Un adultero y una fornicadora.

5. Tarde del Sábado, primera parte.

Álvaro.

Mantuve contacto con mi amiga en la semana por msj. Me contaba de sus cosas y yo de las mías acerca de mi vida de casado manteniendo discreción con mi intimidad, ¡obvio!

Gaby me contaba de las dichosas tutorías de las materias que llevaba y del tipo que le estaba gustando. Eso está muy bien pues ya era hora de que alguno le gustara pues siempre decía que amaba estar sola y que el estudio era su único amor.
No le he dicho nada de esto a Alba pues no odia a mi amiga pero no le agrada mucho que digamos.
Gaby y yo nos estamos llevando muy bien pero, ¡la deseo! Acepto que eso es ser infiel a mi esposa y todo pero sólo desearía coger unas cuantas veces con Gaby y listo. ¿Suena fácil e inofensivo cierto? Lo es siempre y cuando mi esposa no se entere pues de lo contrario sería mi fin.

Amo a Alba y así será siempre, la tengo presente en mi alma, en mi corazón mientras que a Gaby sólo sería sexo, deseo… sólo deseo su cuerpo. Sé que estaré inventando mucha cosa pues el sábado sólo tomaremos un café, charlar un corto tiempo y listo además, apuesto a que su madre estará ahí o sea nada de nada.

El sábado… ¡Dios ya hoy es sábado! Pero qué tonto soy, ¡je, je, je! Y estaba con la tontera de que hoy era viernes. Son la 1 pm y a las 3 pm salgo en camino a casa de mi amiga y aunque sé que no pasará nada, mi miembro comienza a ponerse duro.

-¡Tranquilo amigo! Nada va a pasar. -Le dije a mi miembro presionándolo suavemente.-

Gaby y yo somos muy preceptivos al grado de que ella ha de saber si yo la deseo; y yo sé si ella me desea. En mi caso ella me desea pero está insegura, y yo igual. No creo que suceda nada y si sucede, veremos que pasa.

Gabriela.

La semana se me pasó volada y todos los días era lo mismo; después del trabajo tomar dos buses, llegar a casa, y saludar a mamá entraba a mi cuarto donde me desnudaba frente a mi espejo que es de cuerpo entero. Aquí se detenía todo pues me quedaba viendo mi reflejo toqueteándome toda en mis pechos, mi trasero, en medio de mis piernas, mis caderas… Era como si revisara la mercadería para entregársela al mejor postor.

¡Uf! Ese pensamiento me excitaba tanto que ya sabía lo que seguía entonces caminé desnuda al baño y abrí la ducha con agua caliente; cuando me di cuenta ya me estaba masturbando de nuevo sólo que está vez fantasee con que Álvaro me cogía en mi cama luego, él se detiene para ponerme de rodillas frente a él para que lo mamara al mientras me masturbaba viéndolo a los ojos fijamente después los cerré para disfrutarlo más.

Dejé que él se viniera en mi boca; lo oí quejarse de placer al descargar su orgasmo. Le mostré mi boca abierta para que viera su semen salir bajando por mi barbilla. Después me tomó para ponerme de cuatro patas en mi cama donde me penetró de golpe y comenzó a cogerme más rápido y con fuerza.
Gemí, grité y lloré a la vez que arañaba las sábanas ya que mi orgasmo ya estaba cerca.

-¡¡Cógeme, có…geme toda; Álvaro…!!
-¡¡Claro…perra!! Tona esto…zorra….

Fue ahí donde sentí mi potente orgasmo e imaginé el de él después del mío. En esta fantasía quedé tirada en mi cama boca abajo con mi corazón y respiración agitados al límite.
Al volver a la realidad, me vi sentada en el suelo del baño arrecostada contra la pared con mis piernas abiertas bajo la ducha mientras que el agua caliente recorría mi desnudo y acabo cuerpo y aún seguía masturbandome pero ya más despacio y de forma “inconsciente”.
Dejé de hacerlo y me quedé un rato más bajo el agua recuperando fuerzas y cabizbaja.
Al sentirme recuperada miré que mi pierna derecha quedó fuera del baño.

-¡Vaya pero, ¿en qué momento quedé así?!

No recuerdo en qué momento me tiré al suelo a masturbarme de esa manera tan salvaje; ¡je, je, je!
A como me vi tirada en el suelo pareciera como si Álvaro me hubiera violado mientras me duchaba y después abandonado tirada en el baño. ¡Guau! Ardía por dentro de sólo pensarlo luego, me levanté para lavarme bien entre mis piernas, cerré la ducha y me seque con mi paño.

Fui a mi cuarto donde me miré de nuevo al espejo y me vi de nuevo desnuda y desesperada por coger o me cogieran. Tenía apariencia de cansada pero era de tanto echarme la mano matándome yo misma.

Después de verme al espejo me vestí con un short tipo licra muy al cuerpo y una miniseta también de licra y sin ropa interior. Se notaba a simple vista que estaba desnuda bajo mis ropas después me puse unas sandalias y salí a la sala pero a mamá no le gustó verme así.

-Gaby, prácticamente estás desnuda. ¿No te da vergüenza?
-¡Bah mamá! Estoy muerta de cansancio y tú… me reclamas mi forma de vestir… ¡Puf!
-Hija, se te ven mucho los pechos y no andas calzones. Se te nota a leguas por delante y por detrás.
-Sólo estamos tú y yo mamá además, no hay hombres aquí…
-¡Ehm…sí! Pero esa no es forma decente de vestir, Gaby aunque estés dentro de la casa.
-Te creo mamá pero ya dejemos el tema, ¿sí? Quiero comer algo…
-¡Está bien Gaby, cenemos!
Esa noche cenamos espagueti con albóndigas en salsa de tomate y fresco de piña. Le conté a mamá sobre la visita de Álvaro mañana sábado a casa y no le gustó para nada.
-Sabes que él te dio la espalda cuando se casó…
-Pero mamá hemos hablado de eso, un día de estos nos vimos en la calle y arreglamos las cosas.
-¡Sí cómo no! Al rato tiene problemas con su esposa o, darle celos a la vieja esa…
-¡Ay no mamá…!
-…O tal vez se peleó con ella por lo que no tienen sexo y te quiere coger…
-¡No inventes mamá! ¡Por favor!
-¡Ahh hija! Sólo me preocupo mucho por ti y no me gustaría que te haga daño de nuevo. Si deseas ser su amiga; adelante pero no me pidas que lo sea porque no lo haré.
-¡Ay bueno, mamá! Me habría gustado que se llevaran bien de nuevo…
-El tiempo lo dirá, Gaby.

Después de hablar de esto mamá me dio un beso en la frente seguidamente vimos tele un buen rato para luego irnos a dormir. Ya una vez en mi cuarto me vi al espejo y, ¡era verdad!,  ¡mamá tenía razón! Con esas ropas casi se podía decir que estaba desnuda. ¡Oh por Dios!

La miniseta era tan ajustada que marcaba tanto mis pechos tanto que, parecía que estaba excitada y si era el short, aún peor pues me repintaba todo el frente de mi vulva tanto que quería hundirse por el frente y por detrás marcó mi trasero al límite.
De lo desesperada que estaba usé esa ropa pues quería andar desnuda por la casa algo imposible con mamá por lo que, me desnudé para dormir. Ya en mi cama no conciliaba el sueño pues ya me había acostumbrado a masturbarme antes de dormir así que lo hice de nuevo.

Comencé a acariciarme toda con mis ojos cerrados y suspirando… sobaba mis pechos, y mi vagina en forma circular primero suave y despacio mojandome toda mordiendo mi labio y con mis ojos cerrados comencé a penetrarme. Es ahí donde vi a Álvaro llegar en mi fantasía desnudo y excitado. Separó mis piernas con sus manos y comenzó a violarme con su lengua de forma circular dándome una buena mamada.
Él mordía suavemente mis labios vaginales haciéndome suspirar del placer.

-¡Hm, hm Álvaro… Álvaro! -Lo llamé.-

Luego él me penetró duro con su miembro cogiendome duro y salvaje es ahí, donde metí mis dedos con fuerza y más rápido.

¡Uff! Es ahí donde torcí mi espalda levantando mis excitados pechos después torcía mis caderas apuñando los dedos de mis pies al momento que gemía con placer y desespero.
Llegué a sentir las bolas de Álvaro golpeándome en ese mete y saca; golpes simulados por mi mano al penetrarme yo misma y fue cuando ya demasiado mojada, mi potente orgasmo llegó matándome de placer dejándome débil, sudada con mi corazón y respiración agitados al límite.

Quedé con mis piernas abiertas y mis brazos extendidos con mi vagina y hasta mi vulva empapadas en mi orgasmo dejando mis sábanas mojadas. Así me dormí vencida y derrotada por mi orgasmo. Después concilie el sueño y dormí bien para mañana que sería el sábado que mi amigo vendrá a casa.