2. Mi rutina

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Gabriela.

Después de haber hablado con mi  “resucitado” ex mejor amigo seguí caminando a mi trabajo. Al llegar me encontré con mi mejor amiga Zaida en la oficina a quien le conté todo.

-¡Hm no sé Gaby! O una de dos, o busca sólo reconstruir aquella vieja amistad o, él va mal en su matrimonio y busca algo más contigo.
-Eso pensé a como lo conozco aunque pienso que él sólo quiere tener de nuevo mi amistad.
-Bueno amiga, eso sólo lo sabes tú pero no bajes la guardia. Algunos hombres se aprovechan de nuestra soledad sólo para llevarnos a la cama y la verdad no me gustaría saber que él te haga eso más tú que tienes mucho tiempo de estar sola.
-¡Ah no, júralo Zai! Seré ingenua mas no boba.

Zaida al igual que yo, hemos tenido altibajos en las relaciones sólo que ella era experta en el sexo hasta que se enamoró y se casó.

Por mi parte sólo he cogido con un novio que tuve ya años atrás. Antes o después de ese novio no he tenido nada con nadie y aunque he dicho muchas veces que no quiero una relación, sí deseo coger o que me cojan pero sí pasarla bien en la cama con ese alguien.

Al salir del trabajo como siempre, caminé alrededor de un kilómetro hasta la terminal de buses y una vez en el bus me dormí en el asiento ya que el viaje era de más o menos de una hora debido a las grandes presas en la autopista.

Llegué al final de mi viaje a la terminal donde bajé y tomé el otro bus a mi casa el cual dura como casi 25 minutos a casa dejándome al frente de esta por llegar. Abrí la puerta y ahí estaba mi madre viendo tele.

-¡Hola Gaby! ¿Cómo te fue hoy?
-¡Bien má! Sólo un poco cansada.
Después de saludar a mi madre fui a la cocina para lavar los trastos de mi almuerzo y de una vez alisté el de mañana para el trabajo para después ir a mi cuarto y darme una ducha ya que tengo baño en este. Pequeño pero bien completo, je, je.
-¿Y qué tal el trabajo hija? ¿Llegó el estresante de tu jefe del extranjero?
-¡Ahm sí, má! Llegó hoy, me ducharé…
-¡Ok Gaby! Por cierto llegó el recibo de la luz. ¿Lo pago mañana o lo pagas tú?
-¡Hmm déjalo en la mesa! Mañana lo pago yo.
-¡Ok, hija!

Después de hablar con mi madre entré a mi cuarto cerrando la puerta para comenzar a desnudarme y ya sin ropa me miré en el espejo de cuerpo entero que tengo en el baño.

Miré mi cuerpo desnudo con atención, acaricio delicadamente mis pechos con una mano y con la otra mis caderas además de meter mi mano en medio de mis piernas acariciando cierta parte mordiendo mi labio. Debo aceptar que soy hermosa y deliciosa… No soy narcisista pero así me siento siempre que hago esto frente a mi espejo.
También me puse de medio lado y de espaldas al espejo mirando y acariciando mi bien formado trasero y fue ahí que me preguntaba del por qué ningún hombre me deseaba.

Después de ese juego en el espejo el cual me calentaba hasta mojarme toda, entré a la ducha la que puse en agua tibia.

-¡Hm qué delicia de agua! –Exclamé.-

Eso decía mientras el agua tibia recorría mi cuerpo mojándolo excitándome al grado de cerrar mis ojos bajo el agua mientras empezaba a acariciar mis pechos, trasero, caderas vagina. Entonces me recosté contra la pared y comencé a masturbarme.
Miré abajo el cómo yo misma me violaba con mi mano derecha al momento que mis caderas se torcían del placer pero lo más curioso es que fantaseaba con Álvaro.

Mi respiración se me entrecortaba, mi corazón latía a mil y ya no sabía que estaba pasada de temperatura si el agua tibia o, yo.

No quise interrumpir mi fantasía sexual con mi amigo en la que él entraba a la ducha desnudo y al verme desnuda bajo el agua me poseyó haciéndome suya. Fue entonces que comencé a masturbarme más y más rápido hasta que…

-¡¡Aahh, ahh!! ¡¡Ál-varo…cógeme, soy tuya…!! ¡¡Aahh…aoohhh! ¡Ohh, ohh!

Sí, ahí sentí mi orgasmo el cual fue más fuerte y tenso. Quedé agotada acariciando mi vagina a la vez que torcía mis caderas pero más despacio en señal de agotada pero feliz y satisfecha.

Terminé de ducharme, salí del baño secando mi cuerpo para después ir a verme de nuevo al espejo ya que siempre noto mi cuerpo un poco diferente después de masturbarme.
Es obvio que ya no acaricio mi cuerpo pues ya estaba muy satisfecha pero me interrogaba a mí misma del por qué fantaseé con Álvaro. ¡Él es casado!

Álvaro nunca me atrajo mucho la atención como para una relación y menos en la cama a pesar de ser muy guapo pero debo aceptar que algunas veces fantaseaba con él al masturbarme. Como me hubiera gustado pasar el rato con él nada más. Suena contradictorio pero al estar muy excitada, sólo deseas que esté ahí tal fulano y te coja, punto. Eso sentía yo con respecto a él.

Pensé eso mientras me ponía unos calzones, short blanco y flojo, y una blusa celeste sin sostén. En casa poco uso el sostén pues sólo estamos mamá y yo pero lo que me incomoda es que mis pechos quedan muy parados después de haberme masturbado y eso se notaba en mi blusa. Era obvio que mamá lo notaría pero era discreta y además ella fue joven y soltera.
Sin darle más vueltas al asunto, salí a la sala a ver la tele con mamá y a preparar algo de comer para ambas. Comimos emparedados y té frío.

-Gaby, sabes que se te notan mucho los pechos con esa blusa. –Adiós discreción de mamá.-
-Pero mamá, no voy a salir ni al mini súper.
-¡Lo sé, lo sé! Pero si algún chico sea quien sea toca la puerta y por x razón tú abres la puerta, él notará tus pechos pues no andas sostén. Los hombres son muy indiscretos y tú lo sabes…
-¡Bah mamá está bien! Además ya casi son las 9 pm, una hora más y me acuesto.
-¡Sí, de acuerdo! Pero aún así ten recato…

Dejamos de lado el tema para seguir viendo tele. Sólo vimos CSI y pasadas de las 10 pm me fui a dormir.
Ya en mi cuarto alisté la ropa del día siguiente luego, preparé mi cama y de nuevo me desnudé para dormir pues duermo sin ropa y es más relajante así. Me acosté de medio lado pero no cubrí mi cuerpo completo pues hacía algo de calor esa noche por eso solo abracé mi cobija y nada más cubrí mis pies en esta.

La duda del porqué me masturbé pensando en mi amigo me taladraba la mente pues lo disfruté muchísimo. ¡Guau! Pero no quise darle más cuerda al asunto y me dormí.

Un adultero y una fornicadora. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora