Gabriela.
Desperté en el piso alfombrado al frente de la puerta de la habitación. Estaba algo mareada o aturdida seguro por el vino además de coger tres veces seguidas con todo y potentes orgasmos. Miré a Álvaro quien estaba noqueado o inconsciente de tanto coger. ¡Je, je! Se veía tan cómico desnudo boca arriba…
A duras me puse en pie pues estaba súper agotada y un poco mareada. Sobé mi frente y ojos apoyándome desnuda de espaldas contra la puerta. ¡Demonios! Sexo y vino; una mezcla fatal… pero deliciosa. Pronto me sentí mejor y caminé por la habitación y vi que es con un amplia sala con ventanales con cortinas blancas con vista de Ciudad Oeste. Me acerqué a los ventanales para ver la vista y con las mismas cortinas cubrí mi desnudez mirando los edificios poco altos.
Mientras miraba la ciudad pensé en todo lo ocurrido entre Álvaro y yo en nuestra pecaminosa relación, el tesoro y el dinero que ganamos… la vieja mansión Rehims que ahora es mía… pensaba en todo. Luego miré a mi amigo tirado en el suelo desnudo preguntándome por cuánto tiempo seguiremos así; cogiendo a escondidas de su mujer.
Después de ver los lujos de la estancia, fui al baño pues estaba derramando restos orgásmicos míos y de mi amigo por mi panocha. Una vez en el baño abrí el grifo que tenía agua caliente y fría por lo que mojé un buen pedazo de papel higiénico y comencé a limpiarme toda por debajo. Sé que seguirán saliendo restos orgásmicos pero por un rato no oleré mal.
Quise ver más de la habitación por lo que fui al dormitorio donde había una cama matrimonial enorme en la que me acosté para probarla boca arriba y luego me acosté boca abajo… ¡ésta cama está exquisita! De seguro la usaremos Álvaro y yo en un rato.
Salí del dormitorio y cerca del baño había una puerta que no había notado y al abrirla; ¡sorpresa! Había un jacuzzi. ¡Qué maravilla! Ya moría por usarlo en eso, tocan la puerta y me asusté.
-¡Buenas tardes! Servicio de cuarto.
-¡Ah, un momento! -Le avisé.-
Vi que el ropero tenía cuatro batas de baño celestes con las iniciales H.E.R, que es el nombre del hotel. Pronto me puse una, corrí a la puerta a recoger mis ropas y las de Álvaro a quien desperté para que entrara al dormitorio.
-¿Por qué me des…piertas?
-Sólo ve a la cama y espérame ahí…
Álvaro accedió caminando desnudo y ya fuera en el dormitorio entonces abrí la puerta.
-¡Buenas señorita! Soy de servicio de cuarto y le traigo el refrigerio.
-¡Ah gracias! Pero no lo ordené…
-¡No se preocupe! Está incluido en el pago de la habitación. -Dijo el joven empleado dejando la carretilla dentro de la habitación. -Si desea algo más sólo llama a recepción, extensión 31.
-¡Ah gracias! -Le agradecí con una buena propina.-
En cuanto se fue llamé a Álvaro para comer, me quité la bata y ambos comimos desnudos en la habitación.
Álvaro.
Gaby me despierta de golpe pues el servicio de cuarto llegó, me costó levantarme además que me dolía la cabeza. Me insistió que me fuera al dormitorio donde me arrecosté en la cama mientras la oí hablar con el del hotel mas no entendí que decían luego Gaby me llamó para que fuese a comer. Ahí me di cuenta que hablaba con el empleado del hotel que trajo un buen refrigerio con una botella de vino. Mi amiga se quitó una bata quedando desnuda y ambos sin ropa empezamos a comer.
Gaby me decía que la habitación tenía jacuzzi y que la cama era deliciosamente cómoda la que estoy seguro que usaré con ella, ¡je, je!Bebimos un poco de vino sin abusar pero deleité mi vista el verla sentada con sus piernas cruzadas, desnuda y sé que algo excitada estado en el que yo me estaba poniendo, ella lo notó.
-Vaya querido, te estás poniendo peligroso, qué miedo. -Dice sonriendo con deseo.-
-Y tú deseando, perrita…
-¡Obvio microbio…! ¿Te parece si vamos al jacuzzi?
Asentí sonriendo, ella me llevó al jacuzzi en el que nos metimos relajándonos en sus turbias y cálidas aguas. Al igual que en la tina de baño de la casa Rehims, Gaby extiende una pierna sacándola del agua acariciándola para luego sumergirla y hacer lo mismo con la otra.
-¡Hmm que delicia!
-Demasiado relajante, querida…
-¡Eh, se me ocurre algo! -Dijo ella saliendo del agua.- No me tardo…
-¡Ah, ¿adónde vas?!
-No me tardo..
Gaby salió del jacuzzi sin secarse en dirección a la habitación volviendo pronto con su desnudez mojada y en su mano la botella de vino la que destapó, se arrecostó contra la pared mientras mojaba su cuerpo con el vino el que recorría su cuerpo desnudo desde el cuello mojando luego sus deliciosos pechos para mojar su panocha.
-Sal un momento y ven por un trago…
Salí del jacuzzi con mi verga bien parada me acerqué a Gaby, nos besamos mientras nos toqueteábamos y ella comenzó a derramar del vino sobre mí masculina desnudez; reímos besándonos para yo empezar a mamar sus deliciosos pechos bajando a mamar su vientre mientras ella seguía derramando vino suave y delicadamente sobre su desnudez y sobre mí. Luego bajé un poco más a besar el frente de su panocha a la que bañaba con el vino dándole un sabor deliciosamente especial enloqueciéndome a mamarla sin parar.
-¡¡Ah, ah, querido!! ¡¡Ough qué deli…cia…!
No respondí sólo seguí mamando a la perra de mi amiga que retorcía suave y delicadamente sus caderas en señal del placer que sentía al sentir mi lengua penetrando su panocha la que saboree y mordí sus labios vaginales y su excitado, delicado y delicioso clítoris.
Acariciaba ella sus pechos con una mano mientras en la otra, sujetaba la botella de vino la que cogí y la puse en un lado y ya teniendo su otra mano libre, empezó a presionar mi cabeza contra su panocha hundiéndome más en ella. Pronto Gaby comenzó a gritar señal de que se regaba en su orgasmo.
-¡FUCK, FUCK ME… MALDITO! ¡D’AAAHHH, OUH FUCK! ¡ME RIEGO…ME RIEGO MALDITOOOOOO! ¡AH, AH, AAH!
Gaby quedó deshecha mirándome agotada y exhausta pero yo quería más y sujetando sus muslos mantuve sus piernas separadas para pegarle una doble mamada ante su insistencia de que parase.
-¡Querido… detente! ¡Para…! Ya me regué…toda… No lo…soportaré… ¡Ah, ah!
Ignoré su pedido aunque trató de separar mi cabeza de su panocha en vano pues estaba muy débil. Seguí mamándola a pesar que me estaba comenzando a doler la lengua pero con gusto lo soporté. Ella tiraba de mi pelo mientras se torcía… sé que está muy sensible por su orgasmo pero me importó un bledo.
La miré, tenía sus ojos cerrados, mordía su labio y levantaba la cara para desahogar placer en gemidos…también le mordía el frente de su panocha pero ella forzaba mi cabeza contra su panocha para que siguiera mamándola toda y pronto avisó que ya se regaba.
-¡Álvaro, Álvaro…me riego! ¡Me… riego de… nuevo! ¡D’AAAHHH, AHH, AHH YEAAAAAHHH, FUCK, FUCK, FUCK ME!
Terminé con la lengua un poco adolorida pero Gaby quedó devastada. Arrecostada a la pared se deslizó hasta quedar sentada ante mí con sus piernas separadas.
-¡Eres un maldito…! ¿Lo…sabías? -Dijo suspirando y nos besamos.-
-Pero sé lo que hago, ¿o no?
-¡Je, je, je! ¡Idiota! -Ella rió.-
Me puse en pie ante ella y le dije: “Te toca, perra”. Entonces Gaby con mirada de cansada agarró mi parada verga que comenzó a masturbar para después meterla en su boca dándome una buena mamada.
-¡Ah, perra! Mamas muy rico… -Le dije.-
-¡Hm, hm, hm! -Dijo mientras mamaba.-
Gaby sacó mi verga de su boca para masturbarme mientras mamaba mis bolas, me veía sonriendo.
-Te daré lo que mereces, querido… -Dijo volviendo a mamar.-
Mamaba a la vez que me daba suaves mordiscos en la cabeza de mi verga y en los bordes de ésta y en un rato empezó a meterse mi verga hasta llegar casi a su garganta y eso me abilocaba demasiado.
-¡Gaby…! Un poco más…y te tragas mis bolas… -Le dije y ella sacó mi verga despacio.-
-Soy una tragona, querido… -Me sonrió para volver a mamar y meterse mi verga hasta adentro.-
Sentí como llegando a su garganta mi verga era presionada por su deliciosa lengua, sus dientes y el cielo de la boca luego la sacó un poco para mamarla un rato hasta que ya mi orgasmo llegó y sin decirle nada me le regué en la boca algo que ella saboreó.
-¡Ah, ah perra! Qué delicia….
-¡Hmm, hmm! -Gaby abrió su boca para que viera mi semen en su lengua.-
Luego pasó mi miembro por sus labios con la boca abierta y se metió mi verga de nuevo en su boca, la mamó de nuevo unos instantes y abrió la boca y está vez no tenía mi semen pues se lo había tragado. Ella no quería parar y volvió a mamarme otra vez y no sé porqué mi verga se mantuvo parada.
-¡Gaby… basta! Yo…
-¡¿Hm porqué, amor?! Tu deliciosa verga pide más… -Lamió mi verga y volvió a la mamada.-
Sólo acaté a sujetar su cabeza mientras mamaba de nuevo. Mis bolas estaban muy contraídas a la vez que ella me las mamaba, mordía mi verga y se la metía casi hasta su garganta y la sacaba y volvía a mamar hasta que me regué de nuevo en su boca…
-¡Ah, ah toma esto perraaaaaa…! -Dije regándome en su boca.-
Gaby mostró su boca llena con mi semen el cual se tragó y me sonrió. Mi amiga es muy buena para la mamada pues me dejó bien escurrido, ¡je, je! Bajé y me senté a su lado, nos besamos y quedamos abrazados, agotados y exhaustos ante tal mamada riendo con malicia pero esto aun no termina.
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Un adultero y una fornicadora.
Não FicçãoMi querido lector, esta historia trata de la vida de Álvaro. Un hombre felizmente casado que se ve tentado a engañar a su bella y amorosa esposa Alba con Gabriela; su mejor amiga de cuando él era soltero. ¿Caerá Álvaro en la tentación exponiendo su...