Capítulo 16

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Lexy estaba empezando a ver doble, por su gran fobia hacia la sangre, lloraba y pataleaba pidiendo a Harry que la ayudara.

-¡Piñaaaa!  ¡Que me van a tener que amputar el pie!- gimoteaba- ¡Me voy a quedar sin pie!- gritó más fuerte, viendo el pie que estaba empezando a poner de un tono más oscuro.

Al otro lado de la puerta,  Niall, la escuchaba gritar y pedir ayuda, sabía que ella no podría abrirle y no iba a llamar a la puerta, porque con lo tozuda que es intentaría ir a abrir y se haría más daño.

-¡Mi puto pie!- lloraba desesperada.

Niall,  intentó buscar la llave que siempre usaban cuando eran pequeños y llegaban tarde, pero esa llave ya no estaba en su lugar y la cerradura era una diferente. Dio una vuelta a la casa, hacia el lago de detrás e intentó abrir la puerta trasera, la cual estaba cerrada con cerrojo.

-Joder, abrete- le habló a la puerta, nervioso.

Entonces, supo que, aunque luego le tocará arreglarlo, tendría que romper un cristal para poder entrar, por suerte, la puerta trasera tenia cuadraditos de cristal y no tendría que hacer un destrozo enorme.

-Joder, Harry,  por favor,  si estas ahí riendote de mi llama a un médico al menos- decía con voz suplicante.

El rubio cogió una piedra y arremetió contra uno de los cristales.

-Oh! Mierda, un ladrón- gritó Lexy al escuchar el cristal romperse.

Niall, comenzó a reírse al escucharla e introdujo la mano por la apertura para quitar el cerrojo.

-Mierda,  pero si la puerta estaba abierta- dijo empujando la puerta hacia delante- ya podrían poner un cartelito de "Empujar"- dijo sintiéndose estúpido- Lexy.. no te preocupes soy yo, Niall- Dijo mientras entraba al salón donde no había nadie, solo cristales y sangre, mucha sangre -¿Lexy? Soy Niall,  he venido a ayudarte..

Miró el rastro de gotitas de sangre y paraban en la mesa, riendo se acercó y miró bajo la mesa y dio un respingo.

-Dios,  Lexy- la sacó a rastras de la mesa- despierta- le decía mientras le echaba agua en la cara- despierta enana- besó su frente.

Narra Niall:

Se veía tan tierna, casi como antes, pero sin gafas, con el pelo de colores y esto.. piercings y tatuajes, reí ante mi ocurrencia, ¿Cómo antes? Ni de coña.

Pero cuando dormía se veía tan pequeñita.. tan frágil,  casi como ¿rota?

Arrugó la nariz y bostezó,  abriendo sus enormes ojos azules, en ese momento,  confusos y asustados.

-Te habías desmayado- sonreí tímido- por.. la sangre de tu pie.

Miró su pie, ahora vendado, y miró que estaba con su cabeza en mis piernas y miró mi cara, la cual se estaba empezando a tornar de un rojo bastante escarlata. Entonces,  dejando lo obvio de lado, dio un salto.

-El ladrón, había entrado un ladrón- dijo nerviosa- menos mal que me escondí bien- sonrió, como cuando era pequeña y acertaba un problema de matemáticas.

-Esto..-dije nervioso- no era ningún ladrón- sonreí tímido rascando mi nuca- es que tenía que entrar y no.. no sabia por donde y no recordaba que la puerta se abría hacia delante por lo que pensaba que estaba cerrada y.. - hablaba rápido pero ella me calló poniendo un dedo en mis labios.

-Gracias- sonrió ¿tímida? - ¿Cómo me encontraste?- preguntó desilusionada- mi escondite era muy bueno.

-Lexy, estabas bajo la mesa- reí- y la sangre goteaba de tu pie boba- le di un toquecito en la nariz con mi dedo.

-Jo..- dijo triste- espera ¿Cómo sabías que tengo fobia a la sangre?- Levantó las cejas y yo reí.

-¿Tal vez porque te conozco desde que eres una cosita así?- dije haciendo con mis manos una distancia de menos de 40 centímetros- Y eras mi mejor amiga- le recordé mirando hacia el otro lado.

- Uh..- se sentó bien en el sofá y miró su pie- ¿Cómo hiciste para que dejara de sangrar?

-Pues, quiero estudiar..-intenté decir

-¿Medicina?- preguntó rápido,  sin dejarme acabar.

-Oh, no- reí ante su cara, otra vez desilusionada- veterinario- me encogí de hombros- oye, no te desilusiones,  veterinario también es medicina, con los animales,  pero medicina.

-Oye! Niall James Horan Malik- me señaló con el dedo indice- no soy un animal- gritó riendo.

-Si lo hubieras preferido te dejaba con el pie desangrándose Alexa Styles- la señalé a ella.

-¿Cómo me has llamado? - se hizo la ofendida- la has cagado vecino- dijo cogiendo un cojín y golpenadome con él.

-Uh.. tu si que la has cagado enana- dije acercándome a ella que me miraba desconcertada, hasta que entendió e intentó huir retrocediendo en el sofá

-Nonono,  cosquilandia no- gritó tirandome un cojín.

-¿Cómo has dicho? - pregunté sonriendo.

-Coquilandía.. ¿Por?- preguntó acercándose a mi poco a poco.

-¿De dónde sacaste eso?- no podía dejar de sonreír.

- No lo recuerdo,  lo he dicho toda la vida- seguía acercándose.

- Era nuestro- sonreí, había cosas que recordaba,  aun recordaba- lo inventamos nosotros.

-¿Enserio?- dijo sorprendida- ¿nosotros?- se acercó más- entonces.. eso es qué- se acercó un poco más- tú- susurró a centímetros de mi- también- a penas nos separaban 5 centímetros- !vas hacia cosquilandia!- gritó tirándose sobre mi haciéndome cosquillas.

- Para, para, enana, para- no podía dejar de reír mientras ella hacía que en mi tripa volaran miles de mariposas con solo verla sonreír mientras yo reía.Entonces yo tomé el control y ella quedó bajo mi -Mi turno,  señorita- mis dedos empezaron a pasar por sus costillas y llegaron a su barriga, era mágico poder volver a tocarla después de tantos años.

-Para- reía, entonces se quedó seria y gritó- mi pie, me golpeé el pie- bajé de ella y me dirigí a su pie para ver si se había saltado alguno de los  puntos de esparadrapo que le puse- picasta tonto- y cojinazo en toda la cara.

-No se vale, me has preocupado- hice un puchero y ella me miró sonriendo- ¿De qué te ríes?

-No me río, solo estoy sonriendo- seguía haciéndolo,  de una manera que realmente me inquietaba.

-Pues no hagas eso- dije sonrojandome.

-¿Por qué?- sonrió, tirando del cordón de mi sudadera y acercándome a ella- ¿te molesta?- susurró en mi oído.

-N..no- tartamudeé con el corazón a mil por hora.

-¿Puedo.. esto.. preguntarte algo?- dijo mirándome a los ojos.

-Ya.. ya lo has hecho- se me escapó una risita nerviosa y ella sonrió.

- A parte de eso, idiota- sonrió mostrando sus hoyuelos y asentí.

-¿Por qué no?

-¿Puedo besarte?

Te Vi En Mis SueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora