Capítulo 19

16.4K 988 27
                                    

El funeral de Harry es triste, me duele observar a mi padre y a Charlie llorar en silencio frente al ataúd de su mejor amigo. Tampoco me gusta ver a Seth llorando sobre mí hombro mientras se preocupa por Leah, quien no ha podido quedarse hasta el final del entierro, cuando el abuelo Ateara ha dado su discurso, ella no lo ha soportado más y salió corriendo hacia el bosque frente a la mirada atónita de la gente que ha venido a despedir a Harry.

—Seth, deberíamos irnos ya. —Dice Sue mientras lo abraza con fuerza. —Va a empezar a llover pronto.

—Me gustaría quedarme un poco más, mamá. —Susurra Seth y se sienta al lado de la lápida. —Solo. —Añade, mirándome de forma significativa. Entiendo lo que me quiere decir, así que me marcho con Sue hacia su coche, donde me espera Paul.

—¿Os dejo en casa de Sam? —Pregunta Sue.

—No, déjanos en casa de Paul. —Contesto cuando me subo, suspirando al ver lo triste que está Sue, así que tomo su mano mientras conduce. Sue conduce en silencio, destrozada por haber perdido a su marido. Paul y yo respetamos su silencio.

—Adiós, Sue, si nos necesitas, solo llámanos. —Digo antes de besar su mejilla y bajar de coche, quedándome con Paul a solas.

—¿Por qué querías venir a mi casa y no a la tuya? —Pregunta Paul mientras saca la llave.

—Si íbamos a casa de Sam, nos encontraríamos con gente triste, y si íbamos a mi casa, nos encontraríamos lo mismo, y a mí no me gusta ese ambiente. —Respondo cuando me quito los zapatos y sube hasta su cuarto. —¿Vamos?

—Como si estuvieras en tu casa, preciosa. —Dice Paul con sarcasmo, siguiéndome por las escaleras, me alza al estilo princesa y me lleva a su cuarto de esa forma mientras me besa con dulzura. —Señorita, su cama la espera. —Añade antes de tirarme sin nada de cuidado a la cama.

—Grosero. —Murmuro, me levanto y lo sigo hasta su armario. —Por cierto, espero que no te importe que te robe una camiseta.

—No las uso. —Dice mientras me guiña un ojo y se comienza a quitar el traje negro. —Puedes usar lo que quieras, por cierto, ¿te ayudo con esa cremallera?

—Por favor. —Murmuro, me giro y le doy la espalda, evitando pensar en mi piel erizada cuando me baja la cremallera. —Paul, ¿puedes salir en lo que me cambio?

—Nena, te he visto desnuda varias veces. —Dice rodando los ojos, pero sonriendo de forma pícara, me lo quedo mirando con el ceño fruncido hasta que levanta las manos como si se rindiera y me deja sola. —¿Te da vergüenza aquí, pero no en el bosque?

—Es distinto. —Respondo tras haberme cambiado el vestido por una de sus camisetas negras. —Además, se supone que solo puedes verme desnuda cuando esté preparada.

Tras cinco minutos, Paul sale vistiendo solo ropa interior negra, haciendo que me sonroje furiosamente, tapándome los ojos con vergüenza mientras Paul se ríe y se tumba a mi lado.

—¿Piensas dormir así? —Pregunto avergonzada, mis ojos aun tapados. —En mi casa duermes con los vaqueros cortos.

—Ya, solo por si entra alguien, aquí duermo así. —Contesta con naturalidad, haciendo que me tumbe bajo él, agarra mis manos y las aparta de mi rostro, haciéndome mirarlo. —Mucho mejor, no te avergüences, si te sientes más cómoda, me pongo algo encima, ¿vale?

—Vale. —Murmuro, Paul me besa la nariz y se pone unos pantalones de baloncesto negros antes de volver a la cama junto a mí.

Tras pasar tres días con Paul en su casa, dos noches seguidas con guardias para tapar las de Jake, quien se niega a hacerlo hasta que no sepa nada de Bella. Eso nos deja agotados y durmiendo como marmotas cada vez que caemos en la cama. Horas después, el teléfono de Paul nos despierta bruscamente, cabreando a Paul.

BLACK  |PAUL LAHOTE|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora