin Off de la Saga "PRIMOS" (Se puede leer...
Taehyung despertó destapado en medio de su cama y con su cuerpo totalmente desnudo.
Ya era de día. La luz de la mañana iluminaba la habitación, y lo primero que hizo fué mirar a su lado, pero la cama estaba vacía. Se levantó y sintió un dolor terrible en su trasero. Frunció el rostro por el dolor, pero enseguida sonrió al recordar la noche anterior.
Caminó como pudo para tomar su bata negra y sus pantuflas de Gucci, y bajó rengueando las escaleras.
—Buenos días... —vió la espalda torneada de Yoongi en la cocina y dos nalgas redondas cubiertas solo por un bóxer negro.
Yoongi volteó y sonrió mostrando las encías.
—Buenos días, princesa —dejó sobre la isla dos platos con cereal y caminó hacia la heladera para tomar la caja de leche.
Taehyung quiso sentarse en una banqueta, pero luego decidió que desayunar parado sería una mejor opción.
Vió a Yoongi poner la leche en el tarro de cereal, y pensó que si él le había dicho un piropo el día anterior, ¿por qué no decirle uno también? Se aclaró la garganta y habló:
—Quién fuera ese cereal, para que me llenaras de leche... —quiso aguantar su risa al decirlo.
Yoongi cubrió su boca con su mano libre y comenzó a reír. Definitivamente hoy se veía más felíz de lo normal.
—Estás loco... —dijo guardando la leche en la heladera.
Por ti... pensó Taehyung, pero por supuesto no lo dijo.
—¿Por qué no te sientas? —preguntó Yoongi en un tono juguetón, mirandolo de reojo.
—Ah, es que... —rió— ya sabes...
Yoongi rió con él y asintió.
—Escucha... —dijo Taehyung con la boca llena de cereal— ¿Sabes conducir? Digo, ahora que tienes auto...
Yoongi sonrió. Todavía pensaba que lo del Lamborghini era alguna broma de esas de Taehyung. Esperaba que le dijera algo como: "te la creíste, pordiosero", o algo así.
—¿De verdad vas a darme el auto?
—Si, claro.
—¿Con papeles?
—Si enano, te haré firmar los papeles ni bien los tenga. No me has dicho si sabes o no conducir...
—Si, pero no.
—¿Y eso que significa?
—Que sé lo básico, pero no se si pueda manejar ese auto.
—Bien, te llevaré hoy a conducir y aprenderás.
—Si señor —dijo Yoongi poniendo la mano en su frente como un militar.
—Así me gusta chiquito —sonrió de lado.
—Perverso... —dijo en tono de chiste y rodeó la isla para acercarse a él— Iré a ducharme...
Taehyung lo miró de reojo, ¿por qué parecía que se le estaba insinuando?
—Felicidades... —metió otro bocado de cereal a su boca.
Yoongi giró los ojos.
—Eres hermoso, pero a veces pienso que eres tonto —caminó hacia las escaleras y volteó a mirarlo—. ¿Vienes? ¿o me ducho solo?
Taehyung sonrío de lado y dejó lo que estaba comiendo para corretearlo por las escaleras.
—¡Tonto quedarás cuando te agarre!
Media hora después, los quejidos de Yoongi hacían eco en el inmenso baño de la habitación de Taehyung, mientras era embestido bajo el chorro de agua caliente de la ducha. El vapor nublaba los espejos y flotaba por todo el lugar, y su celular sonaba incesantemente sobre la mesada del baño.
—Mierda de celular —dijo Taehyung entre dientes mientras sostenía a Yoongi por las caderas —¿Quién... mierda... te... llama... tanto? —cada vez que decía una palabra lo embestia.
—Deja... aah... déjalo... hmm...
Luego de veinte minutos, ambos terminaron casi al unísono en un fuerte y largo gemido.
Yoongi se dió vuelta y besó a Taehyung en los labios, bajo el agua.
Si le hubieran preguntado una semana atrás qué estaría haciendo ese día, seguramente hubiese dicho cualquier cosa, menos eso.
Pero allí estaba, besando apasionadamente a Taehyung mientras éste apretaba sus nalgas.
Salieron de la ducha y se vistieron. Yoongi le comentó que era su último conjunto de ropa, y entonces éste cayó el cuenta: Ese era su último día juntos.
Taehyung suspiró confundido; no quería que se fuera, pero el trabajo estaría terminado para mañana y entonces no habría excusa. Era todo.
Yoongi bufó revisando su celular, y Taehyung que estaba sentado sobre la cama lo observó teclear sin parar.
Yoongi 9:49 am Hola Jimin, me estaba duchando. ¿Para que me llamabas?
Jimin 9:49 am Ah, lo siento. Es que ayer no pude darte tu regalo.
Yoongi 9:50 am Jimin, no tienes que hacer eso, déjalo.
Jimin 9:50 am No, es que quiero dartelo, pero ya sabes, Jungkook estaba allí y lo noté raro, por eso quise esperar.
Jimin 9:50 am Estoy afuera del apartamento.
Yoongi 9:51 am Jimin, no estoy en el apartamento...
Jimin 9:51 am Ah, lo siento si te molesté...
Yoongi 9:51 am Te veo en el parque en diez minutos?
Jimin 9:51 am Okay, te veo allí.
Yoongi guardó su celular en el bolsillo de su pantalón negro y se puso la camisa negra con detalles celestes de Gucci que quedaba en la bolsa.
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—Déjala abierta —dijo Taehyung cuando vio que Yoongi la abrochaba sobre una camiseta blanca básica—, queda mejor así.
—Está bien... Escucha, debo irme.
—¿A dónde?
—¿Que te importa? —se puso unas zapatillas blancas de las que Taehyung le había dado y abrió la puerta de la habitación.
Taehyung lo observaba serio desde la cama. Cayendo en cuenta de que Yoongi no tenía por que darle explicaciones; no era suyo.
—Volveré en media hora e iremos a practicar con el auto, ¿está bien?
—Por mi tardate todo el día —se tiró sobre la cama.
—Idiota... —lo miró desde la puerta—. Volveré en media hora. Piensa en mi, princesa —salió de la habitación dejándolo solo.