Capítulo 40 "El secreto de Bowen"

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El secreto de Bowen


Todos tenemos secretos, son inevitables.

Un miedo, una acción, un sueño o un lugar.

Un secreto no es necesariamente malo. En realidad, un secreto es algo que guardamos porque no tenemos la fortaleza de expresarlo al resto. Es privado, y eso expone nuestra debilidad.

Mi vida estaba llena de cosas sueltas.

Una de las tantas cosas que nunca pude contar era esta. Pero aquí estaba, abriendo la reja para mostrarle lo que tanto protegía, de manera indirecta, se puede decir que lo deje entrar y conocerme.

Mi guardia era inexistente, e incluso le había invitado a entrar en la cueva que tantas veces protegí con actos estúpidos e impulsivos, mi corazón.

Las luces de colores nos golpean al igual que la música estruendosa. Tomo su mano y lo guio entre el mar de gente. Me fijo en no soltar su mano y cuando llego a la barra, golpeo la mesa con fuerza.

-¡¿Qué mierda crees que...-me quito la capucha y Liria detiene su griterío-¡¿Tú?!-sonrío y se cruza de brazos-Pero miren quien decide asomarse. Es bueno verte de nuevo por aquí, Cris.

-Lo mismo digo Liria-ella ve detrás de mí-Oh, él es...Damien.

Gregory enmarca una ceja y busca mi mirada mientras que yo tratando de ocultar mi sonrojo lo evito.

¡Sí, dije tu segundo nombre ¿y qué?! ¡Deja de verme! ¡No es tan extraño!

-Es un gusto conocerte, Damien, llámame Liria o Li. Cualquiera está bien para mí.

-Mucho gusto-es su respuesta junto a una sonrisa amable.

-¿Gustan algo?-pregunta y me mira-Aunque de ti necesito tu opinión. Es más, prueba esto.

Saca de debajo de la mesa un vaso y mezcla varias cosas antes de mezclar y servir en un vaso, lo tomo y huelo mientras lo muevo lentamente.

-¿Qué es?-le pregunto.

-Una de mis mezclas-sonríe orgullosa-tal vez te guste.

Asiento y me lo tomo de golpe. El ardor pasa por mi garganta pero es soportable, y no quema mi estómago como esperaba.

Lamo mis labios y lo dejo.

-No está mal pero le falta algo

-¿Tal vez que esté más frío? Pensaba en algo así.

Sonrío.

-Tal vez-miro a Gregory-¿Quieres?

Parece algo confundido pero asiente. Le doy otro vaso y él la toma de un bocado, al terminar hace una mueca que hace que Liria ría.

-Es un novato, que lindo. Quisiera uno para darle experiencia-sonríe de manera picara-que suerte tienes Cris.

Conozco esa mirada. Y no es buena. Niego la cabeza sintiendo mis pómulos sonrojarse.

-No es lo que crees-murmuro antes de que él lo haga-Somos amigos.

Muerde su labio inferior mientras me mira, trata de examinarme y eso es malo. Ella casi siempre acierta cuando miento, pero algo me salva. Su mirada va detrás de mí y sonríe. De inmediato siento una manos rodear mi cintura y boca. Abro los ojos pero cuando siento un beso en la mejilla sé quién es.

-¡Guapa!-exclama-Tanto tiempo sin verte.

Sonrío y él me suelta. Me doy la vuelta y me arrojo a sus brazos. Larry me recibe gustoso y me mueve de lado a lado como un oso.

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