Cap.3 "Déjame besarte".

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El martes en la escuela fue peor que el lunes y eso sí era mucho que decir. Destiny decidió no ir porque, según Jaxon, ayer estaba exhausta de una caminata con su madre. Justo hoy que compartíamos tres clases, las cuales tuve que pasar sola haciendo ejercicios.

Oía de fondo las voces de mis amigos. Jaxon le contaba a Scarlett muy emocionado su noche de videojuegos. Tenía entendido que Atlas y otro chico que no conocía, llamado Wells, habían pasado la noche en casa de Jaxon jugando Mario Kart y Sonic Race, los nuevos juegos que habían salido este año. No estaba prestando demasiada atención a la charla en la cafetería hasta que Scarlett me dio un empujón.

—Auch —me quejé sobándome el hombro.

—No nos estás escuchando Zoey —me reprendió ella.

Atlas y Jaxon comían animadamente mientras yo tenía la cabeza en la luna. Solté un suspiro y logré llamar la atención de ambos.

—Te preguntaba si el sábado irás a tomar un helado a Capricho con nosotros.

—Si, claro. Lo siento, es que tengo mucha tarea de todas las clases y no puedo pensar en otra cosa —mentí.

La verdad es que desde anoche había quedado un poco abrumada con la idea de no tener a Atlas aquí. El chico apenas llevaba cinco días aquí y ya se había vuelto una persona necesaria para mí. ¿Cómo permití eso, sabiendo que él no se quedaría?

Lo que más me asustaba era empezar a confundir mi amistad con Atlas en algo más. Yo sabía que el me atraía de alguna extraña forma, pero no por eso iba a tirarme sobre él. Además nos llevábamos bien y estaba segura de que era porque ninguno había confundido ningún sentimiento con nuestra relación de amistad.

Pero él sabía cómo llegar a mi, inconscientemente. Las miradas, las sonrisas, hacerme compañía y evitar que me sienta triste. Tal vez y Atlas solo era el chico más educado del mundo y el mejor amigo que podías tener, pero no eso no significaba nada más.

Siempre había odiado que la gente creyera que Jaxon me gustaba, solo porque éramos amigos y pasábamos tiempo juntos. Y ahora eso es exactamente lo que estoy creyendo de Atlas. Él sabe que debe irse, así que no está buscando amistades ni un amor duradero. Solo quiere pasar estas semanas aquí para volver a su casa.

¿Y si en un mes y medio no quiero irme?

Sus palabras del día que salimos vinieron a mi mente, haciéndome pensar que tal vez una parte de él quería quedarse aquí. Hacer amigos, ir a la escuela, tener algún empleo como tal vez trabajar en la tienda y luego, quién sabe.

Pero vivía en la gran ciudad. Nada haría que quisiera quedarse aquí. Estaba segura de que soportaba estas semanas por su abuela. Ya me había dicho que la quería muchísimo y se entretenía jugando ajedrez horas y horas con ella. Pero que si ella no estuviese aquí, no tenía otro motivo para volver.

Así que, debía dejar de pensar en Atlas como algo que no era y no sería. Centrarme en que solo era un chico agradable. Que dentro de unos meses, cuando me esté graduando y yendo a la universidad y alguien me pregunté por él tal vez responda "¿Quien? Ah, cierto. Me había olvidado de él".

—¡Por Dios, Zoey! —chilló Scarlett.

Parpadeé y levanté mi botella al instante al darme cuenta que la había apoyado sobre el borde de mi bandeja, haciéndola caer sobre la de mi amiga.

Nosotros ante todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora