EL FAROL

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Atento descerebrado y espabila de una vez, enciende tu farol que pareces loco.
¿Cómo es posible ir por el bosque en plena noche sin luz que alumbre el camino? ¿Eres ciego?... Por supuesto, no necesitas luz, al igual que yo, pero ten la suficiente amabilidad para fingir que no lo eres y así los que se crucen en tu camino, no se estamparán contra ti.
Como yo por ejemplo.
Necesito la luz que no puedo ver, para alumbrar los sitios por los que paso que no sé dónde están.
Puede que así pueda coger aquellos níscalos que están allí o allá, para luego palpar el interior del gallinero al llegar a mi cabaña, que estaría más o menos, detrás de estas colinas, o aquellas del otro lado, y salvaré algún huevo que otro, para hacer una buena tortilla de níscalos, posiblemente no sean venenosos y espero produzcan risa.
Pero si lo que veo después de ingerir dicho revuelto, son las paredes de mi vivienda, árboles y más níscalos, significa que al fin has prendido tu farol, cosa que te agradezco enormemente, alguien tan ciego necesita que otros más ciegos que él, ingieran níscalos para ver la luz de su farol, y poder continuar el camino por el bosque de agua salada a bordo de una cáscara de nuez. No es un farol.

TAQUIPSIQUIASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora