♠Parte 25♠

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La gente no quiere protección
quiere venganza
quieren que los culpables sufran
pero no es tan fácil dejar
que los muertos descansen
en paz
SALLY WILLIAMS

Las horas pasaban y pasaban, me había dedicado a dormir, las ventanas no abrían y la puerta tampoco, aquel asesino con trastornos no regresó, pero seguía en la casa ya que escuchaba sus pasos a xada rato.

Cada parte lastimada del cuerpo de Dani tiene un significado ¿ Pero cual ?

— Dani, ¿ Estas ahí ? — pregunté tirada en la cama — ¿ Porqué nunca me has contado sobre el significado de tus heridas ? — no la sentía, cosa que me decepcionó

El sonido de varias sirenas de carros de policías hizo que me pusiera en alerta. La puerta se abrió de una sola patada dejándome ver a un Jeff lleno de sangre.

— ¿ Que sucede ? ¿ Y porqué estas lleno de sangre ? — dije nerviosa

— eso no importa ahora, la policía está aquí — dijo serio mientras caminaba de un lado a otro para luego mirarme y sacar su cuchillo — hay cambio de planes, te vienes conmigo ahora mismo

— no creas que cumpliré con tu estúpida orden maldito retrasado — dije sin dejar de mirar su fiel amigo el cuchillo

Jeff se acerco a mi y me tomó del cabello colocando el cuchillo en mi cuello, parecía enojado. Era obvio.

— no seas tonta, yo no voy a dejar que me atrapen y no estoy dispuesto a que esos inútiles arruinen mis planes, tu te vienes conmigo porque lo digo yo — habla furioso — ¿ Enserio piensas que los policías va a ser buena onda contigo ? — ríe — aunque no lo quieras aceptar, tu eres una puta asesina que para la sociedad de mierda eres peligrosa al igual que yo, una fugitiva con trastornos mentales ¿ Que crees que te harán ? En un psiquiátrico no te van a meter, te van a matar maldita estúpida

Cualquier camino que tome, será igual su destino, la muerte siempre me va a esperar al final del túnel. Jeff estaba hablando enserio.

— la policía no es lo que piensas, no son héroes que ayudan a la gente, si eres una criminal, para ellos eres una rata, porque no toman en cuenta de que un criminal es una persona, una vida humana, y tu hermosa Daniela...— acaricia mi mejilla y acerca sus labios a mi oido — eres una mujer, ellos son hombres que antes de matarte, te violan...— Mis ojos se abrieron grandemente al decir esas últimas palabras — entonces tu decides, ¿ Te quedas o te vas ? — pregunta alejándose — responde...

— yo...— hice una pausa para pensar, si me quedo con los policías puede que suceda todo lo que Jeff dijo, aunque no debería creerle a un loco, si me iba con el, me torturaria y me terminaría matando, entonces ¿ Que hago ? Todos los caminos llegan a Roma, pero también si me dejo entregar a la policía estaré sin volver a ser libre y puede que mientras huya, logre alejarme de Jeff — ire contigo — Sentimos golpes en la puerta de la entrada seguido a los gritos de un policía.


— ¡ abran la puerta inmediatamente ! — dijo aquella voz ronca y firme

Jeff me toma de la mano y corremos al cuarto de Leila, no pude evitar dar arcadas al  sentir el olor a podrido y ver el cuerpo de Leila. Aguanté la respiración y con los ojos llenos de lágrimas intenté no mirar. Jeff abre las ventanas y sale para luego darme la mano y ayudarme a salir.

— ¡¡ AHI ESTAN !! — Gritaba un hombre detrás de nosotros, era un policía también

— ahora depende si me puedes seguir el ritmo — Habla el pelinegro comenzando a correr.

Lo comencé a seguir intentando ir a la par con el, pero me quedaba atrás ya que no soy muy rápida corriendo, la policía me pisaba los talones. Llegamos a un callejón donde Jeff no dudó en escalar el muro e irse, en cuanto lo iba a intentar, los gritos de un hombre me detienen provocando nervios.

— ¡¡ Quieta !! — me giré rápido y observé a un policía caminar lentamente hacia a mi mientras sacaba la típica porra que suelen usar los policías — se buena chica y no intentes nada

Mis lágrimas comenzaron a salir, miré arriba del muro y Jeff no estaba, se había ido, al volver a mirar al frente habían 5 policías. El que tenía la porra en la mano me golpeó y me tomo del brazo. Intenté golpearlo pero los esquivaba con facilidad. Otro policía que era pelirrojo me apuntaba con un arma.

— Daniela Olveira, no sabes el tiempo que llevamos buscándote — decía un policía rubio quien se me acercó con una sonrisa mientras que el chico de la porra me tenía sujetada inmovilizadome por completo — llevensela, hay que buscar al otro

— ¡ Noo ! ¡¡ sueltenme !! — grité mientras forcejeaba

Me tomaba muy fuerte de los brazos, tanto que me dolía, me obligaba a caminar hasta el auto pero hacía todo lo posible por resistirme, pero un sonido fuerte me sobresaltó y el pelirrojo a mi lado cayó al suelo.

— ¡ Que rayos fue eso ! — dijo un policía pelinegro que era el más joven de los presentes quien sacó su arma al igual que los demás

El policía quien se había mantenido callado frente a la camioneta fue el próximo en caer. Todos a mi alrededor no paraban de mirar por todos lados sin tener éxito de saber quien disparaba, yo solo me disponía a temblar y dejar que las lágrimas salieran de mis ojos llorosos. No sabía de donde venían aquellos disparos, pero el echo de no saber si moriré en el tiroteo me ponía de los nervios.

— ¡¡ SAL DE DONDE ESTÉS !! — exclamó el rubio quien se le notaba mucho las venas del cuello y algunas de la frente mientras apuntaba a todos lados con la pistola.

El policía joven de pelo azabache fue el siguiente en ser atraído por el suelo. El rubio comenzó a disparar a todos lados para luego caer al suelo muerto. El que me sujetaba me soltó rápidamente y sacó su pistola. Sus manos temblaban mientras apuntaba a todos lados. Mi vista se dirigió a la acera de al frente, donde ví a un chico con una pistola que estaba apuntando al policía tembloroso a mi lado quien aún no lo veía. Sin más esperar mas, el último policía cayó al suelo. Yo solo me limitaba a llorar mientras veía a aquel chico, gracias a la oscuridad de la noche no podía ver bien su cara ya que miraba hacía abajo impidiendo ver su rostro. Tenía unos zapatos negros, pantalones de camuflaje, una camisa blanca y una abrigo azul abierto. Su pelo era negro,  mi cuerpo se tenso al momento que levantó la cabeza, su ojo derecho brillaba de color rojo intenso. Fijé la vista en su pistola, gracias a qué la luz de una farola que iluminaba la pistola pude notar que algo colgaba de esa arma, un collar con una cruz invertida.

— ¿ Victor ?

INTERNADA CON LA MUERTE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora