Purified heart.

IX

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“El amor sin locura es una simple rutina.”

«UP»

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En algún motel cercano a Islington
Tom Riddle miraba la copa de Helga Hufflepuff tirada en el suelo. No reconocía a ninguno de esos que se hacían llamar sus mortifagos pero lo habían regresado por alguna razón. Él no recordaba más allá de aquel momento en el que dividió su alma y ahora estaba en el futuro teniendo que lidiar con su nuevo estado.

— Entonces, ¿alguien me va a explicar que hago aquí?

— Mi señor, le explicaré con todo detalle.

Una chica de cabello negro casi se lanza a sus pies para besarselos pero se apartó algo asqueado asintiendo con la cabeza esperando su explicación.
Ella empezó su explicación con los eventos más recientes de su vida, que él no recordaba pero nada tenía sentido si lo pensaba.

— ¿Dices que utilicé la sangre de ese niño para mí regreso? Algo debió afectar al cuerpo que creó mi otro yo.

— Mi señor, ¿usted se siente bien? Nagini temía que el efecto de esto llegara a su alma por completo.

— Yo me siento como siempre, ¡no hace falta que una estúpida mortifago me interrogue! Aquí os lo demostraré. ¿Habéis traído el veneno de la serpiente?

Todos asintieron temerosos a enfadar al Voldermort adolescente y recibir un castigo.

Narcissa se acercó a la copa vertiendo el veneno por completo en ella.

— Trae a un muggle de abajo, tenemos una bebida especial para él.

Bellatrix sonrió feliz por tener a su señor por fin de vuelta. Dándole de beber al muggle la sangre de un mago sangre pura y vertiendo veneno de la serpiente, su amo volvería tras la muerte del que bebiera de la copa.

— ¿Tú? ¡Realiza un imperio sobre él y hazlo beber de la copa!

Tom señaló a Rodolphus quien siguió sus órdenes sin dudar. Había hecho regresar a un segundo señor tenebroso a su mundo.

— Que bien sienta esto.

Todos sonrieron aliviados de ver feliz a su señor.

— Ahora quiero que me contéis esa profecía en la que un crío sería mi perdición.

De nuevo Bellatrix puso al día a su joven señor, y casi se arrepintió al final.

— ¡¿Dices que no sabemos la profecía al completo?!

Aquello cabreó a Tom quien casi parecía que quería lanzarse a Bellatrix como si ella fuera la culpable de todos sus males.
Rodolphus intervino antes de perder a su mujer.

— Señor, su mortifago solo escuchó la mitad de la profecía. Pero nunca pereció importarle.

— Pues ahora sí me importa. Quiero esa profecía en mis manos.

Con un señor tenebroso muy enfadado abandonaron el motel dejando a Sirius Black asesinado en el suelo, junto al cuerpo de un muggle. De nuevo su señor escogió la mansión Malfoy como su base.

Mansión del señor oscuro
Voldermort se reía abiertamente frente a Hermione, quien no cabía en sí por el asombro de verlo reír. Lo creía incapaz de hacerlo también.
No quiso ser quien lo detuviera así que esperó hasta que él dejara de reír por sí solo.

— ¿Dices que Nagini va a traer el alma que puse en la copa de Helga?

Por fin preguntó cuando dejó de reírse.

— Si, no sé que te causa tanta risa.

— No lo comprenderias. Me río por lo astuta que es mi compañera. En parte es mi culpa por avisarla, ese es nuestro plan de emergencia.

— ¿De qué hablas?

— Dos veces, no una sino dos veces tuve que esconderme en Albania sin ninguna ayuda. ¿Crees que no tendría ningún plan por si volvía a ocurrir?

— Entonces, ¿Nagini solo seguía tus órdenes?

— Por supuesto. Nagini es mi compañera, nunca me traicionaría.

Hermione casi se sintió celosa al ver lo cercano que era con aquella serpiente y todo lo que habían compartido pero apartó ese sentimiento para luego.

— ¿Y tus mortifagos? ¿Qué harás si regresan a tu otro yo?

— Absorberlo.

Él lo dijo como si fuera algo que hacía todos los días pero ella seguía inquieta.

— Pero él es tú.

La chica no se dio cuenta dela obviedad que dijo hasta que esta salió por su boca. Se sonrojó un poco por lo estúpida que debía parecerle.

— Quiero decir él es el señor oscuro... como tú.

— Rizada, ¿crees que una versión más joven que yo podría conmigo? Él es yo pero más joven, con menos experiencia en la magia y en la lucha.

Aquello tranquilizó a Hermione un poco, tenía lógica pero aún así sentía un nerviosismo recorrerle el estómago pesando en lo que ocurriría si él no ganaba.

— Será mejor que descansemos.

Una vez se terminaron el té él la invitó a pasar la noche con él, cosa que hizo que se sonrojara y se alejara de él.

— N-no creo que nuestra relación...

Él soltó otro carcajada y le agarró la mano guiándola escaleras arriba hasta una habitación muy grande.

— Esta será tu habitación cuando te quedes aquí. Puedes usarla como y cuando tú quieras, eres libre.

— ¿Me estás dando una habitación en tu casa?

— Me gusta verte aquí y cómoda, así que no le veo nada malo.

Así Voldermort le dejó sola en la habitación y él se dirigió a la suya propia. Ambos durmieron esa noche sabiendo que el uno estaba cerca de el otro.
Ninguno se dio cuenta de la ausencia de la serpiente.

Mansión Malfoy
El joven Voldermort bebía de su copa de vino viendo fijamente a la serpiente que se había presentado en la mansión. Según sus seguidores Nagini era mucho más para él así que tenía curiosidad sobre ella.

— Mi amo, sabía que volvería a verlo.

La serpiente le habló en pársel y él le respondió de misma manera.

— Nagini, como notaras no soy el amo que conocías. Yo tampoco te conozco a tí y necesito que demuestres que me eres fiel.

Ella se le acercó con la intención de subirse sobre sus hombros como siempre hacia pero él la paró con un gesto de la mano.

— ¿Comprenderas que no cualquier serpiente puede ser mi compañera?

— Como usted desee señor. Yo le mostraré que soy más que eso para usted. ¿Qué necesita que haga?

Él sonrió ampliamente dándole un sorbo a su copa.

— Quiero que te filtres en el ministerio para buscar la profecía que me une con ese chiquillo.

Nagini no dudó en salir del lugar dispuesta a conseguir aquella profecia que su amo necesitaba.

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