Another Song-Bughead

Veintidos

~Another Song - Bughead~

Antes de que Jughead pudiese atraerla hacia él para poder unir sus labios, ella salió corriendo por el pasillo.

Aunque sus movimientos eran torpes, Betty sabía que si quería conseguir algo con Jughead, debía acorralarlo. De lo contrario no iba a conseguir nada.

Al reconocer la habitación del chico, entró y se apresuró a dejarse caer sobre la cama. El techo daba vueltas a su vista, pero ella solo podía mantener una enorme sonrisa en sus labios.

─ Betty.... ─ Jughead entró tras ella.

─ No vayas a arruinarlo. Por favor. ─ se incorporó con torpeza.

─ ¿Cómo podría arruinarlo?

─ Si hablas... si alguno de los dos dice algo... sin duda vamos a arruinarlo. Sólo... dejémoslo ir. ─ se colocó de pie comenzando a desabrochar su vestido con lentitud.

Jughead no dijo nada. Comenzaba a lidiar con aquella lucha interna sobre lo que debía hacer. Porque sin duda alguna, la mujer que estaba frente a él, le volvía loco. Y la deseaba, tanto como la amaba.

Ella lo observaba con aquella devoción que solo lograba encender aún más su pasión por ella.

Betty se encontraba completamente en ropa interior. Ella estaba de alguna manera esperando algún movimiento por parte de Jughead, pero él simplemente la recorría con la mirada como solía hacerlo.

¿La estaba admirando? Probablemente.

Y ya que sabía que la moral de Jughead no le dejaría avanzar, fue ella misma quién camino acortando la distancia y atrayéndolo hasta unir sus labios en un lento y seductor beso.

Al principio, fue un poco difícil que Jughead le siguiese el ritmo, pero después, ambos parecieron perderse en aquella burbuja donde solo importaban ambos.

Los besos subieron de ritmo al igual que las caricias por el cuerpo de ambos. Betty termino de despojar al pelinegro de aquella camisa, tal como había estado deseando hacerlo durante toda la noche.

Pero cuando ambos cayeron sobre la cama, y Betty comenzó a despojarse de su sujetador, fue entonces cuando Jughead se dio cuenta de que lo que estaban haciendo estaba mal.

─ Espera... ─ se colocó de pie alejándose.

─ ¿Qué pasa? ─ Betty alzó una de sus cejas alzándose sobre sus brazos.

─ Nosotros no... no deberíamos estar haciendo esto. ─ explicó pasando su mano por su cabello.

Betty soltó un suspiro. ─ ¿Ves? Te dije que lo arruinarías si decías algo.─ se dejó caer en la cama nuevamente.

─ ¿En serio? Porque hablar en el pasado nos hubiese ayudado mucho. ─ comentó de manera irónica.

Betty apretó los ojos y asintió. ─ Es verdad... lo siento.

Se quedaron unos segundos en silencio. Procesando la información de formas diferentes.

─ Betty... Te deseo... ─ al escuchar aquellas palabras, Betty lo observó incrédula.

─ ¿A qué viene esa confesión después de habernos interrumpido tú mismo? ─ alzó las cejas.

─ Es que quiero que lo sepas. ─ se acercó a su armario, donde sacó una de sus camisas. ─ Porque no quiero que pienses que no deseo estar contigo. Es todo lo contrario. ─ le extendió la camisa. ─ Pero no quiero que lo que pase entre nosotros sea algo de una noche. Ojala pudiera tenerte todos los días en mi cama y poder hacerte el amor como realmente deseo hacerlo.