Capítulo 18

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—Leah, tranquila. —Ordena Sam al verla tan nerviosa, Seth ya se ha tranquilizado y está tras unos arbustos poniéndose unos vaqueros rasgados que le ha dado Embry. Cuando está vestido, sale del bosque viéndose tan triste que voy a darle un abrazo, pero Paul se aferra a mí.

—No quiero que te ocurra como con Jake. —Susurra Paul sin perder de vista a Seth, que se pone al lado de Sam intentando tranquilizar a Leah. —Acaba de sufrir una gran pérdida, está muy inestable.

—Ashley, ve al cuarto de Leah y agarra algo de ropa para ella. —Dice Sam sin dejar de mirar a Leah, y voy a su cuarto seguida por Paul.

—Paul, puedo agarrar la ropa yo sola, ¿lo sabías? —Pregunto, abro la cómoda de Leah y busco algo cómodo y viejo para ella.

—Ya lo sé. —Susurra en mi oído mientras me abraza por la cadera. —Solo quería estar a solas contigo, no estamos así desde hace dos días. —Añade, besando mi cuello con delicadeza.

—No es justo, me estás desconcentrando. —Replico y agarro unos vaqueros cortos y una camiseta de tirantes y me zafo de su agarre. —Esta noche puedes dormir conmigo si quieres.

—Está entre los arbustos esperándote. —Dice Sam al verme salir, señalando unos arbustos cercanos a él, entro y me encuentro con Leah sentada en el suelo y abrazándose las piernas mientras llora sin haberme escuchado llegar.

—¿Leah? —Pregunto con suavidad, acercándome un poco, Leah levanta la cabeza de golpe y me arrebata la ropa de las manos sin decirme nada. Parece que quiere estar sola, por lo que me doy la vuelta y vuelvo con los demás, que parecen esperar a que Leah salga, aunque no me pierdo sus miradas cautelosas, pues parece que no saben que ya no estoy enfadada.

—Chicos, ya no estoy enfadada. —Susurro, observando cómo sus caras pasan de cautela al alivio antes de lanzarse para abrazarme. Sam observa la escena con Seth a su lado. Paul gruñe asqueado y los empuja para separarme de ellos.

—Ni se os ocurra volver a acercaros tanto a mi chica, que oléis mal. —Gruñe mientras me coloca tras él, los chicos riéndose. Tras unos minutos, Leah sale del bosque con la cara serena, como si no hubiese estado llorando. Debe ser duro para ella estar en la misma manada que Sam, sabiendo de la imprimación y viendo sus pensamientos de lobo enamorado.

Sam abre la boca para hablar, pero de repente escuchamos un aullido proveniente de Jacob, que debería estar con Bella, así que rápidamente corremos al bosque, y sin preocuparnos por la ropa, de un salto nos transformamos.

Jacob. —Dice Sam preocupado. —¿Qué ocurre?

Una Cullen está en casa de Bella. —Dice Jake con asco, mostrándonos lo que acaba de vivir. —Acabo de dejarla allí.

¿Una Cullen? —Preguntamos varios a la vez, es raro. Los Cullen nunca viajan solos.

Eso mismo me pregunto yo, pero ahora hay que respetar el tratado, ya que aunque solo sea una Cullen, se mantiene. —Dice Sam pensando en cómo podremos atrapar ahora a Victoria con menos territorio que poder vigilar.

¿Sabes si se va a quedar? —Pregunta Jared. —¿O solo está visitando a su amiguita Bella?

Jared, cállate. —Gruñe Jacob, corriendo hacia nuestra posición. —No sé cuánto se va a quedar, he llamado al llegar a mi casa para ver si estaba bien, pero no sé nada más.

Pues menudo sabueso estás hecho. —Dice Leah con sarcasmo, el cual cubre el dolor que está sintiendo en realidad. Todos lo estamos notando, pero no tenemos derecho a decir nada. —Así que te ha dejado tirado por una sanguijuela. —Añade con malicia.

BLACK  |PAUL LAHOTE|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora