13- Los cuatro jinetes del mal

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Caulifla ya no se encontraba inconsciente, solamente se encontraba dormida, tras un par de horas más se despertó viendo que era casi de noche.

Goku entró con una bolsa pequeña de semillas del ermitaño, el saiyajin se acercó con cautela a la chica.

—Ten, esto de recuperará tus energías. — le sonrió el saiyajin a Caulifla ofreciéndole la semilla del ermitaño.

—Gracias. — murmura la saiyajin tomando aquella semilla llevándola a su boca comiéndola. Casi inmediatamente sus energías se regeneraron. —¡Esto es asombroso! — sonrió la chica emocionada. —Siento que puedo seguir entrenando. — exclamó emocionada la chica.

—No... debes saber que habrá tiempo para entrenar luego, debes descansar.  Lamento haber destrozado de tu ropa. — se disculpó el saiyajin con la mirada puesta en la saiyajin.

—No te preocupes. — le sonrió la chica al saiyajin mayor y observó a su alrededor para añadir. —¿Cuánto tiempo dormí?

—Dormiste casi toda la tarde. Gohan vino y dejó a Goten aquí, él quería pasar tiempo conmigo. — le sonrió el saiyajin a Caulifla. —Caulifla, supongo que debes tener hambre y te gustaría ver más del planeta, ¿o me equivoco?

—¿Bromeas? Tengo demasiada hambre, y con respecto a lo de conocer más tu planeta, no me queda muy claro, ¿a qué te refieres? — inquirió la chica con curiosidad.

—En unos días iremos con Krillin y 18 a un crucero, no sé si me entiendes. — mencionó el saiyajin rascando su cabeza.

—Se oye muy interesante. Acepto pero... — vio que su top estaba hecho añicos y sólo le cubría muy poco. Observó a Goku de manera asesina. —¡Deja que me cambie, pervertido! ¡Sal ahora! — exclamó Caulifla sonrojada.

El saiyajin saldría del cuarto muy nervioso causándole una silenciosa risa a Caulifla, se levantó y buscó entre el armario algo de su ropa encontrando con el traje que Vados le dejó a Goku.

En su interior se debatía entre usarlo o no, le había prometido a Goku que lo usaría si la derrotaba claro que fue así como sucedieron las cosas.

(...)

En la cocina se encontraba el Son mayor poniendo en práctica lo que su esposa, tiempo antes de morir, le había enseñado. Goten estaba estudiando, creía que así se sentiría menos culpable con su mamá.

Caulifla abandonó su habitación saliendo vestida con el traje de Vados, se le notaba muy confundida por el traje.

—Wao, señorita Caulifla, se ve muy bien. — comentó emocionado el pequeño niño saiyajin.

—No es muy de mi estilo pero se siente muy cómodo. — comentó la chica con una sonrisa y sentiría el olor de la comida. —¿Qué huele tan bien? — inquiere Caulifla con una sonrisa.

—Mi papá está cocinando algo. — respondió el saiyajin más pequeño.

Caulifla se acercó a la cocina y allí estaba Goku sirviendo una sopa de fideos, similar al ramen.

—No sabía que cocinaras. — murmuró la chica viendo a Goku fijamente.

—¿Ah? No es nada, decidí aprender por pasar tiempo con mi familia. — respondió el saiyajin con una bella sonrisa. —¿Quieres probar?

La saiyajin asintió y tomó la cuchara llevándosela a la boca, abrió sus ojos todo lo que le permitía su anatomía por el impresionante sabor que tenía la comida.

—¡Es estupenda! — gritó emocionada la chica arrebatándole el plato y comiendo a gran velocidad.

—Oye guarda un poco. — reclamó el saiyajin tratando de quitarle el plato.

Fuerza y Valor [Finalizada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora