Siempre a tu lado [NaruHina]

Siempre a tu lado (parte 18)

Después de haber estado encerrada en ese pasaje sin poder respirar, haciendo todo lo posible para sobrevivir hasta quedarse sin chakra, y al final ser rescatada por el antiguo equipo 7, pudo recuperarse por completo.

Llego el día en el que Hinata Hyuga fue dada de alta del hospital de la Aldea. No había podido recibir visitas, a las únicas personas con las que había tenido contacto eran: Tsunade, Sakura y Hanabi.

El cielo estaba completamente despejado y el sol brillaba con fuerza; un fuerte viendo levantaba los volantes de su falda y su cabello, abrazando su mochila, la abrió y miró hacia dentro.

Uff... no le paso nada.

Dan Hyuga llego por ella a la puerta del hospita, la escoltó hacia la mansión. Hinata llegó y se inclino hacia su padre, no había ido a visitarla, así que no lo había visto.

—Buenos días padre... —Su manos temblaban.

Por alguna razón, la ojiperla sentía temor de ser regañada por su padre por no ser lo suficientemente fuerte para esta misión. Sin embargo, Hiashi se acercó a ella, puso ambas manos sobre sus hombros y la atrajo hacia él.

—Bienvenida...

En ese momento llegó Hanabi y corriendo hacia ellos se les unió en el abrazó sin pensarlo dos veces.

[...]

—¿Naruto está en una misión?

—Si, fue a al país de la olas.

—No tardará mucho. Tú tranquila, Hinata.

Asintió la cabeza.

Sakura e Ino no habían desperdiciado el tiempo e invitaron a Hinata a comer. Era para celebrar su recuperación y para pasar el rato entre chicas. Poco después se les unió Tenten.

Una chica rubia se había acercado a saludar.

—¡Temari!

—¿Qué tal?

Se encontraba acompañada del ninja más vago de toda la Aldea.

—¡Hey, Shikamu! —Exclamó la castaña. —De nuevo están juntos, eh... —Tenten empezó a mover el brazo mientras hacía guiños.

—Él solo es el encargado de escoltarme y ya. Vengo a arreglar unos asuntos con el Hokage. Eh tenido que venir mucho últimamente. —Soltó un suspiro.

—Que fastidio... ¿Cómo te encuentras Hinata? —Tampoco la había visto desde aquella vez fuera de la cueva.

—Me encuentro mejor, muchas gracias, Shikamaru.

—Me alegro. —Mostro una sonrisa de alivio y le señaló a Temari que tenían que irse. —Nos vemos luego chicas.

[...]

Las chicas fueron a la barbacoa. Podían escucharse las risas de todas, menos la de la azabache, quien seguía abrazando una bolsa de papel. Todas se habían percatado de eso, pero nadie se había atrevido a preguntar, hasta que la primera en tocar el tema fue Ino.

—Hinata... ¿qué traes ahí?

La ojiperla inmediatamente se enrojeció y presionó la bolsa contra su pecho.

—Un regalo para Naruro. —Soltó un suspiro y bajó la mirada. —Esperaba verlo hoy.

Ninguna mostró sorpresa, lo supusieron desde el principio.

—Te lo dije una vez, ahora te lo repito. ¡Confia en ti misma! —Los ojos esmeralda de Sakura se mostraban brillantes y entusiastas.

—Sakura no habla por sí sola, si no por todas nosotras Hinata. No te desesperes, tendrás tu oportunidad cuando el tonto llegue. —Hablo la rubia que servía un poco de lechuga a su plato para acompañar a la carne.