Prométemelo
Nunca me han gustado las rosas, es por ello que cuando salgo y me estampo con un ramo de ellas hago una mueca. No veo quien se esconde detrás de aquel ramo así que con dudas pongo mis manos sobre las flores y las bajo.
¿Qué rayos?
La imagen de Darwin dándome una mini sonrisa me hace verlo incrédula. Al ver que no sonrío con él y solo lo extrañada, suspira.
-Son tuyas-susurra y de inmediato empiezan los cuchicheos.
¿Mías? ¿Yo con rosas? ¿Y por qué me las daba? Él sabe que no me gustan las rosas.
Frunzo el ceño y niego cuando me las entrega.
-Darwin yo no quiero rosas. Gracias por ellas pero no las puedo aceptar, yo...tengo que irme.
Paso una mano por mi cabello sintiéndome avergonzada e incluso perdida. ¿Por qué rosas? Sí, parecía algo estúpido de pensarlo pero no podía dejar ese detalle.
-Espera-dijo y tomo mi mano para regresarme al mismo lugar.
-No...-susurro cuando las trata de poner en mis manos.
-Tómalo como agradecimiento pequeña terca-dijo para luego irse.
Veo el ramo en mi mano y suspiro. Me quedaría parada tratando de analizar todo pero soy consciente de que estorbo en la puerta de salida de mi aula así que me desapego y ante la mirada de todos decido llevarme las rosas.
¿Qué? Son muy bonitas para lanzarlas, además, me las dio ese idiota. Jamás botaría algo de ellos, incluso si me dieran las cosas que odio.
Los regalos de mi mamá por ejemplo.
***
-Me siento mal-me quejo.
-Tal vez sea porque toda la sangre de tu cuerpo está en tu cabeza-acota Lara.
La miro y sin poder evitarlo hago una mueca antes de dejarme caer en mi cama. Ella tiene razón, al instante en el que caigo me mareo.
-Au-mascullo cogiendo con mis manos la cabeza-Se me han batido las neuronas.
Lara niega la cabeza mientras Elena suelta una risa.
-Solo a ti se te ocurre pararte de cabeza y luego caer como un zambo-dice divertida Elena-¡Era obvio que eso pasaría!
-Tengo el estómago en mi garganta y mi cabeza en la luna-me quejo-Me siento mareada.
-¿Es sano pararse de cabeza por mucho tiempo?-pregunta Lara curiosa y en respuesta me encojo de hombros.
-No lo sé, pero es algo que hago cuando estoy aburrida.
-O triste-interrumpe Elena y la miro asombrada-¿Qué?-se sonroja-Una vez oí que así evitas llorar...lo vi en un dorama...
-¿Tratabas de no llorar?-me pregunta directamente Lara.
Me remuevo incómoda sin saber que responder.
-Yo...
-¿Darwin y Alan, verdad?-no la miro. Esta chica sí que tiene una buena vista o hace brujería. O tal vez soy muy poco disimulada cuando huía-¿Es por eso que los has evitado en los pasillos?
Yep, he sido muy poco disimulada...
-¡¿Por eso Darwin te dio las quince rosas?!-grita Elena asombrada.
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¿Apuestas?
Romansa¿Quién no conocía a la deslumbrante, rica, guapa-¿ya dije deslumbrante?-Verónica Bowen? Aquella consentida, superficial y frívola que ocupaba el puesto de antagonista para Abigail. Por los rumores y ciertas actitudes suyas, Verónica en una época fue...