El Heredero de Prince Manor (Severitus)

13.- Castigo de Snape

Una disculpa por la tardanza de los capítulos, pero aquí les tengo un capitulo extra por esta festividad

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Severus llevó a los dos chicos directamente a la cocina, donde los dejó sin demasiada suavidad en dos sillas de madera dura. Ambos chicos hicieron una mueca, pero ninguno de ellos se atrevió a protestar, porque sintieron que el hombre mayor estaba al límite de su tolerancia y una palabra incorrecta podría enviarlo al límite.

Severus los rastrilló de arriba abajo con una mirada feroz y luego sacó su varita para hacer un diagnóstico de cada uno de ellos.

Ambos adolescentes saltaron cuando él les apuntó con la punta de su varita y soltó un bufido de disgusto, diciendo con irritación: – ¡Oh, por favor! No actúes como si fuera a lanzarte a la próxima semana, aunque la idea es tentadora, Lo admito. Sabes perfectamente bien que nunca he usado magia dañina en ningún niño bajo mi cuidado, no importa lo irritantes que puedan ser – Ambos chicos se relajaron un poco ante esa declaración. – Ahora, quédense quietos, voy a ejecutar un diagnóstico estándar para ver lo que se hicieron a ustedes mismos –

No es que la mayor parte del daño no fuera evidente en sus rostros, pensó enojado. Harry tenía un hermoso brillo en su ojo izquierdo y la nariz de Draco estaba hinchada y chorreaba sangre. El rubio también tenía un gran hematoma en un pómulo y un feo corte en una ceja. Harry tenía un labio grueso que sangraba lentamente y los ojos penetrantes del profesor captaron la forma en que su hijo acunaba su brazo alrededor de su pecho, sugiriendo costillas magulladas. Draco estaba favoreciendo su rodilla derecha, no apoyando su peso sobre ella.

Maldita sea, Sev, pero parece que han pasado por la primera Guerra de Magos y lucharon contra todos los secuaces de Voldemort sin ayuda. Dios, concédeme la paciencia para evitar estrangularlos.

Su diagnóstico no reveló ningún trauma importante para ninguno de los niños, por lo que estaba profundamente agradecido. Las peores lesiones fueron la rodilla torcida de Draco y un golpe en la parte posterior de su cabeza, mientras que Harry tenía las costillas muy magulladas y una extraña contusión justo encima de su ombligo, donde se encontraba uno de los puntos de presión estándar.

Los ojos de Severus se redujeron a fragmentos de furia de ébano. Kin-sa-dor. ¡Esos pequeños mocosos estaban usando parientes entre sí! ¿Cómo se atreven? Respiró hondo, tratando de contenerse. O al menos uno de ellos, a juzgar por el tamaño del hematoma en el estómago de Harry, le recordó la parte más racional de su mente.

Metió su varita en su túnica, contó hasta veinte, luego giró sobre su ahijado. – Draco, ¿atacaste a Harry usando técnicas de kin-sa-dor? – dijo con voz áspera.

Draco tragó saliva, porque su padrino parecía listo para masticarlo y escupirlo. Nunca antes había visto esa expresión particular de ira en el rostro del mago mayor, ni siquiera la vez que Draco se había burlado de él y se había ganado una paliza. Entonces, la ira se mezcló con la decepción. Ahora, solo había furia negra.

Merlín sálvame, pero estoy muerto, pensó el rubio frenéticamente. Porque una de las reglas férreas de Snape era que sus estudiantes nunca usaban a kin-sa-dor en serio sobre nada excepto un enemigo mortal. Pero en el fragor de la pelea, Draco no había estado pensando y simplemente había reaccionado.

– Uh... podría haberlo hecho, señor –

– ¿Podría haberlo hecho? – Repitió Snape peligrosamente. – Lo hiciste o no. Sí o no, Draco. Responde la pregunta –

– Sí... señor – admitió, su voz temblaba levemente. Luego agregó rápidamente, en un último intento desesperado por mitigar la ira de Severus, – ¡Pero realmente no era mi intención, señor! Yo... No estaba pensando, simplemente me enojé... –