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Cuando Jungkook cruzó el umbral de la puerta del aula a la mañana siguiente todas las miradas repararon en él. Concretamente en su labio herido. El rumor sobre su pequeño incidente con Park había corrido como la pólvora, y todo el internado estaba deseando saber quién era el chico que se había atrevido a levantarle la mano a Park Jungsuk. Para el azabache no era gran cosa, estaba acostumbrado a las miradas, aunque las que solía recibir denotaban en su mayoría repulsión, miedo, odio e incluso pena, pero no admiración, como algunas lo hacían ahora.

Jeon siguió su camino, descolgándose la mochila y sentándose sobre la silla, apoyando los antebrazos sobre la mesa y la cabeza sobre estos, esperando pacientemente a que la clase comenzase. 

Los murmullos a su alrededor disminuyeron su volumen a medida que las horas pasaron, o simplemente Jungkook dejó de oírlos, concentrándose en sus propios asuntos. Tras la clase de inglés el azabache se encontraba ya en la cafetería, aunque únicamente para coger su comida, porque corriendo la noche anterior había encontrado un pequeño merendero cerca del campo de baloncesto, que parecía bastante tranquilo, ideal para él. Y poco después Jeon confirmó su teoría, sentándose allí a disfrutar tranquilo de su comida, observando desinteresadamente el paisaje, alejado del barullo de la cafetería, entre el cual y rubio y un pelirrosa hablaban ajenos a su alrededor.

"Vamos, seguro que tú conoces la versión buena. Cuéntamelo, Tae." pedía el pelirrosa, mientras el rubio lo ignoraba, removiendo las verduras de su plato con el tenedor.

"¿Qué se supone que debe saber Tae?" cuestionó Seokjin con el ceño fruncido frente a ellos.

"Lo que pasó ayer con Park y el chico nuevo, hyung." le aclaró Jimin rápidamente.

"¿Por qué iba Tae a saber eso?" continuó Kim con una mueca de confusión.

"Porque el chico es su compañero de cuarto." respondió el más bajito como si fuese una gran obviedad.

"¿Desde cuándo tienes compañero de cuarto, Taehyung?" se dirigió el pelimorado al rubio, visiblemente confundido.

Park bufó. "¡Desde que llegó Jungkook!" exclamó indignado. "Ahora Tae, puedes por favor contarnos qué pasó con Park y Jungkook." le pidió al rubio, aunque la proposición no parecía precisamente amistosa.

Taehyung bufó. "Jungkook salió a correr después de la cena, y volvió menos de diez minutos antes del toque de queda con el labio sangrándole. Cuando le pregunté qué le había pasado me dijo que el chico de la cafetería quería una segunda ronda." relató. "Ahora, ¿puedo comerme las putas verduras en paz?" cuestionó.

"Esa boca." lo reprendió el mayor de los tres, y el reclamado solo hizo un mohín.

"Bueno, al menos cruzaste más de tres palabras con él, ya es más de lo que conseguiste la primera vez." destacó Jimin.

"Hablamos durante un rato por la tarde en realidad." le hizo saber Kim, y Jimin se atragantó con el zumo, mirándolo con los ojos muy abiertos. "Es agradable. Quiero decir, no nos contamos todas nuestras intimidades ni nos hicimos pulseritas de la amistad pero es majo. Y no es hetero. Odio a los heteros." concluyó, arrugando la nariz.

Sus compañeros de mesa se carcajearon, y Taehyung se encogió de hombros con una falsa sonrisa inocente antes de levantarse a tirar el contenido de su bandeja.

A lo lejos, Jeon se dirigía también hacia el cubo de basura, dispuesto a tirar los restos de su tranquilo almuerzo.

"Hostia, pero si es mi gilipollas favorito." escuchó a lo lejos , y reconoció la voz del ya conocido castaño, ignorándolo a la vez que soltaba un suspiro cansado. Pero Park no cesó. "¿Vas a hacerte el mudito otra vez?" preguntó, mientras Jungkook observaba a Taehyung, que permanecía de pie junto al cubo de basura. Sus miradas se cruzaron fugazmente, antes de que Jeon la apartase. "Me estás inflando las pelotas, emo de mierda." le hizo saber, mientras se levantaba de la mesa.

"Jungsuk, para de hacer el ridículo anda." habló alguien a sus espaldas, y Jeon se sorprendió al reconocer al pelimenta que parecía ser el capitán del equipo de baloncesto.

"¿Por qué no te metes con alguien de tu tamaño, Min?" se burló el castaño.

"Podría preguntarte lo mismo, se ve a simple vista que su cerebro es bastante más grande que el tuyo." contestó el pelimenta, desafiándolo con la mirada.

Park se levantó, visiblemente dispuesto a enfrentar al chico, pero Jungkook fue más rápido, y en un movimiento fugaz se posicionó delante de este, estampando a Park contra la columna junto a la mesa en la que Min estaba sentado. Jeon era consciente de que el chico podía defenderse por si mismo, pero no iba a permitir que recibiese unos golpes que eran para él.

Con su mano derecha en el cuello contrario, el pelinegro se acercó al rostro de Jungsuk, con sus ojos llenos de ira fijos en él. "Escúchame bien, Park. Se me está acabando la paciencia y solo llevo dos días aquí, así que ya puedes ir olvidándote de que existo o me voy a hacer un puto collar con tus dientes y unos pendientes a juego con tus ojos. ¿Te ha quedado lo suficientemente claro?" preguntó, todavía manteniendo el agarre en la garganta contraria. Al ver que el castaño no respondía, Jungkook alzó la voz de nuevo. "¡Te he hecho una puta pregunta, Park!" bramó, estampando el cuerpo del chico contra la columna de nuevo.

"S-sí..." respondió Jungsuk cuando el azabache aflojó ligeramente el agarre de su cuello.

Jeon sonrió en grande. "Genial. Espero que así sea." le dijo, dando un último vistazo a su alrededor. "Podéis volver a lo vuestro, el espectáculo se ha acabado." informó, antes de girarse sobre sus talones y salir de la cafetería de nuevo.

La estancia permaneció en silencio durante unos segundos, hasta que la risa de Min se hizo presente. "¡Oh, joder! ¡Me encanta este chico!" exclamó, y Taehyung se sorprendió a si mismo siendo el siguiente en hablar:

"Igual eres tú el que tiene que refugiarse en una cama ajena por el miedo, Jungsuk." se burló, con los brazos cruzados sobre su pecho, con la ceja alzada y una sonrisa irónica resbalando por la comisura de sus labios. "Si es que alguien está tan desesperado como para dejarte entrar." añadió, viendo cómo Park se frotaba el cuello, recostado contra la columna contra la que Jeon lo había empujado.

Cuando esa tarde, Jungkook apareció por la habitación, a Taehyung le faltaban halagos para felicitarlo. Y, aunque Jeon no solía sentirse orgulloso de pegar a alguien, esa vez estaba jodidamente satisfecho. Porque él ya había sido su propio matón, y no permitiría que alguien lo fuese de nuevo.

 Butterfly [kookv]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora