Parte 24

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Con solo una mirada puedes
expresar lo que más sientes
y lo que más quieres, no necesitas
decir nada para que la gente
te entienda
DANIELA OLVEIRA

Después de aquella discusión, Jeff me volvió a dejar amarrada pero no amordazada esta vez. No podía dejar de pensar en lo sucedido en el baño, ¿ De verdad Jeff tuvo que sufrir eso ? Ser quemado vivo es algo que me da escalofríos, incluso para mi esa es la peor forma de morir, pero ahora logro comprender su apariencia tan macabra, fue producto de una maldad. Pero el tiene razón, el ser humano es cruel, llegando a ser mortal para su misma especie. Dani no apareció para aclarar mis dudas, sus marcas son un significado y necesitaba saber cuales eran.


Cada vez que observaba a Marian dormir simplemente me daba envidia, porque estando en una situación donde lo mas probable es llegar a besar a la muerte ella logra dormir. De todas formas estoy segura que mañana, en cuanto el sol salga lograré tener el descanso eterno, porque lo mas probable es que Jeff logre cumplir su deseo de matarme.

(...)

Oir las carcajadas de Jeff me alarmaron haciéndome despertar, miré a todos lados y Marian ya no se encontraba conmigo, entonces no dudé en dejar salir las lágrimas, jeff se ríe Marian no estaba, algo malo le había hecho.

— Alguien acaba de despertar — Habla el pelinegro entrando a la habitación

— ¡ Donde está Marian ! — grité sacudiéndome como sí así fuera a conseguir desatarme

— no grites o enserio te corto la lengua y hago que la mastiques y te la tragues — hice una mueca al escuchar su asqueroso comentario — Hice un juego con ella, era el mismo que el de la anciana pero de otra forma, le hacía una pregunta y cuando me respondía con si entonces me lo iba a demostrar — me sonríe — la pregunta era si aguantaba bien la respiración

— ¡¿ QUE MIERDA LE HICISTE ?! — volví a gritar y Jeff me abrió la boca tomando mi lengua

— ¡ te dije que te calles ! ¿ O debo cortar tu lengua ? — negué con la cabeza y suelta mi lengua — en fin, no aguantó mas de veinte segundos con la cabeza metida en la tina y se ahogó, el reto era llegar a cincuenta — sentí el nudo en la garganta, sentí mis ojos criztalizarse y un dolor insoportable en el pecho.

(...)

Me había quedado dormida otra vez, la razón por la que desperté fue gracias a qué mis fosas nasales captarán un olor muy extraño. Alcé una ceja confundida y seguí oliendo, era un olor verdaderamente extraño, pero no era desagradable. Cuando menos lo espere Jeff entró a la habitación con un porro en la mano deteniéndose frente a mi.

— y creer que hiciste berrinches por una vieja drogadicta — me habla dándole una calada al porro

— ¿ estás fumando marihuana ? — Jeff solo sonreía como respuesta mientras me hechaba todo el humo en la cara.

— pruébalo — dice mientras me acerca el cigarro y yo niego con la cabeza, Jeff saca su cuchillo y lo pone en mi cuello — no te lo estoy pidiendo de favor, es una maldita orden — dice amenazante

Sin más remedio abro la boca y Jeff mete aquella droga en en ella. Le doy una calada y me alejo del cigarro para luego comenzar a toser descontroladamente soltando todo el humo.

— eres una inútil, no sabes fumar siquiera — se queja

— nunca he tenido motivos para fumar y menos drogarme como tú

— la María es buena para el estrés, lo necesitas para llegar relajada al momento que te toque jugar conmigo

— ya hasta te crees que juegas Saw

Así estubimos por unos largos minutos, el le daba una calada y me obligaba a mí también hacerlo, hasta el límite que ya me sentía rara. Comenzamos a reírnos de puras estupideces y hablar de cosas sin sentido.
En estos momentos me encontraba en el suelo sentada con la cabeza recostada en el hombro de Jeff quien estaba fumando el tercero.

— eres un maldito hijo de puta, drogar a una menor de edad — dije mareada

— Callate y sigue fumando — me da el cigarrillo y le doy unaa caladitas

— ¿ nunca te han dicho que eres bonita ? — dice Jeff sin quitar sus bellos zafiros de mis ojos y yo levanto la mirada para observarlo también

— pues tu eres horrible — dije acercandome a el

Nos quedamos callados mientras teníamos una batalla de miradas hasta que pestañee.

— perdiste idiota — dice Jeff cruzandose de brazos — eres mala jugando

— y tu eres un tramposo, no tienes párpados

Y de un momento a otro Jeff me besó, más bien, me estaba devorando los labios. Su boca tenía ese toque a sangre, colocó sus manos en mi cintura y me acerco más a él mientras nuestras húmedas lenguas se tocaban sin pudor. Jeff aún tomándome de la cintura hizo que nos levantaramos del suelo y caímos sobre la cama. Nos separamos por falta de aire y las manos de Jeff comenzaron a deslizarse por toda mi espalda. Estaba encima de el y eso al parecer no le gustaba, así que cambio de posición conmigo y ahora yo estaba debajo de el. Reaccioné e intenté apartarlo de mi...

— ¡ Jeff ! — se detuvo y alejo su rostro de mi — por favor, no sigas...— Jeff se levantó y salió de la habitación

— ¿ Porque me dejé ? ¿ Que mierda estaba haciendo ? — dije mientras colocaba mis manos tapando mi rostro, un poco más y ya estuviera tirando por completo mi orgullo y dignidad, aunque ya eso último casi ni me quedaba después de lo que acaba de pasar. Besarme con un asesino estando bajo el efecto de una droga es caer muy bajo, un tipo que acaba de asesinar a Leila y Marian y yo de estúpida dejándome besar. Necesito llorar, me sentía repugnada, me sentía asqueada de mi misma.

Es un maldito asesino, un maldito loco que no tiene ni una gota de piedad con sus víctimas, una persona que dentro de tan solo unas horas acabaría con mi miserable vida y yo me estaba restregando hace segundos con el y pudo terminar en otra cosa. Daniela Olveira, tu no tienes remedio...

INTERNADA CON LA MUERTE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora