Siempre a tu lado [NaruHina]

Siempre a tu lado (parte 05)

Una vez que despertó con un gran dolor de cabeza, miró la bolsa de papel que llevaba Hinata el día anterior sobre la la pequeña mesilla a un lado de su cama, la abrió curioso, ¿qué podría ser?, ¿por qué Hinata cuidaba tanto de ella? Se llevó una gran sorpresa al ver que esta estaba vacía. Se sentía confundido a no más poder.

Salió de su casa y fue a la entrada de la Aldea a encontrarse con los demás. Hinata ya estaba ahí, nerviosa, al querer acercarse con ella Kakashi comenzó a hablar.

—Chicos hay un cambio de planes. —Suspiro con fatiga. —La señorita Shion, vendrá a visitarnos el día de hoy, pidió que Naruto fuese quien ma escoltase en la aldea. Así que Naruto... tendrá que quedarse aquí.

—¿Qué?, ¿por qué yo? —Exclamo. —Para empezar... ¿quién es Shion?

Sakura no creía que su compañero acaba de hacer esa pregunta, se retuvo al querer darle un golpe.

—Porque tu la salvaste. Asi que tiene sentido el que pidiera que fueras tú.

El rubio hizo un puchero.

—Hinata, ¿quieres quedarte conmigo?

—¿¡Eh!? Pe-pero... Necesitarán mi byakugan para la misión.

—No te preocupes Hinata, mientras Naruto la escolta, los demás solo investigarán una sola zona. Después de eso, Naruto se reunirá con los demás para completar la misión. —Ofreció como solución el Hokage.

La azabache sonrió y asintió. Los demás partieron hacia el punto de encuentro. Hinata y Naruto se quedaron en la entrada para esperar a Shion, no pasó mucho tiempo para que llegara junto con dos guardias.

—Naruto, hace tiempo que no nos vemos. —Naruto y Hinata se inclinaron ante ella.

—¡Hace mucho! —Respondio alegre.

Caminaron hacia la oficina del Hokage con una conversación entre Shion y Naruto, Hinata solo escuchaba atentamente. No tenía idea de como unírseles.

Una vez que llegaron, el sexto y Shion conversaron a solas en la oficina, los dos guardias que la rubia llevaba consigo, habían entrado con ella, y ambos ninjas se quedaron fuera frente a la puerta.

—Na-Naruto, por lo de ayer...

Creyó que el chico se habría enojado, sin embargo este respondió con una carcajada.

—Eres muy fuerte Hinata, recuérdame no volver a meterme contigo, dattebayo. Por cierto olvidaste tu bolsa en mí casa, la revisé como el metiche que soy, pero estaba vacía, me pareció extraño que ayer la estuvieras cuidando muy bien.

《¿V-vacia? 》

No podía creerlo.

—¡Na-Naruto! Olvide algo, ahora vuelvo —Hinata corrió hacia la ventana y salio por ahí. La perdió de vista mientras saltaba de casa en casa.

¡N-no puede ser, olvide ponerla dentro por las prisas! ¡Que tonta!

Naruto se quedó aún más preocupado y confundido. Ya tenía un rato esperando a Hinata y las órdenes del Hokage.

—Naruto, te llama el sexto.

◇◇

La azabache había llegado a su habitación buscando algo, después de un corto tiempo logró encontrarlo, lo metió en su mochila y corrió de regreso.

Al llegar vio la puerta abierta y a Naruto dentro. Se paró en la entrada y escucho al rubio alterado.

—¡¿Qué?!

-—Eso es lo que paso.

—No, no, no, eso no fue así-ttebayo.

—¿Estas seguro? Tú dijiste que te casarías conmigo.

El rubio seguía negando las cosas.

—A decir verdad... Fue lo que paso, Naruto.

El Uzumaki se percató de que la chica que se encontraba de pie en la puerta sin hacer ni decir nada, se acercó a ella y la jalo de la muñeca sin hacerle daño.

—¿E-eso es cierto, señorita Shion? —Hinata se soltó de Naruto y este no podría creer lo que había pasado.

—En realidad...

*FLASHBACK*

[...]

—Eso fue lo que paso.

—¡Hi-Hinata! —El ojiazul exclamó con temor. —¿Por qué dices nada? ¿Te vas a rendir muy fácil? —Término enojado tomandola de los hombros y sacudiendola.

Hinata apartó la vista haciendo un puchero, no tardó mucho para que empezara a reírse —¿Sabes...? Aunque a veces has sido torpe, no es algo que realmente me importe. —Naruto no pudo evitar sonrojarse. —Aparte, somos testigos de lo mucho que amas ayudar a los demás.

—Eso es cierto, es un cabeza hueca muy noble. —Mencionó Kakashi. —Seguramente no sabía lo que estaba diciendo. —Naruto lo miro indignado.

—Bueno, he terminando mis asuntos con el Hokage, es hora de irme. —Shion se giró hacia esos dos jóvenes. —Espero que sean felices.

Esta vez, ella se inclinó hacia ellos y les mostró una tierna y sincera, sonrisa.