Capítulo 12

19.3K 1.2K 87
                                    

Paul no se queda atrás cuando ve que Embry va a atacarle, se transforma dispuesto a atacar al lobo recién creado.

—¡Basta! —Exclamo mientras me pongo delante de Embry para evitar que ataque a mí Paul. —Embry, tranquilízate. Paul solo me está protegiendo como su impronta al sentir mi incomodidad.

Embry se relaja poco a poco hasta que, avergonzado, baja las orejas y se pone a lloriquear mientras Paul me toca la espalda con su hocico en forma de disculpa silenciosa. Me giro y acaricio la frente de Paul hasta que lame mi mejilla y trota hacia la línea de árboles, saliendo al minuto como humano y vestido, unos pasos detrás Embry con otros vaqueros puestos.

—Lo siento, no quería incomodarte. —Dice Embry rascándose la nuca avergonzado.

—No pasa nada. —Contesto, sonriendo de forma amable, esperando que deje de hacer gestos así que me incomodan.

Días después, Embry ya está integrado totalmente en la manada, se le ve feliz de ser un lobo, pero está un poco triste por no poder hablar con sus mejores amigos. En la cafetería suele tener la misma cara que yo al principio yo tenía con Seth.

—Embry, ya verás cómo dentro de poco se transforman y podrás estar de nuevo con ellos. —Digo, dejando mi mano sobre su hombro en señal de apoyo hasta que Paul gruñe, haciéndome rodar los ojos.

—Debes rebajar los celos, hermano. —Dice Jared mientras se come su plato de macarrones, la boca llena y viéndose como un cerdo. —Además, Embry ya está en una relación con Jacob y Quil.

—Cállate. —Espeta Embry mientras tiembla levemente.

—Tranquilo, Embry. —Dice Paul al ver las manos de Embry temblando. —No querrás transformarte delante de tanta gente.

—Lo siento. —Susurra Embry antes de levantarse de la mesa. —Nos vemos luego.

—Adiós. —Murmuro antes de sentarme en el regazo de Paul, sintiendo que mi lobo interior se relaja al sentir el aroma de Paul. —Pobre, se ve tan triste.

—Tú estás igual, cachorrita. —Dice Jared. —Tampoco puedes hablar con Seth o con tu hermano.

—Por lo menos Jake ya no está amargado, últimamente sale mucho con Bella Swan.

—¿Con la chica vampiro? —Pregunta Jared con curiosidad, enarcando una ceja ante la información.

—Si, hoy han quedado para ir al cine. —Comento antes de apoyarme en el pecho de Paul observando cómo come su comida, viéndose igual de cerdo que Jared. Después de clases, la manada se reúne en medio del bosque, donde siempre hacemos las reuniones.

Bueno, hoy debemos hacer guardia cerca de los acantilados. —Dice Sam pensando en la mejor forma de cazar a la vampira. —Siempre escapa por ahí, pero esta noche no lo vamos a permitir.

¿Por qué siempre viene a Forks? —Pregunta Embry pensando en que es lo que la hacía volver siempre, rondando Forks y la Reserva de forma obsesiva.

Pensamos que hay alguna persona a la cual se quiere comer y como nosotros aparecemos, la destrozamos los planes, así que no te rayes. —Dice Jared. —¿Cómo serán los grupos de vigilancia?

Por el perímetro interior irán Embry, Paul y Ashley. —Ordena Sam tras pensarlo durante unos segundos. —Mientras, Jared y yo iremos por el exterior. Nuestra prioridad es que no ataque en nuestro territorio de nuevo.

Comenzamos a vigilar el rango cercano a los acantilados, ya que siempre se escapa por ahí, rápidamente se hace de noche y la vampira no aparece, haciéndonos resoplar cansados, deseando llegar a nuestras camas tras haber cenado una rica comida.

Tengo hambre. —Se queja Jared. —Llevamos horas aquí, y necesito energías.

Si, cierto. —Añade Embry cuando sus tripas resuenan. —Yo también tengo hambre.

Pues pillad algún ciervo y punto. —Espeta Sam cabreado, ya que cuando tiene hambre se vuelve más tosco. —No podemos dejar de vigilar por eso, esa vampira causa muchos problemas, no queremos más muertes que podríamos haber evitado.

¿Pillar qué? —Pregunta sorprendido Embry mientras ve los pensamientos de cómo Paul, Jared y Sam cazado en varias ocasiones ciervos para comer en medio de vigilancias. —¿No os da asco?

A mi sí. —Murmuro con pena, pues odio la carne cruda y llena de sangre. —Paul, caza uno para los dos, por favor.

Los chicos cazan a varios ciervos de un pequeño grupo cercano, Paul lo hace con el más grande para que yo también pueda comer de su presa.

Que aproveche. —Exclama Jared antes de atacar el ciervo, comiéndolo con un lobo muerto de hambre, cosa que es. Embry, al principio ha mirado con aprensión el ciervo muerto pero, poco a poco, y al ver a sus hermanos comer, comienza a comerlo y, para su propia sorpresa, le gusta.

Está rico. —Exclama sorprendido, comiendo con rapidez, nadie responde, todos están concentrados en sus respectivas cenas.

Vamos, nena. —Dice Paul desgarrando un trozo de carne para mí y para no tener que mancharme las patas – Come.

Observo con asco el trozo que me ofrece Paul, pero el hambre gana, así que, sin pensarlo mucho, comienzo a comerme el trozo mientras veo a mi novio comer con ansias.

¿Quieres más? —Me pregunta Paul con dulzura, aunque no le pega en este instante viendo como reducía el cuerpo del ciervo a la nada. —Que graciosa, los monstruos podemos ser dulces, cachorrita.

No me hago responsable de mis pensamientos. —Replico, limpiando la sangre de mí hocico, al instante Paul comienza a hacerlo por mí. —Gracias, lobito.

Un placer. —Responde mientras me quita la sangre y cuando termina hago lo mismo por él.

Ahora podrías limpiarme a mí. —Dice Jared antes de morderme la cola, cosa que cabrea a Paul. Se lanzan a una pelea correteando por el claro y arrollando a Embry por el camino, por lo que se unió a la pelea de broma. Me siento lejos de la pelea junto a Sam, ambos viendo lo salvajes y locos que pelean pero, de la nada, Sam se tensa y llama la atención de todos.

Silencio. —Ordena Sam parando la pelea y entonces todos se sientan frente a él hasta que una nueva voz resuena en nuestras cabezas.

¡Papá, deja de gritarme! —Exclama Jacob mientras no se da cuenta de que se ha transformado en un lobo, avanzando hacia papá.

¡Jake, basta! —Grito, con miedo de que papá salga herido, corriendo lo más rápido que puedo para parar a Jake antes de que ocurra un accidente como el de Emily. —¿No ves que te has transformado? Eres un lobo, basta.

¡Jake, hermano! —Exclama Embry mientras corre detrás de mí, todos notamos la confusión de Jacob, quien ha parado en seco al escucharnos. —Tranquilo, ya llegamos.

¿Qué demonios pasa? —Pregunta Jake fuera de sí, pensando en que se ha vuelto loco.

Eres un hombre lobo. —Dice Sam con simpleza. —Bienvenido a la manada, alpha.

BLACK  |PAUL LAHOTE|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora