Reto aceptado
A malos días, una buena cara-¿Algo así era el dicho no?.
Me miro por última vez en el espejo del baño y sonrío mientras me doy ánimos. Soy bella, soy fuerte, soy yo.
Y eso basta para ser feliz... ¿verdad?
Seguro para alguna persona sería desconcertante mi cambio de humor. Pero la verdad, es que aunque suene extraño, después de llorar siempre vuelvo a sonreír. No sé si es normal, pero era mi ciclo. Y hoy estaba de un muy buen humor.
Incluso así...
Tengo un corazón roto-Bueno, al menos eso creo-No, la verdad ya sé que tengo.
Decepción, estoy decepcionada de que no fuera, aunque no me dijo que sí ni no, yo estúpidamente creí que iría. Si yo me viera de manera objetiva seguro me burlaría de mi misma.
Pero estoy más molesta que otra cosa. Tengo orgullo femenino también, cariño. Así que todo el día pase con mala cara, hasta que me vi en el espejo y pude ver como envejecía por nada.
Así que salgo con una sonrisa del baño, dispuesta a reír y ser feliz. En la cafetería pienso en probar la ensalada de frutas que Alan dice que le gusta a Abigail y decido intentar. Tomo una, pero cuando voy a irme dudo un poco y tomo otra más.
¿Quién sabe si luego me quedo con ganas de más?
Sonrío viendo las mesas pensando en donde iré a comer pero toda esta buena vibra se pausa y se quiebra cuando lo veo. Y esa emoción negativa, se multiplica por el infinito y más allá.
Hijo de...mi bello corazón.
Aprieto los puños con mi bandeja y camino hacia él que se encuentra hablando con Hilary. Verlos juntos hace que la cereza del pastel sea colocada.
Y más que fastidiarme la sonrisa que él le regala...me lastima. Me duele porque a mí me da sonrisas fingidas y frialdad.
Y me deja plantada, mientras se va con ella. Ese dato también es importante.
Llegar a donde ellos se me pasa en un cerrar y abrir de ojos. Y cuando menos me doy cuenta estoy tomando con mi mano su brazo y volteándolo hacía mí.
¿Imprudente? Sí...creo que represento eso muy bien.
Su rostro da con el mío y sé que mi rostro es muy serio y mi mirada muy firme porque parece sorprendido y antes de que pueda decir algo lo saco del comedor.
No dice nada, tal vez está guardando todo para cuando nadie nos vea. Porque así somos, yo en frente de todos, la mala, y él, el bueno.
Así que cuando cruzamos dejo la bandeja en la banca y me volteo. Cualquier otro chico hubiera aprovechado la oportunidad de verme el trasero pero Gregory me mira a la cara con el ceño fruncido.
-No fuiste ayer-le reprocho y me cruzo de brazos-¿No dirás nada? Bien, yo si tengo algo que decirte. Lo que hiciste ayer fue algo irrespetuoso. Me dejaste plantada.
Por dos horas...
Lo último suelto en un murmuro y miro hacia otro lado. Se ríe, McFly se ríe negando.
-Nunca dije que fuera a ir. No te di una respuesta.
-Exacto-concuerdo-pero cuando no sé dice nada, se toma como una afirmación. Es lenguaje universal, deberías saberlo cerebrito.
-Fue tu error, no el mío. Además-se cruza de brazos mientras se arrima al árbol-¿A cuántas personas ha dejado la gran Verónica, plantadas?
-¿Qué?-suelto una risa-¿Acaso quieres ser el santo que expiara mis "pecados"? Bueno, si su santidad me permite le confesaré la verdad...no he plantado a ninguna.
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¿Apuestas?
Romance¿Quién no conocía a la deslumbrante, rica, guapa-¿ya dije deslumbrante?-Verónica Bowen? Aquella consentida, superficial y frívola que ocupaba el puesto de antagonista para Abigail. Por los rumores y ciertas actitudes suyas, Verónica en una época fue...