16.- El hijo del mortífago

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– Tienes que cortar las raíces de acacia más pequeñas que eso, Harry – instruyó Draco, mirando por encima del hombro del otro. Habían pasado tres días desde el incidente de la pesadilla, y ahora estaban en el laboratorio de pociones de Severus, cortando raíces de acacia y moliendo varias otras hierbas para diferentes borradores y elixires.

– ¿Por qué? Creo que son lo suficientemente pequeños – Harry frunció el ceño ante la pila de raíces púrpuras y blancas.

– Honestamente, Snape, ¿cómo te graduaste de primer año sin saber cómo arrancar raíces? – el Slytherin puso los ojos en blanco.

– Hice que Hermione me ayudara – admitió Harry con una sonrisa maliciosa.

– ¿Oh? ¿Y tienes el descaro de acusarme de hacer trampa? – Dijo Draco, agitando un dedo en tono de regaño. – Chico travieso, que tu obsesionada amiga de la escuela haga todos tus laboratorios de pociones. ¿Qué diría tu padre? –

– No lo sé. Y yo tampoco quiero averiguarlo, así que cállate, ¿de acuerdo, Draco? Ya está en mi culo, si se entera de que Hermione me ayudó a aprobar la mayoría de mis exámenes de laboratorio, probablemente cambiará todas mis calificaciones a cero y me hará repetir el año –

– Sí. Eso suena como el tío Sev, está bien – asintió Malfoy, riendo. Luego le quitó el cuchillo a Harry y comenzó a cortar las raíces más finas. – ¡Ahí! ¿Ves? Así es como quieres que se vean. ¿Entendido? –

– Sí, profesor Malfoy – se quejó Harry. – Lo siento, no crecí con un maestro de pociones como mi padrino, así que sé todas estas cosas –

– Oh, no uses esa vieja excusa. Puedes aprender ahora, Hopeless, no tienes muerte cerebral. Al menos no creo que lo estés –

– Muy divertido. Por otra parte, quién lo sabría mejor, considerando el hecho de que andas con el gorila y su tío –

– Crabbe y Goyle no son tan tontos – admitió Draco. – Son sólo... Um... –

– ¿Con problemas mentales? – Harry suministró. – ¿Autómatas? ¿Simios atrapados en un cuerpo humano? ¿Cerdos en dos patas? ¿Crees que tal vez recibieron un golpe en la cabeza con una pala al nacer? –

– ¡Deténgase, por favor! – Draco se reía con tanta fuerza que casi se cae del taburete. – ¡No más, Snape! – Cuando pudo dejar de reír, se sentó y se secó los ojos. – Sabes, tienes una boca realmente sarcástica, Harry. Casi tan afilado como un Slytherin –

– Me pregunto de dónde saqué eso, ¿eh? – Preguntó Harry, serio. Le quitó el cuchillo a Draco y continuó cortando las raíces más finas. – En serio, sin embargo, ¿por qué andas con ellos? ¿Por diversión? ¿Entonces hacen que todo lo que dices suene increíblemente brillante? Porque supongo que no es para su estimulante conversación –

– No. Aunque no son tan malos una vez que los conoces. Gregory en realidad puede mantener una conversación sobre algo más que la comida de vez en cuando. Crabbe, sin embargo, es gobernado por su garganta, y habla sin parar de desayunar, almorzar y cenar. Y ya te lo dije antes, no elegí quedarme con ellos, mi padre me obligó –

– ¿Cómo? –

– Porque era amigo de sus padres. ¿Sabes qué son los Mortífagos? –

Harry negó con la cabeza. – No, en realidad no. ¿Qué es, una especie de sociedad secreta? –

– Mmm, supongo que se podría decir eso. Los Mortífagos son un gran grupo de magos, en su mayoría sangre pura, que se dedican a la causa del-que-no-debe-ser-nombrado. Lo siguen a él y a sus enseñanzas, y a todos ellos son malos como víboras. Mi padre es uno de sus miembros principales. Crabbe y Goyle también son miembros desde hace mucho tiempo, y el padre decidió que necesitaba a alguien más con quien jugar que tuviera... las conexiones adecuadas –

El Heredero de Prince Manor (Severitus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora