Como cada día, Mew acudió a su empresa para dirigirla con maestría....—Señor Suppasit, quisiera hablar con usted si tiene un momento, ¿puede ser?—dijo su secretaria por el interfono.
—Claro May, por supuesto.
La mujer entró en el despacho de su jefe tras tocar con los nudillos, se sentó y lo miró nerviosa pues no sabía como se iba a tomar la noticia que tenía para decirle.
—Hable, ¿qué ocurre?.
—B-Bueno verá señor...emm es que... mi hi-hija, la que vive en Alemania hace unos meses, me ha pedido que me vaya a vivir con ella y su familia y bueno, he solicitado la jubilación anticipada.
—¿A por qué ha decidido eso?—preguntó este desconcertado inmenso en los momentos apilados en su mesa..
—E-Es que me acaban de llamar... Me la han concedido y bu-bueno creo que debería buscarse u-una nueva ayudante señor...lo siento mucho.
—Pero.... May, usted lleva años con nosotros...usted ha trabajado codo con codo con mis padres, yo confío más en usted que en mí mismo, ¿Dónde voy a encontrar a alguien tan competente?.
—Lo sé señor—Habló la mujer entre lágrimas—... trabajar aquí han sido los años más felices de mi vida pero no veo a mi hija desde hace cuatro años y quiero pasar el resto de mi vida con ella y mis nietos, ¿lo entiende verdad?—habló con pena la secretaria.
—Claro que lo entiendo May, es sólo que me costará reemplazarle... Usted es más que una secretaria y tendré que empezar de nuevo con una empleada novata.
—Estaré por aquí los quince días reglamentarios, señor, mientras tanto le ayudaré a buscar a alguien... ¿Le parece bien?.
—Ok, gracias... sin duda es una lástima perderte, eres la mejor.
La mujer secó sus lágrimas y se levantó de la silla.
—Volveré al trabajo, señor... Gracias por entenderlo.
Tan pronto la mujer salió por la puerta, Mew soltó un gran grito de frustración y tiró las cosas de la mesa pues perder a esa empleada era ya el colmo de su mala suerte.
—¿Qué voy a hacer ahora?, ¿A quién voy a depositar mi completa y total confianza?.
Este se pasó el resto de la mañana entre reuniones y luego tuvo una comida de negocios, mientras la mujer llamó a los distintos periódicos y agencias de contratación para dictarles un anuncio con la oferta de empleo, detallando un poco el tipo de persona que buscaban.
Como era de esperarse, a lo largo de la semana distintas personas interesadas en el puesto, llamaron y pidieron cita, a las que ella fue entrevistando y seleccionando como posibles candidatos, ya que el visto bueno y la última palabra la tendría su jefe.
Tras entrevistar a las sesenta personas que se presentaron para el puesto, ella seleccionó a diez, así que todo quedó en manos de su aún jefe, por lo que May los citó a todos en una mañana en la que Mew no tuvo reuniones, ni trabajo que no pudiese esperar para así ir entrevistandolos uno a uno.
...—Bien, así que te llamas Janis Star... Tienes veintidós años y amas las finanzas,...emm ¿Tienes algún tipo de experiencia a parte de todo lo que pone aquí?—preguntó el empresario con el informe de la chica en la mano.
—No le entiendo, señor Suppasit.
—Bueno, ¿te han puesto alguna vez al límite?, ¿has pasado necesidad para saber que opción es la mejor?, ¿sabes que el límite casi siempre nos lleva a tomar la decisión correcta?.
—No señor... nunca he hecho nada que no me mandasen hacer.
—Muy bien... visto esto lo siento mucho pero no eres lo que busco, buenos días—dijo este a la última de las candidatas.
May entró tan pronto la chica se fue del despacho de su jefe.
—¿Ésta tampoco le ha servido señor?. Esa era la última y sólo queda una semana... alguien tiene que ser lo que busca.
—No contrataré a nadie que no me dé la confianza suficiente, ni tampoco a nadie que no le vea ganas de prosperar... Tiene que tener ansias de ganar y que vea pelear por la razón, que me dé pie a confiar mi empresa en sus manos... Tú has puesto el listón muy alto May y no voy a conformarme con menos.
—Señor... no sé si encontraremos a alguien así—dijo esta bastante desanimada.
—Pues tiene que haberlo o estaré perdido... ahí fuera tiene que haber alguien perfecto para este puesto y lo encontraremos, tenemos que encontrarle.
Sin duda el empresario estaba desesperadamente pues necesitaba con urgencia ocupar el puesto de Secretaría de dirección o su empresa pasaría por un nuevo caos.
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9. Mi nuevo secretario - Primera Parte - Mewgulf-(Zaintsee) Terminada
Fiksi PenggemarÉsta historia esta dividida en tres partes. Mew Suppasit, es un hombre de veinticinco años, muy atractivo y millonario pues es dueño de Suppasit Atlantic Corporation. Gulf Kanawut, es un hombre de veintidós años, licenciado en empresariales y muy am...