Capítulo 9

22.4K 1.2K 14
                                    

Un mes después desde que soy una mujer lobo ha pasado y es simplemente increíble, lo único malo es que ya no puedo ver a ninguno de mis amigos por miedo a dañarlos si me enojo demasiado, reduciendo mí círculo social a mí familia, Emily, Sam, Jared y Paul. No he podido ver a los Cullen desde mi transformación por causas del tratado.

Ahora, a mediados de septiembre, me encuentro sentada en la cafetería con Jared y Paul mientras observo a Seth sentado solo, rompiéndome el corazón poco a poco.

—Ashley, entiende que es por su bien. —Susurra Paul quien, en este tiempo, se ha convertido en mi persona favorita en el mundo, llevamos juntos un mes, pero nuestra unión de lobo e impronta hace que sea mucho más increíble.

—Si, lo entiendo Paul. No quiero hacerle daño. —Susurro y pincho mis macarrones con dureza, rompiendo sin querer el plato, la bandeja y la mesa. Estúpida fuerza de hombre lobo.

Después de clases, me toca irme con Sam a seguir aprendiendo cosas sobre la manada y las leyes quileutes por ello, ato mi vestido en mi pierna con un trozo de cuero y me concentro en mi forma lobuna, sintiendo el familiar calor antes de transformarme en mi preciosa loba.

Hola, Sam. —Saludo mientras corro hacia su posición, una de las montañas del norte que colindan con la Reserva Quileute.

Hola cachorrita, llegas pronto. —Responde, corriendo a mi encuentro pensando de forma distraída en el rastro que no paramos de encontrar cada poco tiempo. —Hoy te voy a hablar de las normas sobre las improntas.

Que guay. —Esa idea me gusta, seguro que así Jared deja de decirme cosas que no son verdad sobre las improntas para reírse de mí.

Cachorrita, no hagas caso de Jared, solo fíate de las que te contemos o Paul o yo. —Dice Sam riéndose. Aparece frente a mí, y cada vez que lo veo, siento que su lobo es más grande. —A lo mejor yo no crezco, sino que eres tú la que encojes.

La primera parte de la tarde nos la pasamos paseando por el bosque mientras me habla de las normas sobre las improntas, algunas eran como no dañarlas o cosas así. La segunda parte la hemos centrado en probar mi rapidez, un rasgo que me define dentro de la manada, hasta que un gran lobo marrón casi negro y otro gris oscuro aparecen delante nuestro.

¡Paul! —Exclamo ladrando y paseando entre sus patas, frotando mi cabeza contra la suya mientras él lame mi hocico con cariño.

Hola a ti también cachorrita. —Dice Jared, dándome un zarpazo de broma en mi lomo. Luego, se gira y mira a Sam de forma más seria, haciéndome dejar de jugar entre las patas de Paul para observar la situación. —Sam, ha llamado Harry Clearwater.

Sheriff Swan pide ayuda para encontrar a su hija. —Dice Paul. —Al parecer, fue al bosque con un Cullen y no ha vuelto aun, Charlie ha creado un grupo de voluntarios para encontrarla.

Vale, Paul y Ashley, buscad en el perímetro interior a la casa de los Swan, Jared y yo haremos el exterior. —Ordena Sam rápidamente. —Si Bella está muerta, el tratado se rompe y tenéis permiso de atacar a cualquier Cullen.

Espero que esté bien. —Murmuro mientras corro al lado de Paul hacia la casa de los Swan, pensando en lo extraña que es la situación. Edward nunca dejaría sola a Bella en mitad del bosque. —¿Qué crees que habrá pasado?

No sé. —Contesta serio Paul. Estoy preocupada tanto por Bella como por los Cullen, ellos no harían nada malo, y menos Edward si Bella está relacionada.

Ashley, no son buenos, ni siquiera están vivos. —Dice Jared con asco al ver lo que estoy pensando, ya que el tema Cullen es algo espinoso entre nosotros por tener distintas opiniones.

Basta, Jared. —Ordena Sam, aunque es obvio que él también piensa lo mismo que Jared, atribuyendo mi pensamiento sobre los Cullen a que aún soy joven e ingenua.

Ashley, pensemos en otra cosa. —Dice Paul al sentir mi ira en aumento, y acabamos terminando el camino hacia la casa de los Swan en silencio, notando al llegar un montón de gente ayudando a Charlie. Paul y yo encontramos un rastro muy reciente del olor de quién parece Bella junto a un horrible olor, sabiendo que es el de Edward.

Se fueron por aquí. —Avisa Paul mientras seguimos el rastro hasta que el de Bella y Edward se separan de forma súbita.

¿Qué? —Pregunta Sam confundido, como todos los demás estamos. —¿Se separan sus rastros?

Si. —Respondo, siguiendo el aroma de Bella, ya que el de Edward no importa tanto como encontrarla a ella a salvo. —¡Bella! Está bien, solo parece que se ha desmayado.

Sam se transforma en humano, se viste y la carga con suavidad, los demás lo seguimos escondidos de ojos humanos, observando la forma en la cual Bella tiembla y luego se acurruca en el calor natural de hombre lobo de nuestro Alpha.

—Id primero hacia casa de los Swan, transformaos e informad a Charlie de que Bella está bien. —Dice Sam, sin esperar una respuesta, sabiendo que vamos a obedecer.

Vamos cachorrita, a ver quién llega antes. —Dice Jared retándome a una carrera antes de ir lo más rápido que podemos, y en pocos segundos dejo atrás a Paul y Jared tomando ventaja.

Chupaos esa, perdedores. —Exclamo victoriosa antes de transformarme en mi yo humana, me visto rápidamente y salgo del bosque. Unos momentos después Paul y Jared están a mi lado, aunque este último parece molesto por haber perdido, de nuevo.

—Has hecho trampa. —Me susurra Jared mientras se adelanta para avisar a Charlie. —Jefe Swan, la hemos encontrado, la trae Sam. Está bien, solo parece que necesita una buena manta.

—¡Bella! —Exclama Charlie al ver salir del bosque a Sam con Bella en brazos. —Gracias, Sam, muchas gracias.

La manada entra detrás de Charlie, y Sam nos hace un gesto para que nos quedemos hasta ver si los Cullen han roto el tratado o no. Yo espero que no, no podría luchar contra ellos, los considero mis amigos sin importar lo que son.

—Bella, cielo. —Escucho susurrar a Charlie. —¿Qué ha pasado?, ¿Edward te dejó sola en el bosque?

—Se ha ido, me ha dejado. —Susurra sin vida, parece rota.

—Bella, soy el doctor Morgan, ¿estás herida?, ¿Te han herido?

—Estoy bien. —Vuelve a susurrar Bella, aunque me parece una mentira, no parece bien.

—Entonces, doctor Morgan, ¿es verdad que los Cullen se han ido? —Pregunta Charlie, y la manada se congela esperando la respuesta.

—Si, así es, ha sido tan repentino. Al llegar al hospital nos hemos encontrado con Carlisle recogiendo sus cosas de forma apresurada. —Dice el doctor Morgan, y parece que Sam no necesita escuchar nada más.

—Nos vamos. —Murmura Sam en voz baja para la manada, y luego se centra en Charlie sin molestar. —Charlie, nos tenemos que ir.

—Claro, gracias por todo. No sé que habría hecho si no llegas a encontrarla, te debo una Sam. —Murmura Charlie viéndose tan cansado y agotado que me da un poco de lástima.

Antes de irnos, voy rápidamente hacia donde está mi padre junto a mi hermano para despedirme de ellos y asegurarles de que Bella está completamente bien.

—Habéis hecho un buen trabajo, Ashley. —Dice mi padre con voz orgullosa mientras Jacob me ignoraba, tal y como lleva haciendo desde que me transformé. Una vez en el bosque, nos transformamos, corriendo en silencio, cada uno sumido en sus pensamientos, en mi caso, yo no paro de pensar en Bella con su corazón roto, sin imaginarme sentir algo así.

Nunca lo sentirás. —Dice Paul, siguiendo a Sam que nos está guiando hacia los acantilados.

Hay que celebrar que los chupasangres se han ido. —Dice Jared trota eufórico. Pero no nos da tiempo a celebrarlo mucho tiempo, ya que notamos el olor que siempre va y viene, siguiéndolo hasta ver a una vampira pelirroja desaparecer entre las olas del furioso mar.

¿Qué demonios? —Exclama Paul furioso. —La maldita sanguijuela se nos ha escapado.

Iros a descansar, mañana volveremos a seguir su rastro. —Ordena Sam mientras cada uno vuelve hacia su casa, y cuando estoy sola me doy cuenta, los Cullen se han ido sin decirme adiós.

BLACK  |PAUL LAHOTE|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora