BICIS, PIEDRAS Y MULAS

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Él solo, había ideado la bicicleta eléctrica de corriente subalterna, una mezcla entre energía cinética y electricidad estática.
Funcionaba a las mil maravillas, pareciera una bicicleta normal, de las de toda la vida, de dar pedal y punto, pero era mucho más. Su corriente subalterna la impulsaba de forma pasiva, que, aunque no lo pareciese, vaya si se notaba ¡
Su especialidad eran las piedras meteoríticas, siempre llevaba alguna encima, y por supuesto con un certificado de autenticidad que él mismo emitía.
En una ocasión, una mujer totalmente desesperanzada le hizo saber que lo recompensaría si encontraba a su mula desaparecida.
Él le pregunto el nombre y el color, e inmediatamente se puso en búsqueda del animal.
Al llegar a la esquina, lejos ya de la atención de la mujer, topó con otro hombre, uno que decía ser dueño de un burro, que pastaba allí mismo.
El color era el idéntico, y aunque el nombre no lo era del todo, decidió comprar el burro al hombre, después de dejarle dar una vuelta.
Se montó en el burro y se dirigió al lugar donde se encontraba la mujer, tenía cara de no entender muy bien que significaba aquello.
"-He encontrado tu mula, alguien la ha lavado a más de 30º y ha encogido, pero es la tuya"
La mujer cegada por una alegría ingenua, acepto al animal como su antiguo susodicho y preguntó cuánto sería el precio a pagar. Lo pagaría fuese el que fuese.
El salvador de burros, le cobró el doble del precio que le había pedido el propietario anterior, y después del negocio, este mesías se dirigió a saldar su deuda definitiva, con toda la rentabilidad de sus beneficios.
Y así es como aprendemos que; todas las bicis son eléctricas y todas las piedras meteóricas y las mulas no deben lavarse a más de 30º. 

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