23: El golpe final

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Con el cielo oscuro e imponente se encontraban unos individuos rodeando a una gran criatura en espera de su respuesta. Todos estaban tensos, que el gran dragón tardara en responder les ponía nerviosos.

—imposible —todos quedaron en shock.

Esa era la respuesta que menos querían escuchar, siempre pensaron que con las esferas del dragón de vuelta todo estaría solucionado...

Todo quedo en silencio —¿POR QUÉ? —exclamo una peliazul desesperada.

El gran dragón se quedo en silencio en medio de ese incomodo ambiente —no me puedo involucrar en la vida de una diosa —le respondió simplemente —y tú... estas por seguir su camino —todos se giraron a ver a Bra horrorizados.

Ella había comenzado a brillar intensamente, tal y como lo hizo Pan. Goten estiro su brazo para atraparla, pero antes de poder hacerlo ella desapareció en miles de partículas de luz. 

Un grito de furia escondiendo el dolor se puedo escuchar a kilómetros, los llantos desgarradores y la tristeza se hicieron presente en todo el ambiente. Él pelinegro callo de rodillas, su mirada pérdida al suelo demostraba todo el dolor que estaba sintiendo en esos momentos.

—tráelas de vuelta... —la petición del joven pareció una orden.

—ya les dije que no puedo hacer nada.

Todo quedo sumido en silencio, nadie pronunciaba una palabra, solo se podía escuchar el ruido del exterior exclamando al ver el gran dragón en el patio de la corporación cápsula.

—¿No tienen ningún deseo? —pregunto Sehn-Long.

—no

Las esferas del dragón fueron nuevamente esparcidas por el mundo y todo en ese patio quedo igual. Las lagrimas inundaron el lugar y Vegeta decidió irse volando y descargar su ira y tristeza en otro lado.

(...)

En medio de una cascada rodeada de grandes arboles se encontraban cuatro personas mirándose entre si, una de ellas estaba con la boca abierta sin poder creer lo que estaba viendo. Se acerco lentamente y rodeo con sus brazos el cuerpo de su mejor amiga.

—no sabes lo horrible que fue verte morir —murmuro sintiendo como los brazos de su mejor amiga rodeaban su cuerpo.

Esta rio levemente —lo siento, pero la verdad es que recibí ese ataque a propósito —le dice esta y la peliazul se separa de ella bruscamente.

La miro seriamente con los brazos cruzados —explícate antes de que te mate yo de verdad —le ordeno.

Pan no pudo evitar carcajear y asintió dispuesta a responder sus dudas. —antes de que comenzara la batalla yo pude comunicarme con mi antepasada —comenzó a explicarse tranquilamente —es tradición que nosotras las conozcamos para poder terminar lo que hace años venimos luchando —Pan mira a las otras dos mujeres a su lado.

Una mujer alta, de pelo negro, ojos de un color amarillo atrayente y con rasgos  delicados se acerco un poco —yo soy la antepasada de Pan.

La otra mujer de pelo rosa delicado, como si fuera un pétalo de sakura la miro con una suave sonrisa —y yo soy tu antepasada —le dice y Bra se la queda mirando fijamente sintiendo una conexión.

—e-es un placer —dice un poco impactada.

Con una expresión dura, la antepasada de Pan emprendió vuelo —ahora tenemos que irnos, terminemos con esto de una buena vez.

Las cuatro emprendieron vuelo hacia su destino, y mientras tanto le iban explicando lo que tenían que saber a Bra. Al llegar a nuestro destino nos quedamos sobre una montaña observando el paisaje, el enemigo no tardaría mucho en llegar.

El fuerte viento despeinaba sus cabellos y con ese viento apareció un hombre en el medio del vacío campo, este las estaba observando con una sádica sonrisa que a cualquiera le daría escalofríos. 

—¿De verdad creen que pueden contra mi? —pregunto burlón.

Pan levanto la barbilla y puso una sonrisa que a su amiga le daba mas miedo que la del tipo que las estaba amenazando actualmente —no tendrías por que dudar —le dice con egocentrismo —ya pude contigo una vez, podre otra vez mas contigo.

La antepasada de Pan hizo el mismo gesto haciendo suspirara a la antepasada de Bra —además, ahora estamos nosotras, ¿Crees que será fácil, idiota?

Este frunció el ceño molesto por la contestación. No espero ni dos segundos y se lanzo hacia las mujeres y comenzó la pelea. Las únicas que estaban peleando eran Pan y Misaki, ambas iban a aprovechar la oportunidad para luchar, además de que sus amigas no son muy fanáticas de las pelas.

A Tomnus le estaba costando demasiado poder mantener la pelea contra las dos diosas, pero no estaba dispuesto a morir, a dejar su meta morir, esa por la que estuvo tanto tiempo luchando a través de galaxias y planetas.

 —NO LO VOY A PERMITIR, YO VOY A GANAR Y VOY A DESTRUIR TODO —exclamo enfadado, y una gran masa de ki salió de su cuerpo empujando a las dos diosas lejos de él.

Las diosas del amor no pudieron evitar enojarse al ver a sus amigas salir volando, así que se lanzaron hacia Tomnus quien quedo sorprendido, si con las otras dos les costaba con ellas era mucho peor, sentía que no iba a poder ganar.

—te vas a arrepentir —murmuro lo suficientemente alto para que la escuchara.

Cada vez se sentía mas acorralado, mas cuando Pan y Misaki volvieron y se sumaron a la pelea. Tomnus se siente aun mas acorralado y eso le estaba haciendo sentir algo que jamás sintió: miedo. 

Las cuatro se detuvieron y lo vieron con dureza —no... —susurro y se alejo de ellas —no... —volvió a repetir —yo... voy a cumplir mi sueño, ustedes no me detendrán —murmuro y con lo ultimo que le quedan de fuerzas creo una gran bola de ki en su mano —MUERAN.

La gran bola de energía fue lanzada hacia las cuatro diosas a una velocidad increíble, ellas estiraron sus manos y crearon una barrera con su ki. Al chocar la gran bola con la barrera  haciendo que entre las dos masas de energía saliera una gran onda expansiva que mando a volar varios arboles que se encontraban a su alrededor, y que la montaña empezara a colapsar.

Las cuatro quedaron sorprendidas al notar la cantidad de presión que estaba poniendo Tomnus a pesar de estar tan agotado. Pero ellas eran cuatro y estaban unidas, y él estaba solo y agotado.

Todos pusieron todas sus fuerzas, pero la técnica de Tomnus le afecto a él, su propia técnica lo había matado, le jugo en su contra.

Cuando todo se detuvo, las cuatro se miraron con la respiración agitada, y las diosas del amor se lanzaron a sus amigas para poder abrazarlas y festejar.

Las diosas se separaron y con una sonrisa se miraron —bien chicas, es hora de que vuelvan —les dice Mei con una dulce sonrisa —gracias por todo hasta ahora, se que debió ser duro, pero ya termino.

 Misaki puso su mano en el hombro de Pan —eres fuerte, sigue así —le dice con media sonrisa y esta asiente.

Mei directamente la abrazo y luego se separo —estoy segura de que sabes el camino que debes tomar —le dice con una sonrisa —y que Pan estará siempre a tu lado, así que no te estreses. Las diosas de la guerra les cuesta mucho aceptar sus sentimientos.

—¿Qué quieres decir? —preguntaron las dos diosas amantes de las peleas.

Bra soltó una pequeña risita —lo entiendo, gracias.

Las dos antepasadas se pusieron juntas y vieron a sus sucesoras —bien, es hora de que vuelvan —dice Misaki mientras se cruzaba de brazos.

—nos volveremos a comunicar, siempre hay amenazas en el universo —les dice divertida Mei.

Ninguna pudo decir nada porque desaparecieron y volvieron a aparecer en la tierra, y solo una persona las sintió.



Una Historia Sin Igual  [Pan Y Trunks]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora