Amenazas

1.7K 139 34
                                    

Prov Tn

Sentí una mano en mi hombro y al voltear vi a Draco regalándome una sonrisa sincera, como las me mostraba luego de cada entrenamiento de Quidditch junto a un " has mejorado mucho, estoy seguro de que ganaran". Esa sonrisa que me decía que todo iba a salir bien y me daba ánimos para seguir, una faceta que únicamente yo conocía. Alce mi mirada y note arrepentimiento en sus ojos, sé que quería estar para mí en ese momento, pero nuestra pelea solo nos distanció y por unos momentos nos volvimos en completos extraños. Creo que aún hay oportunidad de arreglar las cosas o por lo menos por ahora y disfrutar las fiestas juntos.

La conversación se volvió más alegre al llegar al postre, papá y el Señor Malfoy habían tomado un poco más de lo normal y se encontraban contando grandes historias, completamente relajados y de gran humor.

Terminamos en la sala, me senté frente a la chimenea, mientras que los adultos seguían su conversación unos cuantos pasos más allá, sentados en los sillones. Draco había desaparecido y solo podía pensar en que esta Navidad había sido demasiado entretenida, tal vez podría repetirlo, aunque faltaban algo de villancicos o música festiva. Inconscientemente comencé a tararear algunas canciones mientras pensaba en todas aquellas personas importantes para mí, cuando la imagen de cierto rubio apareció en mi mente. No puede evitar sonreír, al parecer a pesar de todo lo que ha pasado, él se ha ganado mi afecto.

Estaba tan absorta en mis pensamientos que no me di cuenta de que alguien estaba tras de mí.

Draco: Cantas bastante lindo princesa. - tendiéndome un plato con postre-

Tn: Gracias por el postre. -apenada- Y no lo hago, seguro no estas escuchando bien.

Draco: Estoy muy seguro de que no estoy sordo. – me mira mal – Pero si tienes una linda voz. – sentándose a mi lado para poder hablar un poco más-

Al terminar la cena la Señora Malfoy nos insistió en que nos quedáramos a dormir pues ya era muy tarde y estaba haciendo demasiado frío como para viajar. Mi papá termino aceptando y gustosos nos prepararon dos habitaciones de huéspedes; para mi suerte o perdición la mía se encontraba entre la de Draco y la de mi papá. Subí las escaleras y sin querer entre en el cuarto de Draco. No es mi culpa que me perdiera, la casa es bastante grande y tiene muchas habitaciones, además ya todos se habían ido a sus habitaciones. Por suerte cuando entré, mi amigo aún no se había cambiado y estaba alistando las cosas para asearse un poco antes de dormir. Claro, no podía faltar su rutina de belleza.

Tn: Perdón Draco, pensé que esta era mi habitación -dando media vuelta para salir por donde entre-

Draco: Tranquila, pasa - dijo con tranquilidad - Creo que debo decirte algo importante.

Tn: ¿De qué quieres hablar Draco? - sentándome en su cama -

Draco: Perdón por lo que te dije en Halloween, no era mi intención herirte - suspira- Tu no me juzgaste por quien soy y yo te hecho en cara cosas sin saber de tu pasado.

Tn: Te perdonó, ambos somos demasiado orgulloso y sé que tú disculpa es sincera - sonriendo - Pero las cosas tardarán un poco a volver como antes.

Draco: Estoy consciente de eso - me entrega un pijama suya - Creo que está te podría quedar enana, es lo más pequeño que tengo.

Tn: A quien le dices enana, solo me llevas un par de centímetros - sonriendo - tampoco es que tu seas muy alto. -le saco la lengua-

Draco: Si lo soy -haciendo un puchero- Te extrañaba enana.

Tn: Creo que ya estas tan cansado que deliras, no soy enana, es mejor que te vayas a dormir -tomando la ropa que me prestó- y yo también te extrañe, idiota.

La hija de Snape? ( Draco y tu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora