9. Mi nuevo secretario - Primera Parte - Mewgulf-(Zaintsee) Terminada

Quince

Era sábado, Mew salió de la consulta de su amigo mucho más tranquilo, subió a su coche y se fue en dirección a su empresa pues tenía una reunión

No sabía si su secretario acudiría al trabajo luego de lo ocurrido, así que por la tarde tenía pensado buscar la dirección de este en su expediente e ir a pedirle perdón.

Mientras tanto, en su apartamento Gulf y Mild hablaban un momento, antes de que el más bajo se fuese al restaurante.

...-Así que no piensas ir a trabajar entonces.

-No, no quiero volver ahí.

-¿Dónde está ese hombre que se iba a comer el mundo y que quería vivir de su talento?, ¿Él Gulf que iba a demostrar su valía y hacerse millonario para sacarnos de este tugurio?-preguntó Mild molesto.

-Me da igual...buscaré otra cosa pero no regresaré con ese déspota ricachón.

-¿Y qué vas a buscar?, ¿otro restaurante mugriento?, ¿vas a limpiar retretes, a servir bazofia como tu la llamas?, Eso ya lo hacías con Nick ¿recuerdas?, tú vales más y llevabas esperando esta oportunidad desde hace mucho tiempo.

-Ya te dije que me da igual, no volveré y punto.

Su amigo realmente estaba perdiendo los nervios pues el moreno que tenía delante no era el luchador e invencible hombre que conocía.

-Gulf, joder... esa es una de las empresas más importantes de este país, ¿en serio vas a perder la oportunidad de tu vida porque tu jefe en una rabieta no apreció tu regalo?, ¿Tan importante eran esos portaretratos para ti o es que hay algo más?-preguntó arqueando una ceja.

Este entonces levantó la mirada hacia su amigo.

-¿A qué te refieres?, ¿Qué insinúas?-preguntó confuso.

-¿No será que te gusta y te dolió en tu orgullo que él te tratase como un secretario y no como alguien importante para él?- preguntó el más bajo.

-N-No es e-eso, es que eran los ahorros que tenía....b-bueno no sé, supongo que me molesta que me pisotease simplemente porque no los creyese dignos de su lujoso despacho.

-Eso no te consta, amigo... Quizás estaba molesto por otra cosa y lo pagó con tu regalo, es feo si pero tú no puedes abandonar tu trabajo por eso... Anda, levanta tu culo y vuelve al allí.... No pierdas tu mayor oportunidad por una tontería de enamorada.

-¡Y-Yo no estoy enamorado!, ¡esa mierda no es para mi!.

-No claro, solo te mueres por ese buenorro de preciosos ojos, dueño de una gran empresa y que seguro en es un tigre en la cama.... Gulf, abre los ojos, seguro que te pedirá perdón pero si no regresas rápido te despedirá por imbécil....Yo me niego a volver a vivir en la calle, ¿me has oído?.

El moreno lo pensó por un momento y entonces se levantó.

-Tienes razón, Mild...En realidad parece un buen tipo y es realmente apuesto... Tiene mucha pasta y yo lo aprovecharé ... haré que se arrodille.

-Oh no pero yo no he dicho eso.

-Me gusta... tienes razón y el regalo es lo de menos... Lo que realmente me dolió fue su forma de hablarme... Yo quiero ser como él, quiero ascender, quiero tener poder y gritarle así a otros.

-Como sea, anda mueve el culo y vete a ganar dinero como hacemos los demás empleados del mundo.

Gulf sonrió y corrió a su habitación, encendió su móvil el cual tenía apagado desde la tarde anterior cuando decidió no volver a Suppasit Atlantic Corporation nunca más y mientras se vestía, múltiples notificaciones llegaron.

Al terminar lo cogió y se mordió el labio inferior pues realmente la había hecho buena, ya que tenía docenas de llamadas de su jefe y varios mensajes, en los que este le decía que volviese o perdería su trabajo.

-Está bien Mew Suppasit, regresaré pero ya no seré tan benevolente... me voy a vengar de ti, prepárese-dijo este mirando su reflejo en el espejo.

Salió de casa corriendo y cogió el autobús de las once pues esperaba aún poder recuperar su trabajo y cuando llegó a la empresa, una de las recepcionistas de la entrada le habló.

-Hola ¿Vas a la planta diez, verdad?,

El moreno la miró temeroso pues seguro esta ya le iba a decir que no podía pasar, que estaba despedido.

-S-Si.

La chica entonces cogió un paquete grande y lo puso en el mostrador.

-¿Me haces un favor?, llevate esto, es para el Director Suppasit...al parecer el chico de reparto está enfermo y por aquí estamos un poco liados con todo el correo.

Este respiró aliviado.

-Claro que si, yo lo llevaré.

Subió al ascensor hasta la décima plantas y caminó hasta su mesa, luego respiró hondo para armarse de valor y llamó a la puerta del despacho de su jefe pero no obtuvo respuesta alguna, entonces la abrió con su mano libre pues puso el paquete en su cadera y sujetándolo con el otro brazo, este no estaba.

El secretario dejó el gran paquete en su mesa, miró a su alrededor y vio el álbum de fotos, lo cogió y lo acarició, luego recordó que su jefe le había dicho que no volviese a tocar nada suyo sin su permiso, así que lo volvió a dejar donde estaba y salió rápidamente de allí.