22. Celos y desconfianza.

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Álvaro.

Ya en mi hora del almuerzo en el trabajo miré mi perfil en las redes sociales y noté que Gaby subió una nueva foto en la que ella junto a una compañera  abrazando a un compañero de trabajo, un tal “Alfi”. ¿Quién es ese tal Alfi? Un gran compañero… ¡Hm! Un gran compañero sobretodo… ¡Bah! Viendo la foto del tal Alfi, noto una mirada de pocos amigos o del tipo de maes que no romperían ni un plato pero por dentro son todo lo contrario.

El tal Alfi se ve inofensivo pero Gaby lo abraza junto a otra mujer que seguro es una compañera de trabajo. Supongo que ese Alfi o le quiere llegar a Gaby o a su amiga… ¡Hmm!

La verdad no me agrada el señorito con cara de inocente cerca de Gaby porque me incomoda mucho… la verdad.

Gabriela.

El tiempo pasa volando y ya era la hora del almuerzo. ¡Guau…qué rápido! Ojeaba mi perfil en las redes sociales y la foto que Zai y yo con Alfi, sólo tuvo unos “me gusta” de los cuales ninguno era de Álvaro. ¿La habrá visto? ¿Por qué no la ha calificado? Su silencio me impacienta en eso llega Zai a mi mesa.

-¡Oye Gab! Parece que tienes muchos admiradores…
-¡Hm…! ¿Por qué lo dices? -Le dije sin quitar la mirada del celular.-
-¡Bah ya deja eso…! -Zai me quita el celular.-
-¡Zai, dame mi cel!
-Hay cosas mejores que ver el cel, Gab! -Me dijo dándome mi cel.-
-Bueno Zai, te escucho.
-Gab, muchos me han preguntado por ti… me han dicho lo cambiada que viniste y que, ¿qué fue lo que te pasó? Que qué guapa Y elegante te ves… Y hasta me pidieron tu número…
-Espero que no se los hayas dado así como así. No se lo doy a desconocidos.
-¡Obviamente no, Gab! Sólo les dije que te diría a ti, pero sí que jalaste bien la atención de muchos amiga y los comentarios que hicieron de ti…
-¿Qué dijeron de mí, Zai? ¡Quiero saber!
-Lo que oí fue que, estás pasada de rica, que seguramente te pegaron un buen culiadón y otros decían que harían contigo las mismas que cuando cruzan un río; pasarte de lado a lado. ¡Uff vieras!

Zai me contaba lo que oyó que decían algunos de mi acelerándome un poco y en eso me llega un msj de Álvaro algo que me sorprendió mucho pues él no manda msj en el almuerzo.

-¡Hola, Gaby! ¿Cómo amaneciste? Adolorida supongo, ¡je, je, je! Linda foto en la que estás bien acompañada…
-¡Zai, Zai! ¡Es Álvaro! Y… ya vio mi foto.
-¡Hmm! Pregúntale igual que cómo amaneció él también…
-Yo muy bien y sí, algo adolorida por tu culpa. ¡Je, je, je! Gracias por lo de la foto, en ésta estamos yo, Alfi un compañero de trabajo y mi amiga Zai. ¿Y tú cómo amaneciste? Apuesto que te escurrí todo ayer a punta de mamada, ¿verdad? ¡Ja, ja, ja!
-¡Ja, ja! Muy graciosa… y dime, ¿quién es ese tal Alfi?
-¡Ahh, él! Es un compañero que está muy mal porque hace unos días murió su madre y queríamos motivarlo un poco pero es muy difícil.
-¿Ah síiii?

El tono de ese “¿Ah síiii? en el msj de texto delataba que mi amigo estaba molesto. Zai dijo que estaba sexualmente celoso y por eso me dijo que le siguiera la corriente.

-¡Sigue con el juego, Gab y verás!
-¡Oobviooo, Zai! ¡Je je je!

Entonces seguí mensajeando con Álvaro.

-Pues sí, el perdió a su madre hace unos días y tratamos de animarlo un poco.
-¡Ah vaya! ¡Eh…! No me gusta la mirada de ese tal Alfi. Le tengo desconfianza.
-¡Ay por favor, Álvaro! ¿Y eso porqué? -Zai y yo reímos.-
-Pues él habrá perdido a su santa madre pero ha de tener malas intenciones. Podría ser un mojigato, recuerda que los agazapados son los peores…

Zai y yo reímos a más no poder ante sus tontos celos sexuales pero quise seguir con el juego.

-Ya dejá de inventar Álvaro, él no es un agazapado y a lo que he visto en él por años me comprueba que no es alguien de hacer daño, querido.
-Pero aún así, ten cuidado con él…

En eso llega el fin de la hora del almuerzo y Zai vuelve a su cubículo riendo ante los celos sexuales de mi amigo.

-¡Ya casi llego, Zai!
-¡Ok amiga!

Al quedar sola le dije a Álvaro:

-¡Eh..! Cambiemos de tema, Álvaro. ¿Podemos vernos de nuevo, querido? ¿El fin de semana en mi casa?
-¡Ay Gaby! Se me haría difícil no por lo largo sino por el tiempo del viaje y no creo que me dejen salir de nuevo al mediodía.
-¡Ah no! ¡Qué mal! ¿Y qué día te dieron libre está semana?
-Me dieron el miércoles pero tengo una idea… podemos vernos el martes. Yo salgo a las 3 pm y voy llegando a Ciudad Central a eso de las 4 y media pm. Sé que sales a las 6 pero podrías pedir permiso desde ya para salir a eso de las 4…
-¡Ajá, sí! Y a dónde iríamos según tú…
-Mira Gaby, 200 m al sur de la catedral hay un motel llamado “El caminante” y como te dije iré llegando a eso de las 4 y media a Ciudad Central a la misma hora que sales. Como la terminal está a 100 m de la catedral, llegaré antes al motel y cuando vayas de camino le diré al portero que te deje entrar dándole tu nombre y él te dirá en qué cuarto estoy. ¿Estamos?
-¡Ahh, eh, sí…estamos querido!
-¡Ok, Gaby! Nos mensajeamos mañana.
-¡Ok, chao querido!

Después de quedar con Álvaro me percaté que estaba yo sobándome la vagina por encima del pantalón. Vale que estaba sola y que no había nadie cerca que me viera pero la verdad el haber mensajeado con Álvaro para “vernos” de nuevo me excitó al grado de mojarme un poco pues culiaria antes de lo creído… ¿así o más desesperada? ¡Je, je, je!

Después de quedar con él, regreso a mi cubículo donde me aloqué pues algunos compañeros de forma anónima dejaron en mi mesa pequeños detalles como ramos de flores, tarjetas con buenos y bellos sentimientos, cajitas con confites, chocolates, caramelos y hasta dos ositos de peluche con un globo cada uno en mi silla… ¡Quedé en shock!, con mis manos en las mejillas, mi boca abierta y mis ojos exorbitados…

-¡¡SORPRESA!! -Gritaron algunos al llegar yo a mi cubículo.-
-¡Pe-pero… qué! ¿Qui…quiénes? ¡Eh, yo…!
-¡Ja, ja, ja! ¡Lindos detalles! ¿No, Gab?
-¡Zai…! ¿Tú sabes…?
-¡Ahh, ja, ja, ja! ¡Tampoco sé! Pero estoy tan sorprendida como tú e ignoro quien o quienes montaron la sorpresa…
-La verdad no, no me lo esperaba y… no sé quienes fueron pero gracias, gracias de verdad, chiquillos… -Agradecí muy emotiva.-

Muchos reían delatándose como autores de la sorpresa pero ignoro cuál de ellos fue el de las flores, el de los peluches, el de los confites, etc.

Sólo puedo decir que quienes hayan sido lo siguiente:

1. Aprovecharon la hora del almuerzo para montar la sorpresa.
2. Por algo se mantienen en el anonimato.
3. Seré muy ingenua pero no tonta pues nunca recibí estos detalles en mi trabajo. Estos presentes fueron a cómo vine vestida; mi pantalón al cuerpo usando hilo en vez de calzones, mi escote algo atrevido, etc.

Ante esto le hice el comentario a Zai y ella me dijo:

-Gab, ¿has visto tu pantalón? Ve al baño y mírate de frente al espejo.

Fui de inmediato al baño y al mirarme al espejo, me di cuenta… obviamente uso hilo en lugar de calzones pero éste me hizo una mala jugada con mi pantalón que es al cuerpo. Por delante se me marcaba mucho mi vagina y si era mi trasero, ni hablar. Es como si anduviera desnuda bajo mi pantalón.

-¡Ay no por Dios! ¡Qué vergüenza! Hasta el trasero se me nota… -Me dije.-

Le envié un msj a Zai desde el baño preguntándole el porque no me dijo nada pero ella respondió diciendo que ella creyó que yo sabía pero bueno, pronto se me pasó la vergüenza y volví a mi cubículo. La verdad no podía hacer nada para evitarlo y en serio digo que nunca había sido tan deseada sexualmente y eso… me agrada mucho.

Un adultero y una fornicadora. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora