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"You know the world can see us In a way that's different than who we are
Creating space between us 'Till we're separate hearts
But your faith it gives me strength Strength to believeWe're breakin' free"
Breaking Free By Vanessa Hudgens and Zac Efron
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Siempre había imaginado que mi graduación sería... diferente.
Para empezar siempre imaginé que la toga, la esclavina, el birrete y la borla serían de color rojo y blanco, como las que llevaban en High School Musical. Pero para mi decepción el color de nuestro instituto era azul. Con lo cual el color de mi vestimenta sería azul y blanco.
Para seguir siempre pensé que yo daría el discurso de mi curso, a los 14 años ese era mi sueño, en parte porque había visto millones de películas sobre adolescentes de último curso que al final de la película daban un discurso motivacional.
Como era de esperar, le ofrecieron a otra persona dar aquel discurso.
Y, para finalizar, nunca hubiera llegado a pensar que fuera a ir a la graduación siendo novia de Finn.
- ¡Despierta! - Exclamó Malina emocionada.
Yo abrí los ojos lentamente mientras ella tiraba de mi brazo para que me levantara.
- ¿Qué pasa? - Pregunté medio dormida.
- ¡Hoy es tu graduación! ¡Hay mucho que hacer, y tenemos muy poco tiempo!
Suspiré para posteriormente apartar las sábanas y levantarme de mi cama. La miré para posteriormente hacerme una coleta baja. Siempre me levantaba con el pelo muy despeinado.
- Tranquila, soy yo la que se gradúa. No tú. - Dije mientras ella me miraba frustrada.
- ¡Muestra un poco de entusiasmo! - Forcé una sonrisa y posteriormente Malina asintió satisfecha. - Perfecto, ese es el entusiasmo al que me refería.
- ¿Me das cinco minutos para vestirme antes de ir a la peluquería? - Le pregunté
- Aun quedan dos horas para eso. - Mi boca se abrió al instante por la sorpresa, suponía que me había despertado unos treinta minutos antes de la hora a la que debía irme a que me peinaran. - Tranquila, te he despertado tan temprano porque tenemos una sorpresa para ti Mills.
- ¿Tenemos? - Inquirí con expresión confusa.
Ella salió de la habitación y yo la seguí hasta la cocina, donde papá y mi madrastra me estaban esperando con unos cupcakes azules y blancos.
Una sonrisa apareció en mi rostro, no me esperaba para nada que me hubieran comprado el desayuno.
