Right Side of Hell (Traducción)

Capítulo 23: Realidad Desgarradora.

AN: Quiero agradecer a los revisores anónimos: naruto, yoto, tomatofan y muchos otros.

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Amelia Bones era una mujer pragmática que rara vez permitía que sus emociones tomaran el control, pero situaciones como esta rompían su fachada estoica y le picaban las manos con el deseo de causar dolor. Se convirtió en Auror para proteger a su gente y saber que incluso sus mejores esfuerzos no eran suficientes fue un recordatorio desgarrador de lo falible que era.

El ataque a Maxime fue inesperado, pero eso no fue excusa. Debería saberlo mejor y hacer planes para cada eventualidad. Era su responsabilidad. Sin embargo, volvió a fallar.

Abrió los ojos y observó la escena que ya había grabado en su memoria. Los Aurores franceses estaban muertos, junto con dos de los suyos. Faltaba uno. Si eso no fuera suficiente, Maxime fue asesinada. Amelia miró hacia un lado y fulminó con la mirada el cuerpo de la mujer. Olympe Maxime no era una simple directora. Para ser asesinada de una manera tan brutal, debe haber hecho algo terrible o haberse asociado con las personas equivocadas. Todo su brazo izquierdo fue destruido gracias a múltiples maldiciones contundentes, sin mencionar que su cuerpo estaba irreconocible, y solo el tamaño del cadáver maltratado revelaba su identidad. Con todo, Amelia se compadecería de la muerta si su gente no se viera afectada.

"Señora, lo encontramos", le dijo Shacklebolt a Amelia, interrumpiendo su momento de autodesprecio.

Amelia cerró los ojos mientras las lágrimas traidoras amenazaban con caer. Respiró hondo para aliviar el dolor sofocante en su pecho... Si el tono de Shacklebolt era algo para seguir, tres de sus Aurores estaban muertos.

"Estado", susurró, no dispuesta a abrir los ojos y ver lástima en los ojos del hombre.

"Muerto. Moody ya está analizando la escena."

La ministra respiró hondo de nuevo, deseando que su garganta dejara de contraerse y que sus ojos dejaran de hormiguear. No es momento de llorar. Esa fue la frase que Amelia repitió hasta que recuperó un vestigio de la compostura por la que era conocida. Una mano suave le acarició el hombro y abrió los ojos. Marcus una vez más la estaba apoyando. A pesar de su juventud, demostró ser más confiable y eficiente. Sin que nadie más se diera cuenta, tomó el vial tranquilizante ofrecido y lo bebió de un trago.

"Muéstranos dónde lo encontraste", Amelia ordenó a Kingsley, quien asintió y se acercó a la pareja.

Con un movimiento rápido, tres personas llegaron a un pequeño claro, donde los Aurores estaban analizando el área. La mujer cansada tomó la escena y cerró los ojos, fingiendo que su garganta apretada era su peor problema.

"Informe de situación", le dijo Marcus a alguien.

"Los atacantes capturaron y torturaron a Alder", comenzó a explicar Moody. Su voz era más áspera de lo habitual y no fue difícil concluir que el estado emocional del hombre no era el más estable. "Se mordió la lengua. Querían información".

"¿Alguna idea sobre la identidad de los atacantes?" Amelia preguntó, recomponiéndose.

"Estos métodos de tortura pertenecen a los Lestrange, pero carecían de su delicadeza..."

"No podemos comenzar a conjeturar ideas basándonos en eso", interrumpió Dawlish a Moody.

"Conozco sus métodos. Incluso los experimenté en persona", dijo Alastor, sin siquiera mirar a su subordinado. "Conozco tan bien su trabajo que incluso puedo distinguirlos a los tres a través de él. Pero esta vez, no fueron ellos... Este fue el trabajo de cinco personas, al menos dos de las cuales fueron capacitadas por los Lestrange, pero no tienen experiencia si toda la evidencia que dejaron es alguna indicación... Aunque hay otra posibilidad ", dijo el hombre después de un breve momento de indecisión, "Durante la última guerra escribí suficientes informes detallados sobre sus métodos para los Aurores coml para identificarlos a través de sus víctimas y reconocer los patrones de sus ataques... Los McKinnons fueron asesinados de esta manera".