55. Pesadilla enfermiza.

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Gabriela.

Mamá estaba como loca de alegría al saber lo de la indemnización por parte de Zacarías. No podía creer que estaría podrida en plata. Le expliqué todo y de que seguro el próximo fin de semana iré con Álvaro a sacar el tesoro e inspeccionar el misterioso sótano.

-¡Ay hija! ¡Cuánto me alegro saberlo!
-Yo ni hablar má sólo que el lunes el abogado de Zacarías llegará a entregarme los planos tanto de la casa Rehims como del terreno.
-Literalmente ya tienes casa pues si lo deseas puedes pagar a repararla y tal vez vivir ahí…
-Es muy buena idea madre pero, ¿con quién? La casa es muy grande para mí sola…
-¡Ah mi Gaby! -Lamentó mamá acariciando mi mejilla.- Lástima que… bueno, Álvaro y tú… ¡Tú sabes!
-¡Sí! También lo pensé mamá pero él es casado y de vivir yo ahí, él vendría cogeríamos y se va de nuevo con su esposa.
-Supongo que no has tenido esos sentimientos por él, ¿o sí?
-SÍ los he tenido mamá pero lo nuestro es sólo sexo, él sólo es mi querido y yo su querida. Para él soy la otra…
-¡Jm! ¿Y tú qué sabes? Tal vez no ahora pero quien sabe si en un futuro próximo tú y él podrían estar juntos.
-¡No sé mamá! Nunca tuve estos sentimientos por él de soltero y no entiendo porqué los tengo ahora que es casado además él no debe de sentir nada por mí tampoco salvo placer cuando cogemos. Y si ambos sentimos lo mismo el uno por el otro, ¿qué haremos? Tal vez es algo pasajero y Álvaro no dejará a Alba por algo temporal. Eso sería arruinar un matrimonio para siempre por un rato y, ¿qué y si viviendo juntos al poco tiempo nos aburrirnos y nos separamos?
-¡Ah pues tienes razón! Tienes razón en todo pero como dije quien sabe si tú y él no quedan juntos el día de mañana Gaby. Una nunca sabe.

Aquí mamá y yo dimos terminado el tema, vimos tele hasta la pura noche y luego nos fuimos a dormir. Como siempre ya en mi cuarto me desnudé para dormir pero tenía ganas de masturbarme pero con mi periodo será difícil pero al quitarme la toalla para ponerme una nocturna, noté que mi periodo disminuyó mucho por lo que me atreví a auto complacerme con mi cepillo el que metí en mis adentros empezando a cogerme a mí misma acariciando mis pechos torciendo mis caderas fantaseando con él, con Álvaro. Golpeaba duro mi panocha y mis adentros con mi cepillo fantaseando que Álvaro me culiaba con ganas.

Me golpee tan duro con mi cepillo al metérmelo que sentí que las primeras cerdas de éste se me metieron rozando mis labios vaginales… un ardor rico y delicioso… ¡Hm!
En mi fantasía Álvaro me sujetaba por las muñecas forzándome, violándome mientras yo lo disfrutaba… sentí sus bolas contraídas golpeándome por fuera con cada cogida.

Mi culo empezó a mojarse por dentro… un orgasmo anal llegó y luego mi orgasmo vaginal llegó de golpe inundado mis adentros mientras me daba duro.

-¡¡AAAHHHH, OOOUUGH YEAH!! ¡¡ÁLVARO QUÉ PUTO QUE ERES HIJO DE PUTAAAAAA!! ¡¡MALDITO PUUUTOOOO!! ¡¡FUCK, FUCK, FUCK!! ¡Te…amo, querido!

Quedé deshecha con mis piernas abiertas y mis brazos extendidos respirando con la boca abierta y agitada con el cepillo aún pegado en mi panocha el cual saqué de mis adentros vaginales, lo miré pero no lo lamí pues tenía unos pocos restos de mi periodo entonces lo tiré al suelo, cubrí mi desnudez con mi cobija acostada de medio lado y pensando en el porqué le dije “te amo” a Álvaro.

Sé que sólo fue una fantasía al masturbarme pero lo dije con sentimiento y la verdad me preocupa pues el único sentimiento que debo tener hacia él es de abrirle las piernas y que me coja, punto. Además y como le dije a mamá él no siente nada por mí y aunque sintiéramos algo el uno por el otro; ¿qué, qué entonces?

Álvaro está casado y no va a dejar a Alba sólo por mí o por un sentimiento mutuo que de seguro es temporal. No le di más vueltas al asunto y me dormí de medio lado.

Me dormí pronto y tuve una pesadilla. Soñé que estaba dentro de una cueva desnuda y encadenada de pies y manos en una mesa de piedra. Forcejee inútilmente por soltarme. Estaba sola y asustada.
En eso se acercan varios hombres desnudos y muy excitados (entre ellos Álvaro); y entre él y los demás comenzaron a violarme uno por uno. Recuerdo que gritaba pidiendo que parasen mas me ignoraban disfrutándome de manera forzada.

Mientras el primero me abusaba, otros se masturbaban regando su semen en mi cara, mis pechos a la vez que otros me obligaban a mamarles la verga y regarse en mi boca.
Forcejee inútilmente y sólo podía abrir y cerrar mis manos mientras que el primer abusador se regaba en mis adentros sin esperar a que yo tuviese mi orgasmo. Luego el segundo llegó y empezó a violarme con fuerza haciéndome regarme en mi potente orgasmo mas él siguió cogiéndome hasta regarse dentro de mí sin importarle lo agotada que estaba.
Y así uno tras otro me cogía regando sus orgasmos en mis adentros. Ya no podía gritar ni forcejear…estaba ya débil, agotada y ni podía abrir ni cerrar mis manos. Pronto vi que Álvaro era el siguiente en cogerme.

-¡Pero qué aguante, Gaby! Conmigo somos 9 a los que… les abriste las piernas… eres una puta…deliciosa… -Me dijo con sonrisa demencial mientras me violaba.- Y todavía faltan dos, ¡ja ja ja!
-¡Vete a…la mierda, idiota…! -Le dije casi sin aliento.-

Luego llegaron los últimos dos que me poseyeron violándome…según mi pesadilla tuve muchos orgasmos los cuales pensé que me matarían. Los dos últimos acabaron de abusarme quedé inundada de semen en mis adentros, mi boca y toda pringada o mejor dicho bañada en semen.

Ya no podía más pues fui violada por 11 depravados y para terminar Álvaro sacó de una hielera llena de hielo un consolador el cual estaba helado; sin importarle lo deshecha que quedé, empezó a masturbarme. No tenía fuerza para gritar ni forcejear… la sensación gélida del consolador helado hacia que gritara sin voz. Así Álvaro me sacó un orgasmo el que apenas llegué a sentir.

Luego Álvaro sacó el consolador de mi abatida panocha, presionó un botón que el consolador tenía en su base y del consolador salieron espinas después volvió a presionar el botón y las espinas se metieron de nuevo. Ahora sí estaba asustada pues ya sé lo que Álvaro me va a hacer y no podía como dije ni forcejear ni gritar.

-¿Te imaginas tener las espinas dentro, puta? -Me preguntó con cara demencial.-

Negué con mi cabeza…estaba aterrada, no me salía ni la palabra no ni la más mínima súplica. Sin decir más Álvaro me vuelve a meter el consolador y empieza a masturbarme y de repente, sentí las espinas en mis adentros fue en ese momento que desperté espantada, bañada en sudor respirando agitada…

-¡Por Dios! ¡Qué…horrible!

Miré mi panocha por miedo y tanto ésta como mi mano, estaban con restos de mi orgasmo. O sea, ¿acaso me masturbé estando dormida? También me siento agotada igual cuando me riego en mi potente orgasmo… ¿ahora me masturbo sonámbula? Lo que me faltaba.
Me siento en la cama sobando mi frente, veo la hora en mi despertador y son la 1:07 am. Pensar que en 4 horas debo levantarme vaya.

Me dirijo al baño a darme una ducha tibia y, ¡ah qué delicia! Salí secándome para verme al espejo y de verdad que soy una delicia pues hasta en mis pesadillas me cogen.
De pronto me dio hambre por lo que decido ir desnuda a la cocina ahora que má está dormida. Así lo hice llegué hasta la cocina en traje de Eva, calenté un vaso de leche al microondas, le eché miel de abeja para conciliar el sueño y me hice un par de emparedados. Locuras que me dan, ¡je je je!

Me llevo la comida a mi cuarto cuando oigo voces en el cuarto de mamá y en silencio me acerco a pegar mi oreja a la puerta y la escucho cogiendo con Asdrúbal.

Casi riego mi leche al oírlos pues me dio risa la que tuve que contener e irme a mi cuarto. Una vez en éste reí y me alegré de que mamá estuviera con alguien después de años de soledad que ella pasó.
Comí dejando medio emparedado tomándome la leche y me envolví en las cobijas para dormirme de nuevo esperando no tener otra pesadilla enfermizamente depravada.






Un adultero y una fornicadora. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora