21- Diferentes caminos

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En la prisión galáctica se había vuelto un caos debido al escape de los criminales más peligrosos, estos empezaron a humillar con su fuerza a los pobres patrulleros galácticos cuando terminaron de hacerlo, unos grupos hurtaron varias naves de la patrulla y recibieron un llamado para ir al planeta Namekusei.

En alguna parte remota del planeta Namek dos naves estacionaron con una tripulación de ocho sujetos, Goku aún no había recuperado sus energías por completo.

De la nave salieron diversos guerreros de múltiples razas alienígenas dirigidos por un sujeto de cuerpo robusto y altura considerable.

Varios de los sujetos se lanzaron contra el saiyajin que apenas y podía esquivar los golpes de sus contrincantes. De la nada, un namekusei de la casta guerrera llegó para apoyar.

—Dejame unos a mí, el patriarca nos habló sobre ti. ¿Tú derrotaste a Freezer? — murmuró el súper namekiano.

—Sí, yo lo hice — respondió con seriedad dada la situación.

—De acuerdo, yo me haré... — el namekusei no terminó y su pecho fue atravesado por un rayo de ki disparados por Lord Voldert desde su nave.

El saiyajin observó de reojo como el guerrero del planeta Nameku había sido asesinado de un solo ataque y no había podido hacer nada.

—¡¡Maldición!! Estoy perdido — gritó Goku con frustración mientras apretaba sus puños con rabia.

Lord Voldert dio la orden de retirarse a los criminales los cuales obedecieron sin discutir, el saiyajin observó cómo se marchaban los criminales, Vegeta también se había ido del planeta a quién sabe dónde.

Goku seguía observando el cielo viendo a sus enemigos marcharse en unas naves muy veloces para ser vistas por sus ojos, el saiyajin estaba impotente porque no pudo hacer nada, de pronto una voz que desconocía por completo habló a su espalda.

—Tú debes ser Son Goku, ¿me equivoco? — comentó un ser misterioso a sus espaldas.

El saiyajin se volteó alarmado encontrándose con dos seres diferentes a los que él había visto. No eran ni más ni menos que Iwen y Awamo, dios destructor y ángel del universo uno.

—Usted es... debe ser un dios de la destrucción — dijo el saiyajin consternado por la visita del dios de la destrucción.

—En efecto. El señor Iwen ha observado tu combate, esos guerreros son más antiguos de lo que tú crees, Son Goku — murmuró Awamo manteniéndose al margen.

—¿Ah sí? ¿Qué tan antiguos son? — indagó Goku tomando una actitud más seria.

—Ellos tienen una edad estimada de tres millones de años — respondió el dios de la destrucción con un tono sereno.

—Ya veo, el supremo Kaiosama nunca nos habló sobre ellos — añadió Goku llevándose la mano derecha al mentón.

—Bueno, venimos aquí porque tú necesitas un entrenamiento más duro para derrotar a tus oponentes — intervino el ángel Awamo —. Vendrás conmigo y el señor Iwen — ordenó el ángel.

El saiyajin atinó a asentir levente tomando la espalda del ángel, los tres se marcharon del séptimo universo poniendo rumbo al universo uno.

(...)

Por el espacio sideral Vegeta viajaba en una nave espacial mostrándose muy serio, el saiyajin tenía planeado entrenar en algún planeta para encontrar una técnica útil para enfrentarse a Lord Voldert y sus secuaces malvados.

—Quiero que me lleves al planeta Yadorat, sé que esos sujetos no tienen fuerza pero poseen técnicas muy especiales — ordenó Vegeta sin mirar al tripulante de la nave.

Fuerza y Valor [Finalizada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora