Parte 6

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Pasaron tres semanas, en esos dias no he echo mas que ser la señora de la limpieza del psiquiátrico, a veces me tocaba sola o con otros pacientes, me daba un poco de miedo tener un asesino cerca de mi, todos en este lugar han demostrado ser los suficientemente locos. Lamentablemente hoy me tocó limpieza en todos los pasillos de todos los pisos junto con otros asesinos, lo único que hacian era discutir, gritar y mas cosas retorcidas.

— ¡ Niña reloj ! — grita el chico de gafas naranjas que tenía una parte cocida en un lado de la cara — sácate el reloj de tu estúpido ojo y dime la hora

— que fastidio — murmura la chica que me aterrorizó al ver que si tenía un reloj metido en el ojo, no pude evitar dar arcadas de la sensación de asco que me provocó

— Mujeres, son unas amargadas todas — se queja el de las gafas

Me dispuse a continuar con la limpieza, las ganas de irme lejos de ellos no me faltaban.

— buenas tardes señorita del pato — saluda el mismo chico a ingrid

— Cállate Toby y ponte a limpiar — regaña y el tal Toby se empieza a reir

— necesito que vayas a la habitación donde está Jeff y le des su comida — me habla entregaba una bandeja de plata con comida

— ¿ porque tengo que hacer eso ? — pregunté, recordar el primer contacto de interactuar con aquel chico me hacía temblar, estaba segura que me odiaba

— porque es una tarea que te mando, incluso te lo puedes tomar como una orden, cumple con lo que te pido

— pobre de ti niña — comenta la chica del reloj

— hey Masky Hey Masky hey Masky hey Masky hey Masky hey Masky hey Masky hey Masky hey Masky hey Masky hey Masky hey Masky hey Masky hey Masky hey Masky — decía sin parar Toby

— ¡¡¡ QUEEEEEEEEEEE !!! — grita Masky con mucho enojo — ¡ DEJAME EN PAZ ! las ganas de que te quemes en un incendio maldito piromano

— si claro, tu solo sueña mascarita gay — se burla

Sin más remedio tuve que ir sola hasta la habitación de Jeff, victor estaba parado frente a la puerta como si supiera que iba que fui enviada ahí. Abrió la puerta y me hizo entrar, obviamente el no entró, solo cerró la puerta tras de mi con llave.

Intente mantener mi respiración calmada, por suerte, Jeff estaba dentro de una camisa de fuerzas con unas cadenas rodeando sus tobillo, aquellas cadenas estaban unidas con unas argollas en la pared cerca del suelo, también había otras dos argollas en la misma pared pero cerca del techo. Aún así no me daba tanta seguridad y calma porque la otra vez no sé como gritaron que su camisa de fuerza se había roto.

— ¿ te vas a quedar ahí parada o que ? —habló con aquella voz gruesa que tanto miedo me daba — Tranquila niñata, hoy estoy calmado, se me olvidó lo que me hiciste aquella vez, maldita perra — sonríe

Me quedé inmóvil y completamente callada. Solo miraba al suelo, la bandeja que tenía en manos está temblando gracias a mí, en algún momento se me iba a caer.

— Si tuviera telequinesis no harías falta, pero que mal, no la tengo ¿ Me vas a dar mi comida ? Aunque, prefiero comerte a ti, te ves tan sueve — luego a ese comentario se sacudió haciendo que las cadenas sonarán asustandome provocando su risa — ¿ Acaso te doy miedo ?

— No me das miedo, solo...— vuelvo a mirar al suelo pero siento que se ríe, lentamente y con pasos torpes me acerco hasta sentarme en la esquina de la cama manteniendo un poco de distancia entre los dos posando la bandeja en el medio de ambos sobre la cama.

INTERNADA CON LA MUERTE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora