14. La charla del domingo. Continuación.

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Gabriela.

Álvaro no es el seductor perfecto pero me gustó como cogimos ayer. Le dije lo bueno que era en la cama y mi mente jugaba conmigo al imaginarlo desnudo en el parque sentado a mi lado.

Esa manada que me dio haciendo que me erizara la piel de lo excitada que estaba y la sensación de su cálida verga metiéndose en mí golpeando rápido y con fuerza en mis adentros los que serían regados por su orgasmo  al grado de sentir mi potente orgasmo vaginal instantes después y creo que hasta me regué en mi trasero pues sentí que este…sucumbía también.

Una sensación única y deliciosa digna de repetirse… Sin olvidar la forma en que mis pechos eran sacudidos con cada cogida…  ¡Hmm!

Todo eso y hasta mas me hizo sentir Álvaro en la cama pero quería saber qué pensaba él de mí de cómo soy en la cama. Cuando me veo al espejo sé que soy una rica y que Álvaro degustó de mi cuerpo. Quise saber lo que él pensaba y entonces se lo pregunté directamente.

-Álvaro, dime cómo soy…
-¡Ahh…! ¿Cómo dices, Gaby?
-Que quiero que me digas que, ¿cómo soy en la cama? Si te gustó o no cogerme, si soy o no una rica o, si soy una… experiencia digna de…repetirse… -Me sonrojé al decir esto.- Quiero saber si me cogerías de nuevo. ¡Dímelo sin vergüenza!

Se lo tiré de frente y directo pues quería saber la verdad pues para una mujer como yo, es muy importante saberlo. Estaba excitándome por lo que cerré mis piernas con la intención de fruncir un poco mi…vagina porque comenzaba a mojarme en eso Álvaro dio su calificación de mí…

-Pues amiga eres una rica… una zorrita deliciosa que tiene unos pechos deliciosos en los que hundí mi cara mamándolos todos… el oír tus gemidos de deseo me abilocaban más cuando te pegué esa mamada contra la pared en la sala… del cómo agarraste mi cabeza y la empujabas como queriendo meterme en tu deliciosa…vagina… ¡Hmm! Lamí y morí tus… labios vaginales y metí mi lengua hasta donde pude y oírte casi gritar de…  desespero queriendo…queriendo…regarte…
Luego tú te abusabas bajando a mamar mi…verga…tu mirada fija en mis ojos las ganas y falta de verga. Una verga que te sacudiese el polvo que tenías dentro de tu vagina por falta de uso…y que yo llenaba de semen. Después cuando te la metí toda, te alce contra la pared y tu ….me rodeaste con esas piernotas tan deliciosas para luego llevarte a la cama en la que nos dejamos caer y tú te quejaste de placer y dolor.

Estabas tan estrecha y tan cálida por dentro que te cogí y te cogí hasta regarme dentro tuyo, zorrita para luego regarte gimiendo del placer torciéndote toda…

Aunque te enojaste al principio de lo que hicimos porque era algo prohibido zorrita, sabía que te gustó semejante sacudida que te di por dentro querida…
Además eres una experiencia digna de repetir, zorrita deliciosa…

Gabriela continúa.

Al oír semejante calificación, me percaté de que no estaba ni húmeda ni mojada sino empapada y si Álvaro seguía diciéndome esas cosas seguro que me regaba ahí mismo… mi corazón y respiración iban a mil, estaba excitada al máximo y lo evidenciaban mis delatores pechos los que noté muy excitados a pesar de usar brasier.
Cerré y encogí mis piernas porque sentí mi vagina y clítoris empapados además se me erizaba la piel y mi respiración se me cortaba… ¡uff!

-¡Ahh…yo! ¿Soy una… ¡uff!, una experiencia…digna de repetirse? -Pregunté muy excitada.-
-¡Así es, Gaby!
-¡Ahm…! ¿Y como para repetirse…hoy? ¡Ups, perdón? -Me sonrojé.-
-¡Uff…! ¿Repetirse hoy…? ¡Lo dudo! ¡Ahora mismo diría yo perra deliciosa! -Dijo Álvaro muy excitado.-
-¡Je je je! ¡Pues mi casa está…cerca, querido!
-Y tu cama nos espera… ¡je je je!

Sonriéndonos y viéndonos con maldad y deseo fuimos a mi casa. Una vez ahí abrí la puerta, entramos y mientras yo cerraba Álvaro me abrazó por detrás acariciando mis parados y firmes pechos con una mano y con la otra acariciaba en medio de mis piernas haciendo que tuviera un pre orgasmo además de besar mi cuello también. Doble mi cabeza hacia atrás para verlo y besarlo.

Después nos besamos como locos además de tocarnos con deseo un deseo tal que, como fuego nos quemaba por dentro por coger y disfrutar de lo prohibido entre él y yo.

Álvaro desabrochó mi pantalón al besarnos sin que yo quisiera detenerlo entonces él metió su mano para masajear mi vagina por encima de mis calzones en medio de mis piernas las que separé para que pudiera tocarme mejor… ¡uff!, ya estaba por regarme.
Entonces él metió su mano dentro de mis calzones acariciándome para violarme con su dedo evidenciando lo mojada y regada que yo estaba para después presionar suavemente mi vagina.

Yo acaricié su miembro por encima de su pantalón notando lo excitado que estaba al grado de que podría romper su pantalón… entonces me voltee para sobar mi trasero en su erecto miembro excitándome aún más y pasando por mi mente de qué se sentirá que me coja por…detrás. ¡Hmm!

De pronto mi pantalón cayó al suelo seguido de mis calzones hasta mis tobillos quedando desnuda de la cintura para abajo viendo cómo sus dedos me violaban.
No me di cuenta en qué momento Álvaro se quitó su ropa porque sentí su miembro rozando mis nalgas como queriendo cogerme por el…trasero. Por eso agarré su pedazo para detenerlo.

-¡Álvaro…por ahí no…! -Estaba yo muy excitada.-
-Tranquila, Gaby. No lo haré así… ¡je je je!

Lo que hizo Álvaro después fue que, metió su verga entre mis nalgas pasándola de arriba para abajo rozando mi trasero pero no me la metió por ahí aunque estuve a punto de decirle que me cogiera por detrás mas me contuve por miedo.

-¡Álvaro…! ¡Llévame a la cama…culeame toda…!
-¡Vamos perrita!

Ya casi no nos salía la voz de lo excitados que estábamos y cuando volví a ver a Álvaro éste ya estaba desnudo pero, ¿en qué puto momento se quitó toda la ropa?, porque yo aún usaba mi blusa con mi brasier suelto por él, desnuda de la cintura para abajo y con unas medias blancas pero bueno, Álvaro y yo fuimos de la mano a mi cuarto donde me quité la blusa y el brasier; éste último lo tiré en el suelo entonces Álvaro lo cogió y lo tiró al otro lado de mi cama por jugar porque reía.

-¡Oye! ¿Qué haces?
-¡Je je je! -Rio él.-

Me metí en la cama para coger mi brasier y estando en cuatro patas y sin decirme nada, Álvaro me agarra por mis caderas. ¡Oh por…Dios!
Estaba segura que me iba a coger de cuatro patas pero, ni fue así pues comencé a sentir como su lengua comenzaba a recorrer mis labios vaginales y mi clítoris ya bien húmedos. Eso sí me sorprendió.

-¡Ay, ay…! ¡Oouuhh…, Álvaro! ¿Qué haces? ¡Oh demonios!

Toda mi vagina, mi clítoris y mis labios vaginales eran recorridos por su deliciosa y afilada lengua con la que hallaba a penetrarme.
Sus dientes me daban esos deliciosos mordiscos que me estremecían y cruzaban mi piel dejándome sin aliento respirando yo con la boca abierta y de manera agitada. Miré para atrás y por encima de mi trasero veía el pelo de mi amigo pero miré por debajo y vi su barbilla pegada a mi…vagina lo que hacía que me abilocase aun más al sentir como se hacían estragos en mis adentros sintiendo mini orgasmos.

-¡Aayy, Oouuhh…! ¡ÁLVARO…AAHH, OOOHH? -Lo llamé gritando de pplacer.
-¡Hm, hmm? -Reí al oírlo pegado a mi vagina.-

Reí al oírlo responder así y es cuando me miré al espejo mientras me daban una buena mamada. Me vi de cuatro patas con la cara de Álvaro bien pegado a la mamada que me daba y que me tenía abilocada.

Continuará…

Un adultero y una fornicadora. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora