EL LADRON, EL LOCO Y EL MENTIROSO

18 0 0
                                    

Esto no es tuyo.
Solo puedo esconderme y ver tu recorrido, extenderme y desdoblarme, fingir que somos amigos.
El lejano murmullo cuenta tus hazañas, esas que algunos creen que les entregas, pero yo se que te has hecho dueño sin autoridad, de todo lo que somos.

Ladrón miserable, me empujas a mi destino no escrito, tránsfugo yo en espacios vacíos.
Ahora en este día monocromático, alentado por rayos de luz figurados, sin lugar para la esperanza o el recuerdo, permeado por resignación transparente, subyugado a rabiar, sin ira.
Me turbo mezquino, me desluzco y amarilleo como viejo papel devastado por el mentiroso usurpador de elipses inconcretas, adorador del sol.
¿Qué puedo más que gastar mis latidos a expensas de que me atravieses de forma permanente?
Acribillas mi corazón ahora, pero no podrás hacerlo siempre.

Yo conozco el engaño, se exactamente a donde nunca podrás llegar.
No todo está ensartado, ni atrapado en la maldita tela de araña tramposa, no todo alcanza a tus tentáculos de calamar cósmico.
El suelo se encontrará con mi sangre, y no, no volverás a alcanzarme.
O quizá nos enfrentemos, cara a cara sin rostro, cuerpo a cuerpo, sin vida.
Una guerra que se prolonga más allá de lo tangible, en un lugar que ocupa todo el espacio infinito.
Tiempo al tiempo.

TAQUIPSIQUIASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora