Seria mejor suicidarse

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Capítulo veinte

Samantha POV

Me senté al lado de Adam en la clase de literatura, como siempre. Y espere a que el girara su cabeza y mirara en mi dirección regalándome una de esas sonrisas blanquecinas que tenía siempre. Pero algo parecía que iba mal, no lo había hecho y siempre lo hacia.

- Hola Adam.- empece yo la conversación, le saque mi mejor sonrisa y espere a que me contestara

- ¿Que quieres?- su tono no era el de todos los días sino uno seco, sonaba demasiado borde. Y lo peor es que la sonrisa que esperaba que tuviera en la cara no estaba allí sino que la había cambiado por una mueca que daba a entender que no estaba cómodo en esta situación.

- Hmmm yo-yo solo... Quería saludarte.- soñé tímida y débil ante su brusco movimiento.

- Pues valla tontería.- dijo lo bastante alto las que yo lo pudiera escuchar. Giro de nuevo su cabeza y puso atención a la profesora.
No podía hacerme esto, el no. Odio que sea tan bipolar.

(...)

- ¡Hola, Sam!- el grito animado de Spencer hizo que levantara la vista de mi plato y la mirara frunciendo el ceño. Se sentó a mi lado apoyando su bandeja llena de comida mientras yo ya había empezado a comerme el poyo.
¿Por qué ella podía estar tan feliz y yo no?

Pues porque tus emociones dependen de alguien por quien se te caen las bragas.

¡No se me caen las bragas por Adam!

Yo no dije ningún nombre. Lo acabas de admitir tu solita.

Te odio.

Me alegro, porque es mutuo.

- ¿Sam? ¿Estas ahí?- dijo Spencer pasando su mano por en frente de mi cara. Gire un par de veces la cabeza y fije mi vista de nuevo en ella.- Te has vuelto a meter en tu mundo.- rodó los ojos y me regalo otra de sus sonrisa alegres.

- No pasa nada.- me rasque la nuca vergonzosa de que ella me lo tuviera que decir otra vez.- Bueno... ¿Y por que tan alegre?- saque otro tema ocultando mi vergüenza.

- Pues porque Marcus acaba de pedirme una cita.- Spencer tenía un tono entusiasmado y los ojos brillantes.

- Así que te gustan los rubios.- la sonreí contenta por verla así.

- No me niegues que no esta buenísimo.- dijo para sonreír aun mas.

- ¡Oh venga, Spence! No me digas que solo vas a salir con el porque esta bueno.- la mire con una ceja alzada.

- Bueno... Puede.- se rasco la nuca nerviosa y empezó a jugar con sus dedos.

- Para salir con el te tiene que gustar.- la regañe como si fuera su madre.

- Es que con el que quiero salir no funciona.- dijo ella haciendo una mueca desagradable.

- Pensaba que ya tenias olvidado a Saunders.

- Y lo tengo olvidado. No hablaba de el.- Spencer hablo rápidamente y la mire divertida esperando a que me dijera el nombre del chico con el cual quería salir.- Bueno vale... Te lo digo. Es Jason, Jason Forks.

- ¿Enserio? ¿Jason?- me mordí el labio para no soltar una carcajada.

- ¿Que pasa? ¿Que hay de malo?- preguntó Spencer a la defensiva.

- No... Nada.- me reí a carcajadas sin poder aguantarlo mas haciendo que todas las miradas del comedor se posaran en nosotras.
Pude que me halla reído un poco alto.

¿Un poco alto? Parecía que gritabas.

Bueno... Da igual. Tu no te metas.

- Sigo sin entender porque te ríes.- Spencer rodó los ojos y me miro amenazante para que parar de reírme de una vez. Respire profundo después de parar para intentar controlarme la risa de nuevo.

- Jason... Es bueno, Jason. Spence, Jason es mi amigo y se perfectamente que no es tu tipo.

- Pues por eso me llama la atención.- habló con un tono de indignación.- Somos polos opuestos.

- Si... Polos opuesto, y además has omitido que uno de los polos es un completo mujeriego al que le resultas indiferente.- la mire como una madre cuando regaña a su hija.

- No me ayudas...

- ¡No quiero ayudarte! No te acerques a Jason de esa manera. El no es para ti.- solo la intentaba proteger de el. Pero parece que Spencer no lo entiende.

- ¿Que pasa? ¿Es que el te gusta? Oh, en realidad te inventastes lo de que te gustaba Adam. ¿A que si?- El tono de enfado se notaba en cada palabra que lanzaba, intente interrumpirla para negarla todo lo que decía pero volvió a hablar subiendo su tono de voz.- Eres una egocéntrica. ¿Es que todo tiene que ser para ti? ¡Pues no!- me grito lanzándome miradas que podrían matarme.- Pensaba que eras mi amiga, Samantha.- me susurro mientras cogía su bandeja y me dejaba sola en la mesa con la mayoría de las miradas del comedor pegadas en nosotras.

Lo que me faltaba, Adam se comporta raro y parece que me odia, y Spencer se acaba de enfadar conmigo por una estupidez. Solo falta que Jason coja una pistola y me pegue un tiro en la cabeza. Puede que este sea el peor día de mi vida.

¡¿Estas loca?!

Estaba exagerando, idiota.

Pues no lo hagas delante mío. Soy tu cabeza sabes el dolor que sufriría si disparara allí.

¿Cómo que no lo diga contigo? Si siempre estas conmigo. Y bueno...lo siento si te a molestado lo de la cabeza.

Acepto tus disculpas.

Esta conversación esta empezando a ser incomoda.

La verdad es que si. ¿Paramos?

Mejor.

Mire a mi plato viendo el poyo a medio comer. Ya no me apetecía nada. Cogí la bandeja y tire la comida a la basura, apoye la bandeja en donde se dejan y salí por la puerta del comedor indignada.
Bien no tenía a nadie. Puta mierda.

Me tienes a mi.

Sería mejor suicidarse.

Eso ofende.

Pues te jodes. Ahora cállate.

Camine por los pasillo decidida ha hablar con Adam si o si, tenía que arreglar todo o se me iría de las manos. Con Spencer lo haré después, ahora esta demasiado cabreada. Al no encontrarle por los pasillo me extrese mas. Vi a dos chicas caminando por el pasillo y las pare de inmediato.

- ¿Habéis visto a Adam?- pregunte rápida para encontrarle cuanto antes.

- ¿El callado?- preguntó una de ellas, la rubia.

- Si, el callado.- rodé los ojos al oír como le llamaban.

- Me parece que había ido al aparcamiento, no se si se estaba montando en su moto.- dijo de nuevo la rubia encogiéndose de hombros.

- Si, me parece que se estaba montando hace un momento.- lo confirmo su amiga morena.

Me despedí rápidamente de ellas y salí corriendo hasta la salida del instituto baje las escaleras torpemente y me dirigí al aparcamiento.
Joder... Hasta encontrar la puta moto, me queda.
Me metí entre los coches buscando la moto de Adam y cuando iba por la tercera fila me rendí y me senté en el suelo. Si, en el suelo del aparcamiento indignada.
¿Por qué todo tiene que ser tan malo hoy?
De un momento a otro note un peso grande encima mío iba a ponerme a gritar y a pegar al individuo que se dedicaba a estropearme mas el día pero no de porque empecé a ver todo negro.

Infiltrado en mi vida [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora