Capítulo 16

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Paul ha hablado con Sam sobre que lo mejor para mi protección es no participar en la captura de Victoria, ¿cómo se atreve Paul a hacer que no pueda cumplir con mi deber para proteger la Reserva. Maldito idiota sobreprotector.

—¿Lo entiendes, ¿no? Nuestra norma más importante es el de no dañar a una impronta, y no podemos hacer una excepción contigo. —Dice Sam tras haberme explicado mi trabajo en esta misión para cazar a Bella. Nada, quedarme con Bella en la playa sin hacer absolutamente nada.

—Claro, entiendo que pensáis que una chica no es lo suficientemente fuerte y capaz de hacer lo mismo que vosotros, soy una impronta sí, pero eso no me hace una inútil. —Digo molesta y dolida, somos una manada, pero a veces me siento excluida.

—No es eso. —Comienza a decir Sam, pero lo corto con un movimiento de mano mientras me levanto y me marcho de su casa, harta de ser menospreciada.

—Ashley, espera. —Exclama Paul, corriendo detrás de mí. —Espérame, cariño.

—Déjame, esto es por tu culpa, no quiero verte ahora mismo. —Exclamo sin darme la vuelta, corriendo hacia mi casa, ignorando las súplicas de Paul. El camino lo hago sin transformarme, sin apetecerme que escuchen mis pensamientos pero, mientras corro hacia mi casa, decido que ya que me han degradado da igual todo, así que cambio el rumbo hacia casa de Seth, pues necesito a mi mejor amigo en estos momentos. Al llegar, toco a la puerta y Harry me abre la puerta, parece sorprendido de verme.

—Vaya, hola Ashley, ¿cómo estás? —Pregunta Harry mientras me deja pasar.

—Hola, Harry. —Contesto, pasando al salón, buscando con la mirada a Seth. —Estoy muy bien, gracias, ¿está Seth?

—Si, en su cuarto, ya sabes donde es. —Responde Harry, dándome una mirada evaluadora, siendo parte del Consejo sabe todo lo que Sam hace en la manada.

—Gracias. —Digo antes de comenzar a subir las escaleras en busca de Seth.

—Espero que sepas lo que haces, Sam no estará contento. —Añade Harry en voz baja, pero ni me digno a responder, solo sigo mi camino hacia la habitación de Seth. Al llegar a la puerta, toco con suavidad hasta que Seth me abre la puerta. Parece sorprendido, y rápidamente me abraza con fuerza, arrastrándome dentro de su cuarto.

—¿Qué haces aquí? —Exclama como un cachorro al cual le acaban de dar un premio, me suelta con suavidad pero me mira con una enorme sonrisa en el rostro.

—Necesito a mi mejor amigo. —Murmuro, sentándome en su cama mientras miro alrededor, habiendo echado de menos la seguridad que estas cuatro paredes me ofrecen. —Pero no quiero contarte mis problemas, solo para hacer algo juntos, como hacíamos antes.

—Vale, lo entiendo, ¿quieres ver una película? —Pregunta con su gran sonrisa, yendo hacia sus DVDs y sacando uno al azar. —Veamos, ha tocado X-Men.

La tarde pasa volando con Seth viendo película tras película hasta que un aullido resuena en el bosque, lo reconozco como el de Paul, así que sé que me están buscando. Ignoro el llamado y me quedo junto a mí mejor amigo, sabiendo que han encontrado mi rastro hacia la casa Clearwater.

—Ashley, cielo. —Dice Sue tras tocar a la puerta, viéndose un poco apurada, sabiendo que me he metido en líos. —Ha llamado tu padre, dice que es muy tarde y que vuelvas a casa ya.

—Gracias, Sue. —Respondo, beso la mejilla de Seth y me despido de él antes de irme de la casa Clearwater, maldiciendo en voz baja a la manada, sabían dónde estaba y han llamado a mi padre para que me haga volver a casa. Tras salir, comienzo a caminar por el costado de la carretera, sin apetecerme usar el bosque, caminando hasta que un claxon suena y me hace parar para ver quien me ha pitado, Charlie Swan.

—Ashley, es peligroso que vayas tu sola por aquí, voy a tu casa a cenar, así que sube y te llevo. —Dice Charlie, asiento y me subo al coche patrulla, aunque el camino es silencio, pues como su hija, Charlie no es de muchas palabras. Al llegar, Bella, Jacob y mi padre están esperándonos, ayudo a Charlie a sacar las pizzas que ha traído y nos ponemos a cenar.

Charlie se ve aliviado y relajado al ver que Bella y Jacob vuelven a hablarse, haciendo que la cena sea tranquila pese a que no hablo con mi hermano en estos momentos. Tras la cena, ambos Swan se marchan, y yo, a regañadientes, debo aguantar la charla de mi hermano antes de que se vaya a patrullar.

—Así que te has ido con Seth. —Dice Jake, cruzándose de brazos. —Nos has dado un buen susto, pensábamos que te había pasado algo, y encima Paul está que trina, le ha dolido mucho como lo has tratado.

—Jake, cállate, os preocupáis por mí solo porque me voy sola, ¿pero cuando lo hacéis vosotros no pasa nada? —Contesto con enfado, puesto que siempre me tratan de forma especial solo por ser una chica y la más pequeña. —Además, ya no hago vigilancias o patrullas por su culpa, así que tiene lo que se merece, ahora vete, que te están esperando, pero eso sí, a mí me dejáis en paz.

Ignoro lo que sea que tenga que añadir, y me voy hacia mi cuarto, cerrando con cuidado la puerta, pues no tiene caso que por mí enfado la rompa, luego cierro la ventana para que ningún lobo se cuele en mí habitación y tras ponerme el pijama, me tumbo para dormir ignorando los aullidos hasta el día siguiente, donde me encuentro paseando por la playa con Bella, se la ve avergonzada porque piensa que yo estoy ahí por su culpa.

—Ashley, lo siento, lamento que tengas que vigilarme mientras los demás buscan a Victoria. —Dice Bella en tono de disculpa, mirándome arrepentida pese a que no es su culpa.

—Bells, no has sido tú, Paul habló con Sam y le dijo que no se podría concentrar bien si yo me ponía en peligro, así que Sam me dijo que me alejara de esta misión. —Digo mientras frunzo el ceño, aún molesta por la situación.

—Por eso no le hablas, ¿no? —Pregunta Bella de forma curiosa, y asiento. —Lo digo porque parecía raro no haberlo visto hoy contigo.

—Le dije que me dejara en paz. —Respondo, me duele no estar con Paul, pero me duele más que piensen que voy a ser una distracción en vez de un buen activo en una pelea contra ese vampiro.

—Eso le va a cabrear. —Murmura Bella haciendo una mueca, seguramente recordando la última vez que vio a Paul enojado. —Y por lo que pude ver, eso suele acabar de una forma siempre.

—No te preocupes, ¿qué quieres hacer ahora?

—Solo podemos pasear por aquí, así que, ¿seguimos? —Pregunta Bella en tono de disculpa, y me río mientras asiento antes de patear una pequeña roca. El resto del día lo pasamos caminando desde mi casa hasta la playa, varias veces. El aburrimiento está presente pero parece que Bella agradece mi compañía. A la hora de la cena, Charlie vuelve con pizzas, pero trae unas doce, por lo cual, eso solo puede significar una cosa. Mierda.

—Jake me ha dicho que sus amigos cenan aquí. —Dice Charlie al ver nuestras caras de asombro. —Y si comen como él, lo mejor ha sido venir preparado.

—Genial. —Contesto con sarcasmo, pero la única que me entiende es Bella, que se sienta a mi lado en el sofá, en forma de apoyo emocional, cosa que me alegra un poco, sonriendo en respuesta. —Gracias.

Tras quince minutos, la manada llega junto a Emily, quien me sonríe con orgullo, ya que sabe de la razón de mi enfado, apoyándome en mi argumento. Los chicos, por otro lado, me miran con cautela, siendo obvio que Jake les ha contado lo que le hablamos anoche. Paul se ve sombrío, ojeras en su rostro y de un humor peor al habitual, el cual empeora cuando me mira y yo aparto la mirada como la estúpida vengativa que soy, haciendo que un profundo gruñido resuene solo para los de oído más sensible.

Después de la cena, Bella y Charlie se marchan a su casa seguidos por Sam y Emily, los chicos por su parte se van al bosque, todos menos Paul, quien espera a que mi padre salga de la cocina para mirarme de forma triste, como un cachorro abandonado.

—Me has cerrado la ventana. —Dice Paul, su voz triste y pareciendo arrepentido, bloquea cualquier salida, colocando sus brazos a mis costados, apoyados en la encimera mientras me observaba con sus ojos tristes.

BLACK  |PAUL LAHOTE|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora