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Taehyung sentía que lo había arruinado todo. Había pasado casi una semana entera desde el beso, y Jungkook y él se había vuelto casi dos extraños que dormían en el mismo cuarto. Apenas conversaban, solo algunos monosílabos de vez en cuando, que hacían morir lentamente todo el avance que habían conseguido en su relación con el paso de los meses. La tensión era notable en la mesa, Seokjin tratando de hacer alguna broma para aligerar el ambiente y fallando en el intento, y con Yoongi manteniendo sus ojos fijos en la pareja, queriendo colarse en sus mentes y descubrir qué era aquellos que los aterraba hasta el punto de renunciar a una relación por ello.

¿Iba a ser siempre así? Jungkook se preguntaba, mientras veía al rubio frente a él comer en silencio ¿Iba a seguir perdiendo a la gente que quiere por miedo? Quizá estaba exagerando, solo había sido un beso al fin y al cabo, pero Jeon sentía  como si con ese pequeño gesto se hubiese abierto una gran grieta entre ellos, que amenazaba con hacerlos caer en el precipicio de la indiferencia.

"¿Te vas a quedar este fin de semana aquí, Tae?" preguntó Jimin, haciéndolo salir de sus pensamientos.

El rubio se encogió de hombros. "Supongo." fue lo único que respondió, revolviendo la comida de su plazo, notando los ojos del azabache frente a él observarlo sin reparo.

"Hey, ¿quieres mi postre?" preguntó Yoongi, dirigiéndose a él. 

Kim negó con la cabeza. "No, gracias. No tengo hambre." murmuró, y el pelimorado frunció el ceño.

"No has comido casi nada." le dijo, con la preocupación palpable en su voz.

El menor no dijo nada, todavía con la vista fija en su plato. Sentía que si tomaba un bocado más iba a vomitar. El agujero en su estómago se hacía cada vez más grade, consumiéndolo poco a poco.

El azabache frente a él se puso de pie en silencio, dirigiéndose al cubo de la basura con su bandeja en la mano, suspirando cansado.

Vaya puta mierda. Pensó, mientras se alejaba de la mesa. Ver a Taehyung tan decaído lo estaba matando, y más sabiendo que posiblemente era por su culpa. Apenas había dormido en toda la semana, teniendo los ojos tristes del rubio grabados a fuego en su mente. Cada vez que lo veía solo quería arroparlo entre sus brazos y besarlo. Él jamás había sido una persona dependiente, pero con Taehyung parecía ser una persona distinta.

Resoplando, el pelinegro miró su teléfono cuando este vibró en su  bolsillo, desbloqueándolo con dejadez. El aire se le atascó en la garganta cuando vio los mensajes que su madre acababa de mandarle.

Mamá: trae a tu amigo a cenar el viernes

Mamá: tu padre y yo queremos conocerlo

Mamá: nos comportaremos, lo prometo

Mierda. Mierda. Mierda.

Jungkook no había tenido más remedio que contarle a sus padres sobre su compañero de cuarto, básicamente porque se había puesto muy pesados, y su madre llevaba ya un par de semanas sugiriendo conocerlo, cosa que hasta el momento Jeon había evitado bastante bien. No por nada en especial, solo porque no quería hacer sentir incómodo a Taehyung haciéndolo conocer  a sus padres como si se tratasen de una pareja de enamorados. Que ojalá lo fuesen, pero para su desgracia no era el caso.

Volvió a la mesa  a paso tranquilo, frunciendo el ceño ante la inminente ausencia del rubio. "¿Dónde está Taehyung?" preguntó, agarrando su mochila.

"Se ha ido. Ha dicho que le apetecía tumbarse un rato." le dijo Jimin, observando fijamente sus movimientos.

Jungkook asintió y se despidió del grupo antes de salir de la cafetería, robando algunas miradas que lo observaban curioso. Caminó hasta su merendero de siempre, decidiendo que sería mejor dejarle a Taehyung un rato para descansar antes de encararlo. Suspiró con impotencia, ¿Qué se supone que iba a decirle? "Oh, hola Kim. Verás, sé que no hemos hablado en una semana porque nos besamos y yo soy un imbécil que siente que no merece tener a alguien tan precioso como tú a su lado. Por cierto, ¿te apetece cenar el viernes en mi casa? Mis padres quieren conocerte."  Negó con la cabeza, escondiéndose el rostro entre las manos. Malditos sentimientos.

Una hora y media después, Jungkook estaba de nuevo frente a la puerta de su cuarto, sosteniendo indeciso la llave entre sus manos. Cuando por fin se armó del valor suficiente para entrar y traspasó la puerta sus ojos divisaron a un rubio tumbado sobre la cama, y supo que estaba despierto en el momento en que sus orbes chocaron, regalándole un escalofrío al pelinegro.

"¿Podemos hablar un momento?" preguntó, luchando para que Kim no reconociese el nerviosismo en su voz.

"Claro." asintió el menor, incorporándose sobre la cama.

Jungkook tomó asiento sobre su propia cama, justo frente a él. "Necesito pedirte algo."  le dijo, y Kim lo miró con una ceja alzada, esperando a que continuase. "Mis padres quieren conocerte." hablo sin rodeos, y el rubio abrió mucho los ojos.

"¿Perdona?" dijo incrédulo. Ni siquiera tenía el valor para decirle lo que sentía y ya iba a conocer a sus suegros.

"Tuve que contarles sobre mi compañero de cuarto y ahora quieren conocerte." se apresuró a explicar el azabache. "Quieren que vengas a cenar a casa el viernes, de hecho." apuntó. "Solo si tú quieres claro, puedo decirles que no puedes o algo así."

El rubio negó con la cabeza. "No, no. Voy a ir." le dijo, y Jungkook fue incapaz de  ocultar su sorpresa.  

"¿En serio?" preguntó incrédulo.

"Claro. Yo también quiero conocerlos." le dijo sonriendo, y Jeon no reparó hasta ese momento en cuánto había extrañado esa sonrisa. Se la devolvió de forma inconsciente, echándose hacia atrás sobre el colchón.

"Jungkook." lo llamó  el menor, y el azabache hizo un ruido como respuesta. "¿Estamos bien?" le preguntó.

¿Lo estaban? se preguntó el azabache, y la respuesta no se hizo de rogar.

"Lo estamos." confirmó, con una sonrisa resbalando por sus labios, y el contrario no pudo evitar sentir un gran alivio, a la vez que  sus belfos se curvaban en una sonrisa sincera.

"Me alegra oír eso." le hizo saber, con la ,mirada fija en el techo.

"A mi también, Kim. A mi también."

Porque su relación era más que un beso. Su relación era confianza, era preocupación y era amor. Y, como Jungkook había oído ya muchas veces, el amor rompe fronteras.

 Butterfly [kookv]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora