Gabriela.
Al receso de las 9 am, le contaba a Zai de mi “heroico”, depravado y prohibido fin de semana y digo “heroico” pues así lo ve mi amiga al dejar yo de ser una disque practicante de hacer siempre lo correcto. Claro que ya por ser una solterona de 40 y tantos no quiere decir que deba meterme con hombres casados.
La verdad no pretendo ser una santurrona mojigata sólo que el hacer siempre lo correcto, me ha amargado la vida es más, ni siquiera veo videos porno. Creo que la vida debe ser un 50/50 o un 30/70… Una sabrá qué porcentaje darle a portarse bien o portarse mal.
Pero bueno, Zai me entrevistó acerca de mi depravado fin de semana.
-¡O sea!, ¿sólo lo besaste y comenzó todo?
-¡Sípirili! En verdad Zai quería culiar y sabía que Álvaro se prestaría.
-¿Y porqué estabas tan segura? -Zai arquea una ceja.-
-Es obvio, aunque esté casado, le gusto… le atraigo. Desde siempre le he gustado y siempre lo supe…
-Entonces te aprovechaste de ello, ¿verdad Gab?
-¡Hm…! ¡Pos…sí! ¡Ji, ji, ji!
-¡Je, je, je! Te aprovechaste bien, Gab. Sólo espero que no se esté enamorando él de ti o tú de él…
-Lo que he notado Zai es que Álvaro no siente nada por mí y como mujeres que somos podemos notar eso en los hombres. En Álvaro he notado que le atraigo sexualmente y él a mí pero lo que no entiendo es porqué si no siento nada por él, me choca o me enputa verlo abrazar y besar a su esposa en las fotos de su perfil. No siento nada por él… lo nuestro es sólo sexo…
-¡Muy fácil mi depravada amiga! -Reí al decirme así.- Lo que pasa es que estas celosa…
-¡Para nada! -Le interrumpí.- Lo nuestro es sólo sexo y listo… no siento nada por él…
-¡Déjame terminar! No estás celosa de amor sino celosa sexual. ¿Me explico? O sea que en éste momento eres la “querida” o la amante de Álvaro, un hombre casado. Dices que él culea riquísimo pero que mama delicioso, ¿verdad?
-¡Sí, así es Zai!
-Bien si él te culea rico y te mama delicioso… es normal que te moleste verlo con su esposa pues sabes que a ella le hace lo mismo que a ti lo que te hace en una mujer celosa sexualmente. Los hombres que son los “queridos” o amantes de mujeres casadas sienten ese mismo tipo de celos aunque ellos también estén casados o no.
Zai tenía razón, estoy sexualmente celosa pues me choca que Álvaro le haga lo mismo que a mí a su esposa luego Zai me sugiere algo.
-Y ten por seguro Gab que si subes una foto en la que aparezcas apoyando el brazo en el hombro de un hombre que Álvaro no conozca, se pondrá sexualmente celoso pues pensará que alguien podría quitarle su “querida”.
-¡Hm! Me suena divertido, Zai. ¡Ji, ji, ji!
-¿Hacemos la prueba…?
-¡Je, je! ¡Claro…! -Reímos con malicia.-
Así agarramos como conejillo de indias a Alfi, quien hace pocos días perdió a su madre. El tenía apariencia de nerd tímido y usaba lentes “fondos de botella” y aún anda desmotivado obviamente.
-¡Hola, Alfi! ¿Cómo sigues? ¿Ya te sientes mejor? -Le sonreí.-
-¡Ah! ¡Hola, Gabriela! Un poco mejor… gracias por preguntar… -Dijo con timidez.-
-Me alegro mucho, mira Alfi Zai y yo vamos a tomarnos una foto. ¿Quieres salir con nosotras?
-¡Hm bueno…yo!
-¡Bah anímate, Alfi! Tu esposa no dirá nada… -Le dijo Zai sonriendo.-
- ¡No, soy soltero! -Dijo con timidez.-
Sin decir más Zai se colocó a la izquierda de Alfi y yo a su derecha como abrazándolo así, tomamos la foto con mi celular.
-¡Gracias, Alfi! Ahora la subiré a mi perfil y le pondré “Mis mejores amig@s y compañer@s de trabajo.” ¿Te parece, Alfi?
-¡Ah…yo! ¡Sí, compermiso…!
Al irse Alfi, Zai y yo reímos como tontas y procedí a subir la foto.
-Oye, Gab. Parece que hoy eres el centro de atención por si no lo notaste.
-¡¿Hmm?! ¿Por qué lo dices? -Pregunté mientras subía la foto.- ¡Ésta internet está muy lerda!
-¡Diay mírate! Estás vestida muy sexy y formal con escote muy insinuante y un pantalón al cuerpo además andás hilo en vez de calzones. ¡Je, je! Parece que ese culiadón te cambió para bien…
-¡Zai, no digas eso! ¡Je, je! Acepto que lo necesitaba sí pero no exageres…
-¡Ay mírate! Te ves radiante y desde que te conozco, nunca te vi sonreír así además más de uno te viola con la mirada aquí en el trabajo.
-La verdad me gusta ser deseada pero no para cualquiera, Zai…
-Te veo más capaz y segura de ti misma y eso es bueno, Gab. Parece que tu Álvaro supo despabilarte con una buena sacudida a tu panocha, ¡ja ja ja!
-¡¡Oye, Zai!! -Le dije tirándole una servilleta en puño en la cara y reímos.-
-¡Hm! Estoy algo estresada… ¿Me dejarías salir con tu amigo?
-¡Sobre mi cadáver, Zai!
-¡Ja ja ja ja! Una celosa sexual defendiendo a su querido…
-¡¡Obvio!! No me es agradable que Álvaro coja con su esposa; ¡¿ahora… contigo?! ¡Jaja!
Después del receso de las 9 am Zai y yo volvimos a nuestros cubículos. Le hice mente a lo que me dijo y tenía razón, muchos de mis compañeros me violaban con la mirada como estando al acecho. Me miraban haciéndome cumplidos a los que respondí con una sonrisa dándoles las gracias por sus atenciones las que nunca me hicieron antes.
Me puse a pensar en lo que Zai me dijo en tono de broma de que si la dejaba salir con Álvaro a lo que mi respuesta será un “No” rotundo. Ya me es muy incómodo compartir a Álvaro con su esposa y ahora; ¡¿compartirlo con otra?! ¡Jamás! No le toleraría a Álvaro que ande con otra querida aunque esa otra fuese Zai pues sólo soy yo y punto. Además el me culea muy rico como para dejarlo andar con otra… si apenas tolero a su esposa…
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Un adultero y una fornicadora.
Non-FictionMi querido lector, esta historia trata de la vida de Álvaro. Un hombre felizmente casado que se ve tentado a engañar a su bella y amorosa esposa Alba con Gabriela; su mejor amiga de cuando él era soltero. ¿Caerá Álvaro en la tentación exponiendo su...