Alas Negras

265 75 33
                                    

Kakashi insistió en detenerse a descansar, Natsuki se negó al principio pero su sensei tenía la palabra final. Probablemente tuviese razón, la pelirroja consideró que llevaban día y medio corriendo y saltando entre los árboles casi sin descanso, y al detenerse notó que le temblaban las piernas. Los demás integrantes del escuadrón también parecían bastante agotados. Kakashi haría la primer guardia, encendió un fuego y los tres genin se acercaron. Era seguro ya que aún estaban dentro del País Del Fuego.

Natsuki tenía en su mochila varios paquetes de ramen instantáneo, abrió cuatro y los puso en un cazo a calentar con un poco de agua que hizo aparecer su sensei. Se sintió arrepentida de querer forzar la marcha más de lo debido. Los chicos parecían agradecidos de tener la oportunidad de comer algo caliente y pasar la noche junto a la hoguera.

De la lista de genin disponible que le dio la Hokage a su sensei, Natsuki hubiese preferido llevar al chico Hyuga en vez del joven imitador de Maito Guy, pero Kakashi le aseguró que el muchacho daba siempre lo mejor de sí. Había ido a la academia con un Hyuga y sabía muy bien lo que eran capaces de hacer, pero la elección del jonin estaba bien, necesitaban balancear su equipo con alguien especialista en lucha cuerpo a cuerpo y Tsunade necesitaba a Neji para otra misión. Lee era un chico muy educado aunque le parecía que su actitud era bastante fervorosa; el día que dejaron la aldea, hizo un juramento con lágrimas en los ojos, se arrodilló y prometió que traería a Naruto y sus compañeros sanos y salvos, Natsuki se lo imaginó con un atardecer de fondo, todo muy cliché. La otra elección había sido Kiba y su perro ninja, Akamaru. La chica estuvo de acuerdo, el poderoso olfato del dúo sería muy útil. Le hubiese gustado que Sakura los acompañara, Natsuki tenía la idea de poder crear un lazo con la chica, pero Tsunade insistió en que no era la mejor elección; tal vez tenía razón, Sakura había perdido un compañero de equipo recientemente y sus heridas no habían sanado, pero a Natsuki le pareció algo injusto. De todas formas no dijo nada, le había costado mucho trabajo cambiar la opinión de Tsunade con respecto a dejarla ir a la misión después de que lo arruinara con su ataque de risa, y no quiso arriesgarse a que la dejara fuera de la misión.

—¿Quieres un poco más de té, Lee? —ofreció Natsuki. El genin se encontraba ya dentro de su sobre de dormir, a Natsuki le intrigaba el traje verde que usaban tanto Guy-sensei como Lee, parecía ser muy cómodo, se preguntaba si venía en otros colores, pero no quiso incomodar al chico con ese tipo de preguntas—. Aún tengo un poco de miel si quieres echarle.

—¡Le agradezco Natsuki-sensei! —exclamó el chico, Akamaru soltó un ladrido agudo a modo de protesta por el volumen de su voz. Le había aclarado varias veces que sólo era genin al igual que él, pero al parecer, Lee no podía pasar por alto su edad. A Natsuki no le importaba mucho su rango, pero que se lo estuviesen recordando de manera constante la hacía sentir algo ofendida.

—Ya te dije que solo soy una genin, Lee, y por favor no seas tan ruidoso —le recordó mientras le servía la bebida humeante.

—LO SIENT... Lo siento mucho, Natsuki... Natsuki —dijo el chico corrigiéndose mientras hablaba. La pelirroja sonrió, Natsuki-Natsuki era un avance.

Le ofreció té a Kiba pero éste ya estaba pronto para dormir, le tocaba hacer la segunda guardia.

La noche estaba fría y ventosa. Aún se podían ver los últimos colores del ocaso en el horizonte, pero la luna plateada ya brillaba en todo su esplendor sobre sus cabezas. Se habían cobijado en lo alto de un risco boscoso, las salientes de piedra los protegían del frío viento norte y de los ojos curiosos. Natsuki se envolvió en una manta y se acercó a su sensei que estaba alejado del grupo, sentado bajo un castaño de tronco leñoso, donde no llegaba la lumbre del fuego. La luz de la luna le arrancaba destellos plateados del cabello y la chica sonrió al recordar los torpes trazos infantiles que le había dedicado una vez.

Relámpago Rojo Crónicas De KonohaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora