III: Rumbo a ciudad de México

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El paso de los días trajo consigo mucho movimiento en el interior de HexHell al igual que en el interior de todas aquellas organizaciones que habían estado presentes en la Mansión de los Héroes. Era en parte divertido y en parte aterrador pensar que al mismo tiempo en el mundo nada pareció cambiar. Las cosas seguían su rumbo tal y como lo hacían antes y a Maika la idea de que toda una realidad como aquella, de semejante magnitud, escapara a su conocimiento le resultaba increíble.
No es que ignorase la importancia del secretismo, bien sabia ella que antes de conocer la existencia de HexHell igualmente compartía la idea común de que los gobiernos ocultaban información relevante a los pueblos que gobernaban, pero al imaginarse en el lugar de alguien por fuera de las paredes de aquella mansión, alguien viviendo la vida "normal" ignorando todo lo que en verdad sucedía, que su vida tal y como la conocía podía terminar, que al estilo de vida predominante se le hubiera declarado la guerra y que los monstruos de verdad eran reales, era algo que la dejaba en un estado de angustia difícil de sobrellevar.
Sobre todo después de haberlo visto con sus propios ojos.
En uno de sus tantos entrenamientos pasó por una sala repletas de computadoras, con técnicos trabajando en ellas totalmente concentrados, y una serie de largos tubos fluorescentes de luz en el techo, y allí lo descubrió.
¿Qué hacía? Quiso saber y al consultar, se le explicó que aquella sala era la que se encargaba de fabricar las noticias y del "monitoreo" de redes.
Observando la pantalla con atención pudo comprender mejor. Ahí estaban las redes sociales, las páginas webs de noticias y los blogs sobre temas paranormales más consultados. Y en lugar de querer borrar o eliminar dichas páginas, los miembros de HexHell especializados en ello se encargaban de subir su propio material. Una mezcla de trabajos editados, arreglados especialmente y al detalle, para simular la aparición de monstruos, de Vestigios, siluetas y sombras extrañas, luces en el cielo, informes absurdos. Todo era creado allí mismo y difundido por las redes.
—¿Para qué hacen una cosa así? ¿No deberían borrar cualquier indicio en lugar de... de... crearlos? —le consultó a uno de los técnicos más nuevos que habían venido a quien reconoció como miembro del escuadrón Zorro.
—En esta época en la que vivimos, en que todo el mundo va con una cámara en sus bolsillos y con acceso a la red donde millones de internautas esperan para devorar información nueva a cada momento, es imposible ocultarlo todo. Pero tampoco es necesario. La verdad no tiene por qué ser un problema si se la maneja bien. Mucho más útil que censurar, es decir la verdad, o al menos una parte. La silueta de un Vestigio acompañada del titular: "Extrañas luces en el cielo. ¿Los visitantes regresan?" o bien "no podrás creer lo que encontró en el bosque" y una imagen borrosa de un evento real de ataque de Vestigio. Es un trabajo muy complejo realmente, pero una mentira bien construida suele ser mucho más interesante que una verdad inexplicable.
Aquella conversación continuaba ocupando la mente de Maika hasta el día presente. Intrigándola por querer saber que más se ocultaba en las tareas de un grupo como aquel, pero también preguntándose si habrían otros e incluso sintiéndose en cierta forma como una mala persona, una fabricadora de mentiras, como si aquello no fuera lo correcto.
Se preguntaba incluso que haría HexHell con aquellas personas que por el motivo que fuera hubieran logrado descubrir la verdad. Los derroteros de tales ideas le resultaban atemorizantes.
Y allí estaba ahora, en su mundo de mentira.
En HexHell las medidas de seguridad se priorizaron y ahora a todo momento se veía a personal armado custodiando las afueras y en ronda de vigilia en los patios interiores.
Por las noches no había un solo pasillo donde no se los pudiera ver venir y el propio Mesh aparecía aquí y allá en la mansión de una forma que parecía a simple vista aleatoria.
Él no parecía muy preocupado y en su rostro tranquilo no se traslucía nada que indicara que estaba esperando algún ataque pronto.
El escuadrón Zorro se había ubicado en los barracones cruzando el patio central, en la zona contigua al gimnasio, y allí habían centrado su base de operaciones.
Como tal, la fuerza extra que constituían había venido excelente tanto para reemplazar a los miembros de HexHell muertos en el asalto a la mansión de los Héroes como también para comenzar a planear el contraataque hacia aquellos que se habían revelado como los enemigos.
Maika había estado presente en varias, quizá todas, las conversaciones que se desarrollaron en esos dos días de extraña agitación y por lo que llegó a captar los miembros del escuadrón estaban desarrollando un trabajo de inteligencia que les permitiera a cada hora que pasaba cercar más y más al enemigo.
—No nos sobra el tiempo aquí, pero no me molestaría invitarte a recorrer Eudamonia algún día —le había dicho Fox una tarde en que se la encontró de camino al despacho personal de Selena.
A Maika todavía le resultaba un poco extraño ver al muchacho pelirrojo sin el brillo azulado que rodeaba su cuerpo, o la imagen de su cuerpo, en el mundo Subterráneo. La experiencia de haber vivido en un sitio donde solo las almas existían no era fácil de borrar.
En cualquier caso, lucía más vivaz, animado.
—No sabía que nos dejaban pasear cuando el mundo se iba al carajo —
—Pero si el mundo siempre se está yendo al carajo. Por lo demás solo será cosa de salir de incógnita. O, no sé, hacer alguna misión y regresar rápido. ¿No has sabido de ataques de Vestigio en la ciudad? —. Maika negó con la cabeza y continuó con su camino.
Aunque sonreía al preguntar ella no lo hizo pues recordaba muy bien lo que un ataque de Vestigio podía ocasionar. Había experimentado la muerte de cerca desde su llegada a HexHell, en verdad desde antes, pero nunca tan violenta y salvaje como allí.
El tema no le sacaba sonrisa alguna.
Cuando llegó al despacho de Selena golpeó la puerta solo una vez y de inmediato alguien la abrió del otro lado.
—Adelante por favor, señorita Maika —Michael B. Roughs sonreía con amabilidad tras sus gafas de cristal mientras la invitaba a pasar. Cuando ella lo hizo cerró la puerta y tan encorvado como siempre caminó hasta ponerse a su lado.
En la habitación se encontraban Selena, sentada frente a su escritorio personal tan repleto de papeles como siempre, o más si cabía, y el capitán Ali del escuadrón Zorro, que se encontraba parado en una esquina con los brazos cruzados sobre el pecho.
—Muy bien, ya estamos todos —la voz de Mesh surgió antes que su cuerpo. Cuando Maika observó una zona oscura del cuarto repleto de sombras comprobó que un ojo rojo como un cristal la observaba fijamente y bajo él se formó una sonrisa repleta de afilados dientes.
Mesh, con el cuerpo de Vlad, apareció materializado en ese mismo lugar.
—¿Cambio de look? —preguntó la joven sorprendida. Mesh que siempre había sido algo llamativo, ahora lucia como alguna clase de guerrero de siglos pasados, aunque más que guerrero, su porte altivo era el de una persona distinguida con toda seguridad perteneciente a las clases altas del pasado.
—Estás viendo al rostro de un rey jovencita, deberías tener más respeto. —contestó, con una voz que sonaba como la suya, pero al mismo tiempo parecía reforzada por otra que hablaba a la par. "En mis tiempos por solo mirarme despectivamente te habría empalado yo mismo" dijo una voz que ella pudo escuchar pues formaba parte del coro de voces de siempre.
"Afortunadamente esos tiempos primitivos se acabaron" atacó otra de las voces en respuesta y varias la festejaron.
"Esos eran los buenos tiempos. Los hombres eran poderosos y las mujeres entendían su lugar"
"Los hombres todopoderosos no podían ni siquiera plancharse sus camisas. Además, ¿de dónde te crees que nacían esos poderoso hombres? Primero les cambiabas los pañales y después te decían como tenías que vivir, que estupidez"
El debate de voces ascendía en intensidad por lo que Maika sencillamente las silenció hasta que pasaron a ser un murmullo apenas audible, como el recuerdo vago de un sueño que se desvanece en la mañana.
Selena se había alejado del escritorio y les había dado la espalda. Miraba con atención un enorme mapa que alguien pegó en la pared.
—Dile a ellos lo que me dijiste a mí —dijo con su conocido tono de voz inflexible y seguro. No despegó los ojos de aquel mapa y Mesh, que había entendido que se dirigía a él, comenzó a hablar.
—Esa camisa resalta tu figura —respondió sonriendo.
—Mesh, no es momento de jugar —rebatió Selena furiosa dándose la vuelta.
—Bueno chicos y chica, estas son las novedades. Novedad uno, seguimos investigando el paradero del enemigo. Todavía no los tenemos, pero falta poco... o eso lo que creen los técnicos. Personalmente no tengo la misma confianza. En cualquier caso, novedad dos.
En el asalto a la Mansión de los Héroes pude beber la sangre de un tal D. Sus recuerdos forman ahora parte de los míos. Él no sabía gran cosa, quizá el Profesor se aseguró de no confiarle demasiados detalles a sabiendas de que lo enviaría a una muerte probable o segura. En cualquier caso, puedo ver el recuerdo de un encuentro. D, el Profesor, un tipo al que parecen llamar "Doctor" y al menos dos de los que invadieron la Mansión de los Héroes, el de los tatuajes, Tato, y la chica, Elizabeth. Hablaban sobre el ataque, sin revelar nada muy importante. Pero reconozco el lugar donde se reunieron. Mejor dicho, una de las almas del mundo Subterráneo lo conoce. Un sitio muy particular en ciudad de México.
—Nuestras fuentes de información han indagado en busca de cualquier señal de ellos por esa parte del mundo, pero por el momento no hay nada llamativo —agregó el capitán Ali.
—Tal vez eso mismo sea lo llamativo —comentó Selena dejando de observar el mapa y mirando en cambio ahora a cada uno de los presentes. —Está claro que nuestro enemigo no comete errores. No se equivoca a menos que quiera hacernos creer que lo hace. Esa conversación en México, que enviara al ataque de la mansión a sus guerreros más descartables, no fue ninguna clase de error. Si algo aprendimos de las acciones de estos llamados Geneálogos, es que no podemos confiarnos.
Ante el silencio de la habitación Maika consideró oportuno compartir lo poco que había logrado encontrar en sus propias investigaciones.
—Por mi parte estuve buscando información en la biblioteca, pero no hay nada con el nombre de geneálogos. Supongo que la palabra viene de Genealogía. Fundamentalmente fue el método utilizado por el pensador francés Michael Foucault para trazar las historias de las sociedades y las personas de una forma que se puede considerar más amplia que la de la historia tradicional. Aunque algunos dirían que más que amplitud la característica era ir a contramano de la historia oficial. Una especie de contra-historia que negaba serlo.
—Un método —comentó Selena pensativa. —Un método para un fin. ¿Dices que estos tipos están inspirados en ese hombre, ese tal Foucault? —inquirió. Aunque la lectura era una de sus pasiones, la filosofía no se encontraba dentro de sus libros predilectos. Desde niña había preferido los libros de guerra, estrategias y otro tipo de lecturas más útiles.
—Es difícil saber algo con certeza. Y no solo por los pocos datos que tenemos. —Mesh, en el cuerpo de Vlad Tepes, recorrió la habitación como si fuera suya y los presentes, subordinados escuchándole dar un discurso. —No me cabe duda de que incluso si tuviéramos a nuestros enemigos de rodillas, confesando sus crímenes tras una larga tortura, dirían cosas tan dispares que sería imposible armar una historia en común. Este guerrero cuya alma me alimentó, D, no buscaba obedecer las órdenes de nadie, por ejemplo. No estaba siendo obligado ni tampoco hizo lo que hizo porque le hubiera prometido poder, fama o fortuna. Mejor dicho, si le fueron prometidas cosas, y en cierta forma esas cosas se cumplieron. El problema es precisamente ese. Él por propia voluntad atacó la mansión y su objetivo en todo momento fue poder morir.
—¿Convicciones individuales unidas solo en apariencia? Michael, consígueme todo lo que tengas acerca de ese tal Foucault. Y que un equipo se dedique exclusivamente a investigar actividad sospechosa en Francia y en los lugares relevantes para su vida —Selena se levantó y caminó lejos del escritorio hasta una biblioteca repleta de enormes libros de tapa dura. Desde allí extrajo un sobre que arrojó sobre el escritorio. —Poco importa en que se inspiren, si en lo que otros pensaron o en las voces de dios que escucha en sus cabezas. Si pretenden enfrentarnos, si pretenden traer al mundo nada más que destrucción, yo los llamo locos y sus motivos no son otros que la enajenación de sus mentes enfermas. Los detendremos, eso es lo único que importa —afirmó con total convicción. Abriendo el libro extrajo de su interior un sobre pulcramente plegado. Michael B Roughs se adelantó y lo tomó entre sus manos, entregándoselo luego a Maika.
—Sus nuevas órdenes, así como toda la información importante para la próxima misión. —dijo siempre comedido y directo.
Maika recogió el sobre, pero antes de abrirlo Mesh/Vlad que se había mantenido con la mirada fija en un cuadro de la estancia, uno donde se veía el rostro serio del padre de Selena, habló.
—¿Y si no tienen motivo? Mejor dicho, cada uno de los miembros tiene un motivo distinto, único, para estar formando parte del grupo. Locura lo llamaste. Puede ser. Pero sería muy problemático si el motivo que los mueve fuera tal —.
—En ese caso será difícil atraparlos antes de que lleven a cabo algún otro acto terrible —comentó Maika quien siguió las especulaciones de su maestro recibiendo de este una mirada de aprobación.
—Y es por eso que se pondrán en movimiento cuanto antes. —Selena señaló con un gesto del mentón al sobre que Maika sostenía entre sus manos. De repente este pareció pesar mucho más de lo que debería. —Una tarea de máxima importancia. Dijimos que en ciudad de México no había nada extraño y es verdad, sin embargo, hay como en todo el mundo un aumento anormal de la aparición de Vestigios a medida que nuestro mundo y el mundo S se acercan más. Agentes del lugar informan de movimientos extraños en el mundo criminal.
Se habla de una inexplicable baja de los crímenes y la violencia armada. Se habla de grupos organizados que esperan algo. Hay cierta referencia que no comprendemos del todo pero que es sospechosa. Hombre Gris. Sea quien sea, quiero que lo investiguen. Momentos de cambio se aproximan, es muy probable. —Selena suspiró, agotada. — Por lo demás el sitio no tiene nada de especial. Pero de momento, es lo mejor que tenemos para investigar. Eso y el recuerdo que Mesh pudo obtener con la sangre del caído es la mayor pista que tenemos. Solamente odio la sensación de que, si ese recuerdo está allí por voluntad del Profesor, al enviarlos a ustedes estemos cayendo en su trampa.
Esta vez fue Mesh quien habló, mejor dicho, Vlad con la voz del guardián de la historia. Un rey que había sido. El viejo mito arquetípico de ciertos seres nocturnos y sobrenaturales.
—Si nos envías a nosotros, joven reina, entonces son nuestros enemigos los que han de temer. La ira de los hombres acorralados no conoce límites —sentenció acercándose hasta mujer y mirándola sin desviar la vista. Esta sonrió y asintió en silencio. Tanto el capitán Ali como Michael B Roughs hicieron lo mismo.
La sensación en HexHell era de revancha. De venganza. De guerra.
—Así que México —comentó Maika quien conocía poco ynada de aquel país, pero compartía con Selena la seguridad de que algo, lo quefuera, los estaba esperando.
—Será un viaje interesante —respondió Mesh sonriente, su cuerpo temblando comouna sombra alta, su rostro transformándose, su propia voz cambiando. Ahora sí, volviendoa su apariencia normal, sin perder la sonrisa. 

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⏰ Última actualización: Dec 29, 2021 ⏰

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