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Una vez más, Taehyung y Jungkook estaban atrapados en su habitación.

Hacía apenas un par de semanas desde la oficialización de su relación, Taehyung ya había ido a cenar con los Señores Jeon siendo oficialmente el novio de Jungkook y el azabache había hecho lo mismo también. Apenas quedaban un par de semanas de clase, y algún examen final. El rubio planeaba estudiar en casa, pero contra todo pronóstico debido al momento del año en el que se encontraban, una enorme tormenta había truncado sus planes. Ese día Seúl se había convertido en un montón de nubes, lluvia, truenos y relámpagos. Kim no tenía ningún tipo de miedo de las tormentas, pero había decidido no arriesgarse a salir y pasar el fin de semana allí.

Jungkook por su parte se había visto obligado a lo mismo, porque no quería hacer conducir a su madre en aquellas condiciones.

Así que, con el azabache rodeado de apuntes sobre su cama y el rubio con una montaña de subrayadores colocados sobre el escritorio, ambos adolescentes permanecían en silencio dentro del cuarto estudiando (o al menos intentándolo).

Habían pasado casi tres horas desde que se habían puesto a estudiar, y el rubio todavía no se veía capaz de afrontar con éxito sus últimos exámenes.

"Tae, deberías descansar un rato." el pelinegro fue el primero en romper el silencio. "Llevas mucho rato estudiando, tienes que despejarte un poco." sugirió, y el rubio suspiró con impotencia.

"Es que no se me queda." habló desesperado, girándose hacia el mayor. "Voy a suspender, Jungkook." aseguró, con ojos preocupados.

"Vamos, Tae. Estoy seguro de que te lo sabes perfectamente." habló seguro. "Si yo puedo sacarlo tú también puedes, eres mucho más inteligente que yo."

"Eso es mentira." bufo el rubio, dirigiendo la mirada al suelo.

"Es verdad." le dijo Jeon, levantándose de la cama mientras se dirigía hacia él, cogiendo la silla de su propio escritorio en el camino y colocándola frente al rubio.

"¿Qué haces?" preguntó el menor confundido al ver como el azabache se apoderaba de sus apuntes, ojeándolos con interés.

"Venga, voy a preguntarte." le dijo confiado, y Taehyung dejó escapar una gran bocanada de aire. Aquello iba a ser un desastre.

Veinticinco respuestas correctas después, Jungkook lo miraba con una ceja alzada, mientras Taehyung evitaba su mirada con las orejas rojas.

"¿Así que no se te quedaba, eh?" se burló el pelinegro, echándose hacia delante en su silla.

"Ha sido pura suerte." se excusó el menor, encogiéndose de hombros.

"Suerte tengo yo de ver tu carita bonita todos los días." respondió el mayor con burla, mientras pellizcaba una de sus mejillas.

"Imbécil." murmuró contrario, mientras el azabache apretaba entonces ambas mejillas, abultando sus labios.

"Ay, mi amor ¿Ni siendo tu novio vas a dejar de insultarme?" preguntó, falsamente herido.

"No." respondió el rubio. "Y shuetame." exigió, sin poder vocalizar bien por culpa de las falanges que apretaban sus mejillas.

"¿Qué dices? No te entiendo." lo hizo rabiar el mayor.

"Que me shuete." exigió de nuevo. "¡Shuetame, Jungoo!" casi gritó, oyendo las carcajadas del pelinegro.

Jungkook lo soltó por fin, y no le dio tiempo a quejarse antes de lanzarse a sus labios. El rubio quiso negarse porque estaba "enfadado" con el contrario, pero ¿a quién quería engañar? Él no iba a perder la oportunidad de besar a Jungkook.

"¿Y si en vez de estudiar te llevo hasta la cama y te doy muchos besos?" murmuró el azabache contra sus labios, y Taehyung tuvo un pequeño debate mental. Pero aquello le duró poco. Se había pasado toda la semana estudiando, tenía el examen aparentemente bien preparado y se estaba muriendo por besar a su novio.

"Me encanta esa idea." decidió, observando la sonrisa perfecta de Jungkook.

Jeon lo elevó por la cintura, sin despegarse de sus labios mientras lo guiaba hasta la cama, y se sentó sobre el colchón, ayudando al menor a quedar sobre su regazo. Deslizó sus manos por la espalda de Taehyung, cubierta por la tela de su camiseta ancha, y el rubio soltó un pequeño jadeo contra su boca mientras empuñaba la camiseta negra de Jungkook.

El azabache sabía que debía controlarse, y fue él el primero en separarse cuando sintió que la situación escalaba de nivel y sus manos comenzaban a hormiguear por el tacto contrario.

"Taehyung, deberíamos parar." sugirió, devolviendo al rubio a la realidad.

El menor lo miró con los ojos brillantes, las mejillas sonrojadas y los labios entreabiertos, y Jeon sintió como se le secaba la boca.

"No quiero parar." respondió Kim al fin, y el pelinegro lo miró con sorpresa. Taehyung se había cansado del miedo. Se había cansado de sentir las manos de Jungsuk cada vez que alguien lo tocaba. Se había cansado de dejar que tuviese poder sobre él. "Quiero hacer esto contigo."

"Yo... Eh... Quiero decir... ¿Estás seguro?" farfulló el azabache con sorpresa, y el rubio sonrió con ternura ante la repentina inocencia que desprendía el contrario. Le dio un pequeño beso que el mayor apenas acertó a corresponder antes de asentir.

"Completamente seguro." afirmó, mirándolo a los ojos con seguridad.

"Está bien." murmuró el peliengro. "Sabes que si te arrepientes no hay problema. Si no quieres seguir o hago algo que no te guste solo tienes que decirlo. No quiero que lo pases mal." le aseguró, acariciándole la cintura con dulzura.

"Lo sé." sonrió Taehyung. "Confió en ti." le dijo, y la sonrisa de Jungkook fue tan grande que Kim pensó que las comisuras de sus labios se desgarrarían.

Jungkook lo besó de nuevo, y cuando su espalda tocó el colchón, Taehyung no sintió el miedo de siempre. Cuando Jeon se colocó sobre él, casi cubriéndolo con su cuerpo, Kim no sintió la habitual sensación de asfixia que lo había perseguido durante sus últimas relaciones.

Porque la persona que estaba sobre él era Jungkook. Su Jungkook. Y Taehyung confiaba en él. Las manos del azabache eran tan delicadas, lo acariciaban con tanta estima y lo hacían sentir tan feliz que el rubio casi podía sentir como aquella noche borrosa desaparecía por completo de su mente. Como aquellas manos sobre su pecho limpiaban su alma.

Porque, en aquel momento, solo existían Jungkook y él.

 Butterfly [kookv]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora