Mew no pudo concentrarse durante todo el tiempo que duró la larga reunión, de la que salió sin enterarse de la mitad de las cosas e inclusive sus socios lo habían notado distraído.Y es que se suponía que su secretario tendría que estar presente pues debía tomar notas pero no estaba y este lo culpaba a él de su distracción.
Pidió a otra de las secretarias de los presentes que le fotocopiase las notas y se las mandase por fax a su despacho.
—Claro, señor.
Poco antes de la hora de comer, este subió a la planta décima pues estaba muy decidido a buscar la dirección de Gulf en su expediente e ir a su casa pues creía urgente pedirle perdón y también pedirle que por favor volviese a la empresa.... lo necesitaba.
Cuando el ascensor abrió sus puertas, el empresario se quedó blanco pues su ayudante estaba de nuevo sentado en su mesa.
El empresario carrapeó y entonces el moreno levantó su mirada quedándose absortos el uno en el otro durante unos minutos, luego de ello, Mew asintió y siguió caminando hacia su despacho.
-Señor Suppasit-Lo llamó este-...ha llegado un gran paquete para usted, lo he dejado encima de su mesa.
-Venga a mi despacho-dijo su jefe antes de adentrarse en este.
El moreno tragó saliva, cogió su blog de notas pues creía que su jefe le echaría la bronca y lo despedía o pudiese ser que no, la suerte estaba echada.
Caminó con decisión hasta la puerta y tocó.
-Pase-dijo el empresario desde dentro.
Este se adentró y entonces vio a su jefe de espaldas mirando por el gran ventanal.
-Abra el paquete...por favor.
Gulf obedeció y caminó hasta la mesa, entonces sacó el precinto y lo abrió, luego sacó las esponjas protectoras y vio que debajo había otra caja envuelta en papel de regalo, le sacó el envoltorio y los metió en la caja para la basura.
-Ya está, señor... Contiene un regalo empaquetado pero no hay tarjeta alguna por lo que no sé quién lo envía.
De repente el empresario se giró.
-No me lo envía nadie, porque no es para mí.
-¿Ah no? pues entonces no entiendo.
-Ahí dentro hay un portátil y es para ti, Gulf-dijo Mew sonriendo.
El moreno fingió emocionarse.
-¿P-Para mí?, pero ¿por qué?, no entiendo.
-Es mi manera de pedirte perdón.-dijo el empresario-... Lo siento por ser un desalmado ayer con tu regalo... Algún día te contaré el porqué de mi reacción.
-Pero creí que estaba furioso conmigo....no puedo aceptarlo.
-Supuse que no tenías uno, ¿me perdonas?.
Gulf comprobó lo sentimental, manejable y vulnerable que era su jefe pues parecía estar desesperado por enmendar lo sucedido y lograr que se quedase.
De repente recordó lo hablado con su amigo unas horas antes, entonces decidió aprovecharse y para ello empezó a coquetearle para ver que pasaba.
-Siii... cla-claro que lo perdono-dijo mientras sonría y batía sus largas y espesas pestañas.
El empresario asintió conforme.
-Está bien, ¿entonces, todo olvidado?, ¿volvemos al trabajo?.
Gulf asintió, luego cogió su regalo y salió del despacho meneando el trasero, cosa que no pasó desapercibida para su jefe.
Siguió con su trabajo después de acariciar un par de veces su regalo, sonriendo y pensando en cómo Mew podía ser tan ingenuo.
Mientras en su despacho, el empresario se sentó en su sillón sonriendo satisfecho pues no había tenido que suplicar, Saint había tenido razón.
Tras salir de nuevo a comer juntos al restaurante, el resto de la tarde transcurrió sin más, finalmente el fax con la información de la reunión llegó y Mew se pasó el tiempo revisando los datos y gestionando desde su teléfono y su ordenador.
A la hora de irse a casa ambos apagaron todas las luces y se fueron juntos en el ascensor, el moreno siguiendo con su juego fingió no poder con el peso de la caja para comprobar el interés de su jefe.
-¿Quieres qué te ayude con eso hasta tu coche? -preguntó el empresario.
-Oh no...y-yo no tengo coche, señor...Viajo en autobús.
-Bueno ...emm pues entonces te la llevaré hasta la parada del bus-volvió a hablar el empresario.
-Si, gracias-dijo este batiendo nuevamente sus espesas pestañas y sonriendo de oreja a oreja.
Mew lo miró embobado y unos minutos después, salieron del ascensor y del edificio, caminaron hasta la parada y el empresario dejó la caja en el banco al lado del chico.
-Bueno Gulf, emm... hasta mañana.
-Hasta mañana, señor-dijo este mientras se sentaba a esperar su autobús-..Muchas gracias.
El empresario fue de nuevo a su edificio, bajó al garaje y cogió su lujoso coche para irse a casa.
Tras arrancarlo, salió del edificio pero al pasar por la parada del autobús vio que su ayudante aún seguía temblando al frío.
Rápidamente detuvo su coche y dio marcha atrás hasta quedar al lado de este.
-¿Aún sigues esperando ahí?.
-C-Creo que s-se retrasa-Dijo Gulf castañeando sus dientes.
-Anda sube o cogerás una pulmonía.
El moreno miró en dirección a donde tendría que venir el autobús pero éste aún no se divisaba, así que se levantó, cogió su caja y subió al calentito coche de su jefe.
—Muchas gracias, señor Suppasit.
ESTÁS LEYENDO
9. Mi nuevo secretario - Primera Parte - Mewgulf-(Zaintsee) Terminada
FanficÉsta historia esta dividida en tres partes. Mew Suppasit, es un hombre de veinticinco años, muy atractivo y millonario pues es dueño de Suppasit Atlantic Corporation. Gulf Kanawut, es un hombre de veintidós años, licenciado en empresariales y muy am...