Parte 31 FINAL

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Yo no sufro de locura
yo disfruto a cada momento
JEFF THE KILLER

Jeff me comenzó a besar, bajó sus besos hasta mi cuello y lo comenzó a morder suavemente, dirigí la morada al lugar en donde las llaves cayeron y al ver que ya no estaban sentí un poco de alivio en mi interior. Sin embargo, Jeff clavó su cuchillo en mi muslo izquierdo, dejé escapar un grito desde el fondo de mi garganta en donde las lágrimas salieron al instante.

— pediste que me divirtiera contigo y se cómo lo pedías, pero no soy un maldito violador y prefiero torturarte que es más divertido y ese sería una buena despedida para ti — saco el cuchillo manchado de mi sangre y lo clavó en mi otro muslo haciendo que volviera a gritar, involuntariamente, mis manos temblorosas sujetaron la mano de Jeff quien hacía presión enterrando aún más el cuchillo, mi corazón estaba acelerado, como si se me fuera a salir del pecho, dejaba salir gemidos agonizantes, era un dolor insoportable, mi fuerza se perdía en el intento de sacar el cuchillo del muslo.

Una vez decidido, sacó el cuchillo y antes de que volviera a usarlo en otra zona de mi cuerpo lo empuje lejos y me deje caer al caer al suelo y gritar nuevamente al sentir aquellas punzadas terribles en mis heridas, mis muslos no dejaban de derramar sangre deslizándose por todas mis piernas hasta el suelo.

Me levanté como pude y Jeff me tomo del cabello y obligó a llevar mi cabeza hasta su rodilla para darme un fuerte rodillazo en ma nariz, comencé a llorar con dolor cayendo al suelo, me cubrí la nariz con las manos y estas se mancharon de sangre. El asesino se comenzó a acercas mas a mi y comencé a retroceder intentando levantarme.

— Débil, inútil, miedosa, tonta, zorra — dice con burla — habla tomándome del cabello nuevamente y obligando a que me levanté del suelo, me pega bruscamente a la pared y su mano pasa a mi cuello con rapidez, comenzó a estrangularme con ambas manos mientras yo luchaba por alejarlo — eres todo lo que odio de una persona, mereces morir con dolor, agonizando, llorando por tu miserable vida, eres una escoria que merece desaparecer

Estaba perdiendo fuerzas, el aire ya no pasaba, me estaba ahogando, me sentía desesperada, necesitaba respirar. Le comencé a dar bofetadas por todo el rostro, pero no siquiera se inmuta, me estaba mareando, sentía que me iba rendir.

Tal vez iba a ser lo mejor, mi vida solo ha ido empeorando con el pasar del tiempo, todas las personas buenas que conozco, terminan muriendo, es como una maldición que vivirá conmigo. No tengo familia, amigos, no tengo a nadie, lo mejor sería morir, así no sufriría más, tendría el descanso eterno.

— ¡ Muere ! ¡ muere ! ¡ muere ! ¡ muere ! ¡ muere ! — gritaba apretando más mi cuello

— yo...— intenté hablar, pero no podía, era doloroso, mi vista se estaba nublando — tomé su cabeza, con las pocas fuerzas que me quedaban, con mis dedos pulgares presioné los ojos azulados de Jeff, presionando como si fueran botones, dejando que las uñas intentaran rajar sus corneas, lo único lindo que él tenía debía quitárselo, no merecía unos ojos tan perfectos como los de un zafiro.

Jeff retrocedió cubriéndose los ojos, quejándose del ardor en sus ojos, caí sentada al suelo, tosiendo con descontrol, dolía mi cuello, pero no era momento de pensar en eso. Me levanté del suelo, tambalee un poco por el mareo, pero comencé a correr sin mirar atrás.

— ¡ CORRE TODO LO QUE QUIERAS, AL FINAL ACABARÁS MUERTA ! — Grita Jeff recogiendo su cuchillo del suelo y comenzar a perseguirme

Al salir de aquel comedor me dirigí a las escaleras y las comencé a subir a toda velocidad. Podía sentir las fuertes pisadas de Jeff, pero no me detuve y seguí subiendo.
Piso 6
Piso 7
Piso 8
Piso 9
Piso 10
llegué a la azotea del psiquiátrico, no sabía que hacer, pero Jeff se abalanzó sobre mi y caímos al suelo.

— ¡ No puedes huir de la muerte y lo sabes ! — dice mientras acerca el cuchillo a mi pecho

— lo sé, pero... puedo evitarla — coloqué mis manos sobre las suyas haciendo presión en sentido contrario, intentando alejar el cuchillo de mi. Jeff por un momento dejó de hacer fuerza y pude quitarle el cuchillo y arrojarlo lejos. Con mis uñas, ataque su rostro, pasando sobre sus heridas casi cicatrizadas que formaban aquella sonrisa carmesí, Jeff grito quejándose del dolor y lo quité de encima para alejarme de el. Jeff a quien se le había subido el gorro de la sudadera por la inclinación que había hecho hacía alante, cubriendo su rostro se comenzó a tambalear mientras caminaba hasta el borde de la azotea para coger su cuchillo.

Estaba temblando y pude oír el ruido escándalo de las sirenas, Cristian lo logró, lloré sintiendo un alivio en el pecho, me había salvado.

Jeff estaba de espaldas a mi hasta que se dió media vuelta y se quitó el gorro dejandome ver...a otra persona. Mis ojos se abrieron como platos, el pelo de Jeff paso de ser negro a ser castaño casi rubio, tenía sus párpados, su piel no era pálida, ahora tenía un color más vivo, mas humano y no tenía la cara rajada, era un rostro de un chico normal.

— ¿ Jeff ? — ¿ En que momento pasó ? Es el mismo chico que el reflejaba frente al espejo de aquél baño

Sentí un disparo, Jeff se quejó y llevó su mano a su pecho ya que ahí fué donde impacto la bala. Mis lágrimas comenzaron a caer cuando mis ojos se toparon con los azulados zafiros de Jeff y ver comenzó a mover sus labios sin emitir sonido, me dijo "gracias". No me dió tiempo a reaccionar cuando dió un paso hacia atrás y cayó del techo. Miré quien fue el responsable del disparo y era Cristian en el suelo con una pistola.

Todo había acabado, jeff...ya no estaba

(...)

—  aquí tiene su medicación — habla la mujer en tono amable

— Muchas gracias

Estaba en mi habitación acostada en la cama. Han pasado dos meses desde que llegué a este nuevo psiquiátrico. Pero no sé asusten, aquí me han hecho pruebas y se ha reportado que mi salud mental está perfecta y que no tengo necesidad de estar aquí. Estoy esperando al abogado que me ayudará, no solo a probar que estoy bien mentalmente, si no, también para no ir a la cárcel. Aún piensan que soy una asesina y no hay pruebas que digan lo contrario.

— el abogado ya está aquí

— Al fin, estoy lista para recibirlo — respondí senatdndome en la cama, la mujer asiente y sale de la habitación

En tan solo un minuto, aquella puerta se comenzó a abrir lentamente, un hombre bien vestido, sosteniendo su portafolios se presentan delante de mí, pero no era cualquier hombre, era alguien...que por razones desconocidas, no está muerto...

— Hola, mi nombre es Victor Ernest Wolfrom, es un placer...Daniela Olveira — sonríe

— ¡ Victor !

Al fin y al cabo, es un Creepypastas y esas personas, son especiales de algún modo, todos ellos murieron, pero por razones totalmente desiertas, ellos siguen con vida.

A pesar de que hayan pasado dos meses, debo aprender a no subestimar a un Creepypastas, son criaturas extrañas y peligrosas y por esa razón, el sentimiento de miedo aun no desaparece de mí, Jeff the killer... seguía estando, en algún lugar, buscando la manera de matarme, lo presiento, me demostró que a un asesino mortal...no hay que subestimar, nunca en ma vida, porque las sorpresas...no siempre son buenas.

(…)

— solo vete a dormir, déjame encargarme de que consigas el sueño eterno...GO TO SLEEP DANIELA OLVEIRA

INTERNADA CON LA MUERTE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora