Another Song-Bughead

Once

~Another Song -Bughead~

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Pasaron dos maravillosos meses en los que Betty y Jughead se dieron el lujo de disfrutar su noviazgo. Como Betty tenía las vacaciones de fin de año y Jughead por ser un "novato" también gozaba de bastante tiempo libre. Aunque claro, había días en los que ambos no podían verse, había otros en los que Betty tenía que recordar que debía llegar temprano a casa o sus padres se preocuparían.

Ese fin de semana en especial, Jughead ya había adquirido un pequeño departamento en la ciudad donde estaría viviendo. Betty había ayudado con la limpieza y con la pequeña mudanza del pelinegro. Ella estaba feliz por tenerlo más cerca. Aun los dividía una larga media hora entre su casa y su departamento, pero eso era mucho mejor que tenerlo en Riverdale.

─ ¿Has pensado en la universidad? ─ preguntó dando un brochazo a la pared. Estaban pintando.

─ Aun no sé cuál elegir. Mis padres no ayudan mucho, Papá no quiere que vaya lejos pero mamá me motiva a ir a Boston por la buena educación... ─ explicó frunciendo los labios.

Jughead soltó un suspiro. Ahora que habían pasado mucho más tiempo juntos y que ambos estaban seguros en su relación, él tampoco quería dejarla ir. Tenerla a tanta distancia sabía que complicaría las cosas.

─ Tú... ¿no vas a darme tu opinión? ─ alzó las cejas a su novio.

─ Prefiero que elijas conforme lo que quieras. Eso es lo que he hecho durante toda mi vida y... no puedo quejarme. Han sido mis decisiones las que me han traído hasta aquí. ─ se encogió de hombros.

─ Bien, pero no me hará daño escuchar tu opinión... ─ lanzó suavemente la brocha al rostro del pelinegro manchando su nariz.

Jughead retrocedió con un gesto de indignación. ─ Ah, ya veo... así quieres jugar. ─ comenzó a alcanzarla con la brocha manchando el rostro de la rubia y algo de sus brazos.

─ ¡Oye! Lo mío ha sido una cosa de nada... ─ rio continuando su pelea de brochas y pintura.

Entre sus juegos, ambos terminaron cayendo al suelo entre risas y llenos de pintura.

─ Mírame, Jug. ─ señaló. ─ Las personas en la calle creerán que soy una loca.

─ Puedes ducharte aquí... ─ curvó los labios en una sonrisa pícara.

─ Mi ropa esta arruinada también. ─ cambió el tema. Entre Jughead y ella no había habido más que besos apasionados y aunque a veces ella creía que estaba lista, aun sentía un poco de intimidación al pensar en ello.

─ Bueno, no tendrías problemas si tuvieses algo de ropa en el departamento... digo, también podrías aceptar la solicitud de universidad aquí en california y no sé... pasar las noches aquí...

─ ¿Estas... insinuando que me mude contigo? ─ se incorporó sorprendida.

─ Es solo... una sugerencia. No quiero que pienses que te presiono o algo así.

─ Tú... ¿quieres que me mude? ─ se acercó quedando a solo centímetros de los labios de Jughead.

Él pudo sentir su corazón acelerarse ante la cercanía de Betty.

─ Me encantaría. ─ sonrió. ─Pero no quiero que creas que es para...

No pudo continuar hablando. Sus labios habían sido sellados por los de Betty en un tierno beso.