9. Mi nuevo secretario - Primera Parte - Mewgulf-(Zaintsee) Terminada

Prólogo

«...-Le habla la policía de Bangkok... Soy el teniente Kran, ¿Es la casa de los Suppasit?.

-S-Si yo soy Mew, ¿qué ocurre teniente?.

-Siento tener que darle esta mala noticia señor pero sus Anne y Kong Suppasit han sufrido un accidente de automóvil y...

-¡Oh no!, ellos son mis padres ¿Están bien verdad?, ¿En qué hospital están?.

-No señor Suppasit... sus padres no están en ningún hospital... Lo siento pero ellos están en el depósito.

-¿Cómo?, ¿qué?.

-Señor, sus padres han fallecido...»

Todas las noches la misma pesadilla, ésta volvía sin más con el recuerdo de aquella triste noche en la que Mew perdió a las dos personas más importantes de su vida, a sus queridísimos padres.

Cinco largos años habían pasado ya desde ese fatídico suceso pero él seguía teniendo ese mismo nerviosismo, ese angustioso temor y esos fríos sudores que le recorrían todo el cuerpo, iguales a los que sintió la primera noche que pasó sin ellos.

El chico se despertaba siempre gritando y necesita de pastillas para volver a conciliar el sueño, las cuales le había recetado su doctor, Saint Suppapong, un prestigioso psiquiatra especializado en traumas no superados.

Acudía a su consulta dos veces por semana desde la noche en que sus padres se fueron pues ese psiquiatra le había ayudado mucho aunque no lograba superarlo del todo.

A pesar de eso había avanzado mucho pues en un principio había necesitado de medicarse continuamente pero con el tiempo, tan solo las necesita cuando no consigue relajarse y esta era una de esas veces.

Aunque no sólo estaba la muerte de sus padres pues Mew sus veinticinco años también soporta sobre sus hombros, la presión de llevar las riendas de una de las empresas más importantes de la cuidad, «Suppasit Atlantic Corporation», en la que tiene a su cargo a unos mil quinientos trabajadores y maneja cantidades desorbitadas de dinero.

Esta es toda su vida, al igual que también lo era para su padre y para su madre, ya que ellos trabajaban como director y subdirectora de ésta y por la cual ellos velaron.

Incluso la noche en la que fallecieron, regresaban a casa después de una cena de negocios con varios empresarios conocidos del sector.

A pesar de ser uno de los jóvenes millonarios más atractivos y deseados de la cuidad, Mew no tiene pareja estable, ni tampoco se ha enamorado nunca pues sus relaciones amorosas se han limitado a ser simples aventuras esporádicas con clientes, socios o incluso hijos de estos.

La única relación importante que él recordaba había sido a sus quince años y con un chico del instituto llamado Long, el cual había resultado ser un auténtico cabrón.

Descubrió que se acostaba con otro chico a la vez que con él pero eso no le quitaba que era muy guapo y que estaba muy bueno, por lo que el moreno había estado muy enganchado y le había costado mucho superarlo.

Quizás una de las razones de no tener una relación seria o comprometerse con alguien en su vida adulta, fuese el hecho de tener miedo a sufrir como lo hizo con ese antiguo amor, aunque también pudiese ser que simplemente aún no ha encontrado a su alma gemela.