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Para Taehyung era casi un sueño pensar que todo se había acabado. Que ya no tenía un padre abusivo que le impedía estar con la persona que amaba, ni un compañero violador al que debía ver cada semana. Aunque Jungsuk estaría de vuelta en breves, a Kim le gustaba pensar que ese tiempo sería eterno, y técnicamente sí podría serlo una vez que terminase el curso.

El rubio se dejó caer sobre la cama mientras se mordía el labio. Era fin de semana, y aunque ya no tenía ninguna razón para no ir a casa, había decidido quedarse. Principalmente, porque Jungkook se quedaba también, y porque era un día especial para él. Taehyung había estado meditando si sería una buena idea, pero había decidido comprar un pequeño regalo para el mayor ya que era diecisiete de mayo. Él simplemente lo había visto y había decidido que Jeon debía tenerlo, y el día le parecía sin duda el adecuado para que lo recibiese.

Se levantó de un salto cuando Jungkook abrió la puerta, y este lo miró con las cejas alzadas.

"Wow. Sí que me echabas de menos." exclamó, moviéndose hacia la cama del rubio.

El nombrado bufó con las mejillas coloradas. "Serás idiota." murmuró, y el contrario hizo un mohín antes de dejar un pequeño beso sobre sus labios.

El menor rodó los ojos mientras jugaba con sus manos, y el pelinegro aprovechó para agarrarlo de la cintura, tumbándose sobre su pecho. Taehyung quiso permanecer así, pero la inquietud de darle a Jungkook su regalo lo estaba matando, así que se levantó muy a su pesar, bajo la mirada confundida del pelinegro.

"¿Qué pasa?" preguntó, y Kim sintió que se derretía bajo la mirada suave que le regaló.

"Nada." lo tranquilizó sonriendo. "Ven, tengo algo para ti." le dijo, invitándolo a quedar sentado sobre la cama de nuevo. Jungkook obedeció confuso, mientras el menor sacaba una caja de su mesilla de noche. "El otro día estaba paseando por un pequeño mercadillo cerca de aquí y vi esto. No pude evitar acordarme de ti y de este día." le dijo, mientras le tendía la caja. "Hoy es diecisiete de mayo. Y yo no puedo estar más orgulloso de ti, Kook." admitió. mientras el azabache abría la caja, topándose con una pulsera de la que colgaba una pequeña mariposa negra y naranja.

"Tae..." murmuró el pelinegro mientras la acarciaba con sus dedos.

"¿No te gusta? Lo siento, no tenía que habértela dado hoy. Lo sient-" habló atropelladamente, pero el mayor no le dejó acabar. Cubrió sus labios con los propios mientras apretaba su cintura. Y Taehyung sintió todas las palabras implícitas en aquel beso acariciarle con suavidad el corazón.

"Eres lo puto mejor de mi vida, KIm." le aseguró el azabache a centímetros de sus ojos.

"Tú también eres lo mejor de mi vida, Kook." susurró sonriente. "Muchas gracias por ser tan valiente y darme la oportunidad de poder celebrar contigo un día como hoy."

"Hace dos años apenas tenía razones para conseguirlo. Hoy te tengo a ti, que eres todas las razones que necesito." sonrió Jungkook, acariciándole las hebras rubias.

Taehyung lo miró con los ojos brillosos mientras negaba. "Tú tienes que ser todas tus razones." le pidió, y Jeon lo miró de una forma tan intensa que el rubio se vio incapaz de apartar la vista. Jungkook tenía un imán en sus ojos que lo atraía sin control. "¿Q-Qué pasa?" preguntó.

"Estaba pensando en lo mucho que ansió que estemos juntos." le dijo, y el menor sintió el aire morir en sus pulmones.

"Kook..." apenas fue capaz de murmurar.

"Este sitio no es el mejor, pero contiene toda nuestra historia. Y hoy, hoy es el día más especial del año para mi, y me encantaría tener otra razón para que lo fuese." empezó, y Taehyung apenas podía moverse. Él había soñado tanto con ese momento que parecía casi imposible que estuviese ocurriendo. "Así que, Kim Taehyung, en nuestro humilde dormitorio de internado te pregunto: ¿le harías a este pobre adolescente el gran honor de ser su precioso novio?" Jungkook habló con voz dulce, a escasos centímetros de su rostro, mirando sus ojos oscuros con adoración, y Kim sintió como cada poro de su piel se llenaba de euforia. Porque eso era Jungkook para él. La más grande euforia y la más bonita caricia en su pobre y herido corazón, reparando cada resquicio con sus suaves dedos.

"¿Entonces...?" inquirió el azabache, devolviendo al rubio a la Tierra.

"Dios, jodidamente sí." casi gritó el menor, y sus mejillas enrojecieron al momento. Jungkook sonrió en grande, mostrando sus blancos dientes. Porque Taehyung era adorable.

"Me alegra oír eso." afirmó el pelinegro, acercándose al rubio con diversión. "Ven aquí." pidió, y el menor sonrió con una ceja alzada.

"¿Quieres un besito?" preguntó Kim, y Jeon asintió. "No sé, no sé..." se burló, haciendo un mohín.

Jungkook se mordisqueó el labio inferior entre los dientes, y se acercó al rubio, agarrando sus caderas antes de lanzarse a besarle.

Taehyung quiso hacerle rabiar un poco, manteniendo sus labios sellados, impidiendo la intromisión contraria.

Jungkook se separó un poco, chasqueando la lengua. "Abre la boca, Taehyung." pidió, y el nombrado negó con la cabeza. Jeon lo miró de nuevo, antes de mordisquear el belfo contrario, haciéndolo jadear y aprovechando el gesto para conseguir su objetivo.

Taehyung se dejó hacer, porque él de verdad no era bueno luchando contra Jeon. Era débil ante su tacto, y el azabache lo sabía.

Se besaron durante un rato, y Kim disfrutó de cada caricia del contrario. El pelinegro lo hacía sentir tan seguro y tan en paz que era incapaz de alejarse de su tacto.

Esa tarde ambos chicos descubrieron su nuevo camino. Como dos mariposas, comenzaron la volar juntos por fin. Extendieron sus alas sin pudor y decidieron que nada ni nadie podría desestabilizarlos. Porque, al fin y al cabo, estaban juntos. Y juntos nadie podía hacerles daño.

"Te amo." murmuró el azabache, mirándolo a los ojos.

Taehyung creyó que estaba soñando.

"Te amo también." aseguró el rubio.

Y Jungkook supo entonces que Taehyung era la mariposa más bonita que jamás había conocido.

 Butterfly [kookv]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora