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"¡Gracias por traerme, Señor Park!" exclamó Taehyung mientras se bajaba del coche.

El hombre negó con la cabeza. "Ay, Taehyung... Te conozco desde que ibas en pañales y aún sigues llamándome Señor Park."

El rubio soltó una risita. "Los modales hacen al hombre, Señor Park." contestó, haciendo incapié en las dos últimas palabras y despidiéndose con la mano. "¡Nos vemos el domingo, Min! ¡Hasta otra, Señor Park!" exclamó, viendo como el vehículo desaparecía calle abajo,con el pelirrosa agitando la mano por fuera de la ventanilla y con el hombre a su lado negando con la cabeza con una sonrisa divertida. Taehyung de verdad amaba a esa familia.

Suspiró, una vez frente a la puerta, y giró la llave con parsimonia. Una vez cruzó el umbral el silencio se hizo presente. Taehyung lo agradeció mentalmente. Ese fin de semana su padre no estaba en casa, y aparentemente su madre no se encontraba dentro tampoco.
Dejó su bolsa de piel en el cuarto de la limpieza, y subió a su habitación con pasos perezosos. Se deshizo rápidamente del abrigo, la camisa de seda y los pantalones apretados. Se metió en la ducha, disfrutando del agua resbalando por su tersa piel, enjabonándose el pelo con masajes suaves.

Cuando volvió a bajar, ya vestido y con el pelo todavía mojado, su madre lo esperaba en el sofá. Taehyung sonrió en grande, llegando hasta ella y abrazándola por los hombros. La mujer le devolvió la sonrisa, acariciándole la espalda con cariño.

"¿Cómo está mi niño precioso?" quiso saber, haciéndole sertarse a su lado.

Taehyung rodó los ojos, pero había una sonrisa en sus labios. "Bien, mamá, bien." la tranquilizó.

"¿Alguna novedad? Cuántame algo, que seguro que alguna novedad tendrás." insistió, apoyándose la mano izquierda sobre la sien.

Taehyung estuvo a punto de mencionar a Jungkook, pero se abstuvo. Porque aunque sabía que su madre no tendría una mala intención, también era consciente de que se lo contaría a su padre, y este haría que el azabache acabase fuera del internado con tal de que su hijo no compartiese cuarto con otro chico. El padre de Taehyung no era precisamente comprensivo, si bien no lo había mandado a alguna terapia para curar la homosexualidad, la noticia tampoco le había causado especial ilusión, asegurándose de reducir sus contactos con hombres lo máximo posible. Taehyung no quería causarle problemas a Jungkook por culpa de su padre homófobo.

"No mucho." terminó por contestar, encogiéndose de hombros. "He estado estudiando bastante esta semana, así que tampoco me he enterado de los cotilleos."

La mujer puchereó, en un gesto infantil que hizo al rubio soltar una risita. "Jolín, yo quería alguna historia de las tuyas." se quejó.

Kim se río. "A veces no sé quién es el adolescente aquí, mamá." se burló, con una ceja alzada.

La mujer lo miró con indignación finjida. "Voy a hacer como que no he oído eso, vamos a cenar." habló, levantándose en dirección a la mesa.

Taehyung sonrió y se levantó también, sentándose a la mesa. "¿Cuándo vuelve papá?" preguntó, mientras su progenitora le servía la comida.

"El lunes." respondió, sentándose frente a él, y el rubio suspiró de alivio, porque no le apetecía ni un pelo cruzarse con él.

Esa noche Taehyung se fue a la cama pronto, después de una sesión de películas con la única mujer de su vida. Se escondió bajo las mantas, convirtiéndose en una pequeña bola debajo del edredón.

Observó la habitación en medio de la oscuridad, forzando los ojos para tener una mejor vista de estancia, y de repente todo le parecía demasiado simple. Las paredes cubiertas con algunas fotografías a las que Taehyung ni siquiera tenía ninguna estima. La única que apreciaba de verdad era una pequeña fotografía en la que Jimin y él sonreían alegremente, en uno de los cumpleaños del pelirrosa. Esa fotografía ni siquiera se encontraba con él, al menos no en esa casa, sino que se encontraba en su habitación del internado. Era, de hecho, la única fotografía de todo el cuarto. Él no se había llevado ninguna más, y Jungkook no tenía absolutamente ninguna, al menos no por el momento.

El rubio suspiró y cerró los ojos, luchado por quedarse dormido.

En apenas una semana, Kim había descubierto muchas cosas. Hacía mucho tiempo que no compartía habitación con alguien, al menos no más de una noche, y él de verdad se había olvidado de lo que significaba el compañerismo. Y, aunque Jeon Jungkook no era una persona con la que, a primera vista, Taehyung congeniase bien, ellos podrían acabar siendo buenos amigos. Sus personalidades eran completamente distintas, pero era solo cuestión de tiempo que aprendiesen a hacerlas encajar perfectamente, como un puzzle al que todavía le faltaban piezas.

Jeon era una caja de sorpresas, desde su ropa oscura, sus piercings y tatuajes (los cuales había podido observar estado ambos solo en el cuarto, cuando Jungkook usaba camisetas de manga corta) y su carácter cortante y humorista a la partes iguales Jeon era un gran misterio.

Taehyung se quedó dormido finalmente, reparando fuerzas para el fin de semana, mientras abrazaba una almohada, siendo esta su única forma de conciliar bien el sueño.

Al otro lado de la ciudad Jungkook daba vueltas sobre el colchón, suspirando y maldiciendo. Se levantó bufando, moviéndose hasta el escritorio, cogiendo entre sus manos su cuaderno negro y encendiendo la pequeña luz del flexo que reposaba sobre el escritorio, acariciando con parsimonia el dibujo de una mariposa  pegado sobre la cubierta de la libreta con una sonrisa nostálgica.

Llevó la vista al tatuaje de su brazo izquierdo y lo acarició también, devolviendo la vista al frente y apoyando la cabeza sobre sus manos. Jungkook de verdad no podía creerse que había dormido mucho mejor en el internado que en su propia cama.

Negó con la cabeza, levantándose de nuevo hasta el baño, abriendo un cajón y cogiendo la caja de pastillas para dormir. Se llevó una a la boca, llevando la cabeza hacia atrás para tragar mejor el pequeño medicamento. Observó su reflejo en el espejo por última vez, antes de apartar la mirada y apagar la luz, caminando de nuevo hasta la cama.

Qué largo se le iba a hacer el fin de semana.

 Butterfly [kookv]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora